se organizaron para buscar a sus seres queridos, enfrentado la violencia criminal y la falta de acción por parte del gobierno estatal.
Al anunciar el galardón, el presidente de Notre Dame, Rdo. John I. Jenkins, C.S.C., señaló que la Universidad reconoce “los esfuerzos incansables del Colectivo Solecito de Veracruz a nombre de las familias de las ví­ctimas, por su testimonio heroico de la dignidad humana y su servicio a la noble causa de la justicia misma.”.
La lista de galardonados previos incluye al presidente Jimmy Carter y su primera dama, la Madre Teresa de Calcuta, John Hume de Irlanda del Norte, al arzobispo de Sarajevo, Vinko Cardinal Pulji, y más recientemente, al juez Sergio Moro de Curitiba, Brasil. Esta es la primera vez que el Premio se otorga a un representante de México.
“Los premiados anteriores, cada uno a su manera, han sido pilares de conciencia e integridad”, dijo el padre Jenkins, quien presentará el premio el 16 de octubre en la Ciudad de México. “La Universidad de Notre Dame reconoce…que el trabajo valeroso del Colectivo ha atraí­do la atención necesaria a la desaparición de las ví­ctimas, y ha ayudado a las familias a enfrentar el sufrimiento infligido por la violencia intolerable de la que fueron ví­ctimas. El Colectivo ha marcado una diferencia para todos los mexicanos y para la humanidad entera en nuestra sed universal por justicia.”
El Colectivo Solecito de Veracruz comenzó en 2014 como un grupo de 8 madres que decidieron cavar en áreas, donde se rumoraba que habí­a fosas comunes, en búsqueda de restos humanos. Ellas recaudaron los fondos necesarios para pagar por las excavaciones, e inicialmente no recibieron ayuda ni reconocimiento del gobierno del estado ni del sistema de justicia de Veracruz.
Posteriormente, en el año 2016, el grupo recibió una pista valiosa de una fuente anónima: un mapa que mostraba la ubicación exacta de más de 120 tumbas clandestinas en la región veracruzana de Colinas de Santa Fe. Hasta ahora, la búsqueda del grupo ha llevado a descubrir cerca de 300 cuerpos y miles de fragmentos de restos humanos. Con el descubrimiento de una de las fosas comunes más grandes de México, las autoridades trabajan actualmente con el Colectivo Solecito en la exhumación de los restos que se encuentren, sin embargo, la identificación de los mismos ha sido lenta.
Existen muchos grupos de familias en el paí­s buscando a sus seres queridos. Colectivo Solecito es emblemático de esta situación a nivel nacional, derivado de la magnitud de las fosas en Veracruz y de la demanda del grupo de que las autoridades estatales actúen.
“[R]econocemos la firmeza de la fe y tenacidad del Colectivo” señaló el padre Jenkins. “[El Colectivo] inspira a nuestros estudiantes a ser fuerzas del bien en el mundo, ante la injusticia y el sufrimiento.”.
El premio será presentado durante una jornada de conferencia acerca de “Los Retos de la Justicia Transicional en México”, organizada por Notre Dame en la Ciudad de México. La conferencia explorará cómo se podrí­a implementar un proceso de verdad, justicia y reconciliación para las ví­ctimas de la guerra contra las drogas en el paí­s, misma que lleva más de una década. Serán convocados al evento miembros de la facultad de Notre Dame, expertos internacionales, representantes del próximo gobierno de México, grupos de ví­ctimas y sus familiares, académicos internacionales y mexicanos, así­ como integrantes de la sociedad civil mexicana.
A la fecha, la guerra ha ocasionado más de 130,000 homicidios relacionados con el crimen organizado, más de 30,000 desapariciones, incluyendo desapariciones forzadas, y más de 32,000 desplazados de sus lugares de origen. En general, las autoridades no investigan muchos casos de abusos, y en ocasiones, incurrieron en ellos. Como resultado, la presión para que México lidie con estas violaciones a los derechos humanos proviene de la sociedad civil y de grupos como el Colectivo Solecito, quiénes decidieron tomar la búsqueda de los desaparecidos en sus manos.
El Premio Notre Dame fue otorgado por primera vez en 1992 y resurgió recientemente para honrar a “las mujeres y los hombres cuya vida y acciones han demostrado una dedicación ejemplar a los ideales de la Universidad: fe, investigación, educación, justicia, servicio al prójimo, paz y cuidado de los más vulnerables.”