Despertar cívico
•Clamor de justicia
•“Los vamos a quemar”
EMBARCADERO: En algunos pueblos de México, el despertar cívico... La población haciéndose justicia por su propia mano ante el desencanto de las secretaría de Seguridad Pública, incapaces de garantizar la vida, y las Fiscalías, ineptas para procurar la justicia... En el poblado Melchor Ocampo, en el estado de México, por ejemplo, una niña, Valeria, fue desaparecida y asesinada
Luis Velázquez
El día de su tumultuoso sepelio, su señora madre dijo: “Como las autoridades no hacen nada, agarran a los rateros y en dos o tres horas los sueltan… De ahora en adelante a quien haga algo lo vamos a quemar”… En otras latitudes geográficas los han quemado como sucediera en el Veracruz de Patricio Chirinos Calero en Tatahuicapan con un violador, amarrado a un árbol y prendido fuego… Incluso, la historia aquella fue convertida en una crónica publicada en uno de sus libros por la cronista y escritora Fernanda Melchor…
ROMPEOLAS: En otros pueblos de la república, los linchan, al mejor estilo del Medio Oriente… Incluso, hasta pueden lapidar a las mujeres infieles como sucede en el mundo árabe… En otras comunidades como en Veracruz, en el transcurso de los últimos ocho años, han estado a punto de linchar a presuntos violadores y rateros y pillos y ladrones… En el mejor de los casos, los han golpeado y amarrado a un poste de la Comisión Federal de Electricidad, hablado por teléfono a la comandancia policiaca y esperar su llegada, varias horas después, para entregar vivo al presunto… Pero como decía Fernando Gutiérrez Barrios, 1986/1988, si al mediodía un pueblo dice que es medianoche, entonces, luego enseguida han de prenderse las farolas… En el fondo yace el más terrible, creciente y canijo coraje social en contra de la inseguridad, la incertidumbre y la zozobra… Bastaría referir que, en la última encuesta, un poblado del estado de México, Ecatepec, ocupó el primer lugar nacional en inseguridad según la percepción ciudadana y que significa un tribunal popular…
ASTILLEROS: En Veracruz hay suficientes razones para, digamos, linchar a los transgresores de la ley… Por ejemplo, la tierra jarocha en el primer lugar nacional de feminicidios… El primer lugar en infanticidios… El primer lugar en el mundo en asesinato de reporteros… El primer lugar nacional en agresiones a los migrantes de América Central en su paso por Veracruz… El lugar más codiciado por la mayoría de los carteles y carteles según el Comisionado de Seguridad, Renato Sales… El primer lugar en América Latina en corrupción cuando Marcelo Odebrecht, el dueño de la empresa brasileña del mismo nombre, dijera a Javier Duarte, en uno de sus viajes a Brasil, que si a un estado del mundo Odebrecht debe y mucho era al Veracruz duartiano… Por eso, la población que todos los días vive con sencillez y lleva una vida sencilla acogería la frase bíblica de la madre de Valeria y exclamaría como ella: “De ahora en adelante a quien (transgreda la ley, secuestre,
desaparezca, mate, viole, ultraje, etcétera) lo vamos a quemar”… Todos ellos han perdido la fe y la confianza en la autoridad… Y cuando la confianza se ha perdido, en automático, el respeto…
ARRECIFES: Traumático el nivel a que se ha llegado en otros pueblos del mundo… Por ejemplo, las legendarias matanzas en Estados Unidos en las escuelas donde de pronto, desde un alumno hasta un grupo de personas armadas entran a la institución educativa y disparan y matan… O el caso del chico que en una escuela de Crimea asesinó a diecinueve estudiantes y dejó más de cincuenta heridos, un muchacho de 18 años de edad y que la autoridad pretendió justificar como un atentado político terrorista… En el poblado de Tenopalco, municipio de Melchor Ocampo, en el estado de México del gobernador priista, Alfredo del Mazo Maza, los padres de Valeria fueron categóricos refiriéndose a la Fiscalía General de Justicia: “Ya dejen de hacerse tontos y pónganse a trabajar” para dar con los responsables del feminicidio, además, de los treinta y siete niños violados, niños de dos años de edad, ultrajados en una escuela…
PLAZOLETA: La historia de Valeria es la misma de todos los otros secuestros, desapariciones y crímenes en el país… Valeria, de 12 años de edad, salió de su casa a una tienda cercana y nunca regresó… Al día siguiente, alrededor de las diez horas, su cadáver fue encontrado en un predio baldío ubicado a casi doscientos metros de su domicilio… Y, bueno, si se coteja su desenlace trágico con otras historias sucedidas en Veracruz hay mucho, demasiado, paralelismo… En el fondo, historias de impunidad… “Fue un acto de cobardía… Hicieron a mi hija lo que quisieron y luego la sacaron a tirar” exclamó su señora madre… Lo mismo que aquí, en la tierra jarocha, donde nadie tiene comprada la vida, todos tienen la vida prendida de alfileres, nadie puede cantar victoria, nadie está seguro de que ya la libró, pues la pesadilla duartiana se ha multiplicado y seguido en forma irrefrenable…
PALMERAS: El gobernador Miguel íngel Yunes Linares dijo en el mes de diciembre del año 2016 que un semestre pacificaría Veracruz… Estamos a un mes y medio de concluir su mandato constitucional y todo sigue igual, o peor, y peor, porque se ha agravado… Ahora, el góber electo, Cuitláhuac García Jiménez, ha dicho que en dos años será restablecido el Estado Derecho, en tanto, AMLO, el presidente electo, anunció que en un semestre (igual que Yunes Linares) el país sería pacificado… Coteje el lector una y otra versión y, bueno, de entrada, hay un desfase entre una valoración del tiempo y del otro, y mientras, como dicen en las marchas pacíficas, todos somos Valeria, todos somos la madre de Valeria, todos estamos hartos de tanta inseguridad, al grado de que igual que los padres de Valeria también quisiéramos detener a los malandros y quemarlos vivos amarrados a un árbol, a un poste, a una luminaria… Es la única posibilidad que está dejando la autoridad…