Por ejemplo:
Nadie duda de que el director general de Comunicación Social será Iván Luna, el joven imberbe que lo ha acompañado desde tiempo inmemorial en su casa partidista, quizá desde antes de lanzarse como diputado federal.
Se ignora, por ejemplo, si el bombardeo que algunos colegas han lanzado en su contra en semanas anteriores de falta de experiencia en los medios, sin relaciones con la prensa escrita, hablada o digital, o en todo caso, con limitados contactos, influya.
Pero por encima de sus atributos y cualidades bastarí­a referir que si Cuitláhuac lo trae desde entonces, significa que le ha funcionado.
Y que, además, el góber electo está a gusto con su trabajo.
Y desde luego, su lealtad “a prueba de bomba”.
Bastarí­a referir que cuando César Yáñez, el ex vocero de AMLO como candidato presidencial se casara en Puebla, Cuitláhuac fue invitado especial y a su vez invitó a Iván Luna al evento.
Más todaví­a:
En el tiempo cuando el fuego amigo y enemigo arreciara en su contra por los amigos de otros aspirantes (mujeres y hombres de los medios), Iván Luna se mantuvo con un bajo, bají­simo perfil, sin moverse, y sobrevivió al botón nuclear.
Nadie dudarí­a de que Cuitláhuac, igual que AMLO, también desaparecerá las oficinas de prensa y comunicación social del gabinete legal y ampliado, los llamados Enlaces en otros tiempos, y las reducirá a una sola.
Es decir, la ultra contra súper oficina de Comunicación Social a cargo de Iván Luna.
En todo caso, si Iván Luna quedara fuera de la vocerí­a, entonces serí­a ubicado en otra dependencia con la misma fuerza polí­tica y social.

DOS. La SEV, en disputa

Es el mismo caso de quienes están disputando de manera visible la secretarí­a de Educación.
En un lado, el amigo de amigos, el número uno de Cuitláhuac, el diputado local, Zenyazen Escobar, profesor de escuela primaria, conspicuo miembro de la CNTE, Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, y a quien tirios y troyanos han ubicado como antiguo stripper en la región de Córdoba para, digamos, ganar la vida en aquel tiempo como “pobresor”.
Según las versiones, que ya duran desde hace rato, Zenyazen aspirarí­a a la secretarí­a de Educación para suceder en el cargo a Enrique Pérez Rodrí­guez, con todo y que el fuego amigo también lo ha rafagueado.
En la misma cancha para la SEV ha levantado la mano Eduardo Carreón Muñoz, quien fue presidente del CDE del PANAL en Veracruz en el sexenio de Javier Duarte, tiempo cuando aseguraba que el ex gobernador preso en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México era un estadista, joven innovador y dinámico con las finanzas.
Luego, Duarte en desgracia, Eduardo Carreón reapareció como uno de los coordinadores de Redes Sociales de AMLO en el paí­s, alternando con su pareja, la ex diputada local del PANAL, Jacqueline Garcí­a.
Incluso, y cuando todaví­a uno otro ningún ofrecimiento concreto y especí­fico tienen de Cuitláhuac, según las versiones tanto Zenyazen como Carreón habrí­an ya integrado su gabinete en la SEV y repartido todos los cargos educativos a diestra y siniestra.
Faltan, claro, 6 semanas, demasiado tiempo en polí­tica, pues, además, hay una tercera figura emergente en el doctor en Economí­a, Raúl Arias Lovillo, exrector de la Universidad Veracruzana, amigo de la profesora Gloria Sánchez, senadora suplente de Rocí­o Nahle, y cuyo nombre suena en el carril polí­tico de MORENA para la SEV.
Ya se verá, entonces, si Cuitláhuac, como en el caso de Iván Luna, también apostarí­a a la cuatitud, y/o en todo caso, a la prudencia y la mesura y la cordura y la frialdad para nombrar al mejor prospecto en una secretarí­a con tan graves pendientes que necesita un experto probado y comprobado.

TRES. Libre/pensadores de la izquierda

Según las versiones, semanas después de tanto bombardeo por la vocerí­a de Cuitláhuac, los aspirantes y suspirantes ya se replegaron dejando libre el camino a Iván Luna.
Además, resignados, y creyéndose en derecho legí­timo por su autenticidad como librepensadores de la izquierda y de la izquierda delirante, sin tacha en su historia profesional, buscan otros
espacios de comunicación social, como por ejemplo, los otros cargos en la vocerí­a, la vocerí­a en el Palacio Legislativo con los 29 diputados locales de MORENA, la dirección de TV Más y hasta la dirección general en la Editora del gobierno del Estado.
Y más, porque el tijeretazo de las dependencias estatales de prensa está anunciado tal cual como lo ha reiterado AMLO en repetidas ocasiones y ni modo que Cuitláhuac se salga de la tangente.
Muchas cosas podrí­an suceder en las largas y extensas seis semanas por delante para la toma de posesión, pero con todo y temblores y tsunamis, la lealtad en las buenas y las malas constituye la virtud más alta premiada por AMLO.
Y de la lealtad de Iván Luna a Cuitláhuac es como si dudáramos de la república amorosa.