De pronto llega de sorpresa algún albergue en la localidad de La Lajilla, docenas de personas aguardan a ser atendidos.
Desde quienes piden apoyos para sillas de rueda, becas, relleno para el patio de sus casas, incluso, para trasladados a la cabecera.
Pero lo que más apremia en estos momentos -se nota- es poner orden en los albergues para que las personas a que se salieron de sus casas sean atendidas.
Así­ las llamadas de atención a sus colaboradores no paran en ninguno de los albergues a los que concurre diariamente, a cada rato, desde hace una semana cuando comenzó la anegación.
“No se trata de negarle la comida a las personas porque no son de Cosoleacaque, si se trata de una emergencia hay que apoyar a todos sin distingo”, le dice a una de sus colaboradoras.
Lo irónico del tema es que los que más se ven en los albergues de la zona rural de Cosoleacaque, son de comunidades de Jáltipan y de Minatitlán, como Limonta, la Laja y La Victoria, quienes se dicen abandonados por sus autoridades.
En cada albergue en Cosoleacaque hay palabras de aliento y reconocimiento a la labor del edil sureño y reproches a sus iguales de Morena, Nicolás Reyes, de Minatitlán, y Lucas Martí­nez.
Vázquez Parissi lo matiza: seguramente algunos de mis conciudadanos se quejan de mí­ por otro lado. Esto así­ es. Estamos apoyando a todo el que lo requiera.
Y esa es la orden, dí­a y noche los albergues se miran llenos de personas de la zona rural quienes han huido de la muerte en sus casas, pues el Rí­o Chiquito se desbordó, causando afectaciones en la mayorí­a de las localidades del sur.
Caminos cerrados y algunas más incomunicadas es lo que priva por el momento en la zona rural más alejada.
En estos poblados el apoyo no alcanza, pues en cada vuelta de la carretera, hay una localidad con demandas, y las personas que viven más allá de los caminos tapados por el rí­o y marismas en las que hay lagartos y hasta venados, no quieren salirse de sus domicilios.
Tan sólo en Cosoleacaque las autoridades trabajan hasta 17 horas de corridos pues el dí­a no rinde con las afectaciones causadas por los escurrimientos de los rí­os en Oaxaca.
Para atender a los afectados están trabajando casi todos los colaboradores de su comuna, han tenido que dejar la comodidad de sus oficinas para desplazarse a la zona rural y realizar una especie de mini apostolado preparando alimentos, agua, llevando doctores y gestionando ayudas.
El alcalde Cirilo Vázquez Parissi comentó que la coordinación con autoridades ha sido de gran importancia para paliar la situación, aunque reiteró que es urgente que les manden más respaldo en los nivele estatal y federal.