cuando, y como dice el politólogo Carlos Ronzón Verónica, el paí­s y cada entidad federativa, se reinventan, con la esperancita por delante creyendo y soñando con que la vida será mejor, casi casi el paraí­so terrenal.
Este ejército en ningún momento pretende hacer la guerra. Acosa, cierto, a Cuitláhuac Garcí­a, anexos, conexos y similares. Pero con un solo objetivo: tener un trabajo para llevar el itacate y la torta a casa.
Desde 450 años antes de Cristo, según cuenta Herodoto, el primer cronista en la historia del mundo (“Los 9 libros de la historia”), siempre ha sido así­ cuando un nuevo rey, un nuevo tlatoani, el gurú, el tótem, el emperador, el presidente, el gobernador, etcétera, ascienden al poder polí­tico.
En el caso de Veracruz, sin embargo, asombra y deslumbra el currí­culo que cada desempleado está entregando al góber electo.
Por ejemplo: hay currí­culos impresionantes con un montón de hojas (7, 8, 9, 10 páginas) reseñando tantos méritos que más bien parecieran aspirantes a una secretarí­a de Estado con AMLO, el presidente electo.
La vida es así­, y ni hablar, cada quien ha de tirarse incienso a sí­ mismo.

DOS. Cazadores de talentos

En los currí­culos entregadas a “los cazadores de talentos” en Veracruz, tipo Vicente Fox con su chorizo de entonces, los aspirantes y suspirantes entregan copias de diplomas de posgrados en el paí­s, pero más aún, en el extranjero.
Incluso, según las versiones, abundan los certificados de maestrí­as y doctorados en alguna universidad de Alemania, donde Cuitláhuac Garcí­a, por cierto, estudiara un diplomado… sin saber alemán.
Desde luego, sus asesores han de aplicar una lupa a tales documentos, porque en la plaza Santo Domingo de la Ciudad de México los venden a raudales, y como dice el anuncio de la UPAV en Internet, en cinco minutos y en la universidad privada más prestigiada de Europa y en la carrera profesional más esotérica, por ejemplo, doctor en Semiologí­a de la vida, y/o en doctorado en Aluxes y que en el concepto popular significado Doctorado en Duendes.
Pero, bueno, el Señor Todopoderoso ilumine al góber electo y sus asesores para elegir a las mejores mujeres y hombres en el gran apostolado social de la república amorosa de que “por el bien de México, primero los pobres” y “los pobres entre los pobres”.
Y es que, como se sabe, una cosita es llamar a los diputados federales y senadores que “no roben” y otra es que se cumpla “al pie de la letra”, pues por eso mismo, la frase bí­blica de Jesucristo a Judas, uno de sus apóstoles, fue y es fulminante:
“Lo que has de hacer… hazlo”.

TRES. Orfandad laboral

Se ignora de manera cientí­fica si el número de desempleados tocando el corazón de Cuitláhuac Garcí­a sean indí­genas, campesinos y obreros o gente de la clase media o polí­ticos, tanto, claro, de MORENA (las huestes terrenales que operan a ras del suelo) y de otros partidos.
Por fortuna, el espectro laboral del gobierno de Veracruz es amplio.
Según las versiones, y sólo para cargos públicos altos, medianos y bajos son unos 3 mil 500.
Pero, por ejemplo, hay suficientes, demasiados espacios laborales para policí­as y agentes de Tránsito y custodios en los penales.
Por desgracia, y a tono con AMLO de que sólo el secretario de Seguridad Pública tendrá escoltas y de que cada secretario y subsecretario y director del gabinete legal y ampliado pagará de su propio sueldo (achicado en un 30 por ciento) sus choferes y escoltas para él y la familia, entonces, Cuitláhuac también aplicará la misma ley universal, y ni modo, cerrada la contratación de guaruras.
Pero Veracruz necesita, ya se sabe, policí­as y agentes de Tránsito y custodios honestos “a prueba de bomba”, y el espectro laboral es amplio.
Sin embargo, y en términos generales, las puertas y ventanas de la gran Casa Veracruz que significa el principal palacio de gobierno de Xalapa estarán cerradas para los polí­ticos, y más cuando de por medio se atraviesa la fusión de dependencias estatales.
De ser así­, el desempleo de polí­ticos seguirá fuera de control.
Más ahora cuando los panistas que tanto soñaban con repetir otros seis años y los priistas que ninguna esperanza tení­an de reconquistar el poder quedarán en la orfandad laboral.

CUATRO. Profetas de Cuitláhuac

Unos polí­ticos priistas y panistas, por ejemplo, sueñan con que el góber electo y/o su gabinete legal y ampliado los contrate como asesores, dada la experiencia lograda y amacizada durante tantos años encumbrados en el poder sexenal.
Pero, ojo, las versiones son de que Cuitláhuac Garcí­a está rodeado por un montón de académicos de la Universidad Veracruzana, los nuevos intelectuales de la izquierda delirante, y quienes ya desde ahora, sin ninguna experiencia polí­tica ni partidista, están pontificando, dueños del destino social de los 8 millones de habitantes de la tierra jarocha.
Y ni modo que ellos sean humildes y reconozcan la experiencia de los priistas y panistas tocando las puertas para una asesorí­a, pues, dice la historia, “cada profe tiene su librito” y cada tiempo sexenal sus mesí­as.
Además, el góber electo tiene su equipo de amigos y como el único patrimonio de un ser humano son los amigos, con los amigos se va hasta la ignominia.
“Muchas cornadas (ya se sabe) da el hambre” como intitulara Luis Spota a una de sus novelas.
Y, bueno, el tí­tulo bí­blico está vigente y causará muchos estragos en Veracruz, sobre todo, entre los polí­ticos panistas y priistas lanzados del paraí­so sexenal.