Tampoco, claro, tiene la experiencia legislativa, por ejemplo, de Porfirio Muñoz Ledo o Pablo Gómez, quienes cuando subí­an a la tribuna en el Congreso de la Unión eran unos volcanes en erupción cimbrando a la imponente mayorí­a priista.
Segundo, ella es la única diputada federal por Veracruz, pero habrá de recordarse que llegará al Congreso de la Unión por la ví­a pluri, es decir, sin exponerse a una derrota en las urnas.
Mejor dicho, llegó, más que por la ví­a pluri, por el dedazo de su protector, Miguel íngel Osorio Chong, el secretario de Gobernación, aquel en cuyo tiempo en el edificio de Bucareli mereció que en Veracruz crearan y recrearan una leyenda bí­blica diciendo que “en Veracruz, como en Pekí­n, el que no ama a Mao… no es chino”.

PASAMANOS: Tercero, Anilú será una de los quinientos diputados federales y en donde de manera irremisible se perderá por completo, pues hay otros muchos con mentes brillantes.
Cuarto, de los 500 diputados federales, los priistas suman apenas, apenitas, 44, y todos caben en dos combis, cuando en otros tiempos, por ejemplo, la LIX Legislatura donde por vez primera perteneciera Osorio Chong eran 226 y significaban la aplanadora total.
Y cinco, en su tiempo como diputada local, Anilú fue protegida de Javier Duarte, el ex gobernador preso en el Reclusorio Oriente de la Ciudad de México, declarado por el CEN del PRI de Enrique Ochoa Reza como el polí­tico más, más, más corrupto en la historia nacional.
Entonces, la exreina del carnaval jarocho era la jefa máxima, digamos, a la altura de Ainara Rementerí­a Coello, Corintia Cruz Oregón y Dominga Xóchitl Tress.
Y aquel que se metiera con ella sabí­a que estaba condenado, más que el ostracismo, a una persecución. Incluso, a quedar en la mira huracanada del secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita.

CORREDORES: Y, sin embargo, y aun cuando navegará con vientos procelosos en contra, ella tendrá algunos beneficios. Por ejemplo:
A: Mientras Duarte está preso, y más de treinta duartistas viven en el penal de Pacho Viejo, ella ocupará un escaño en el Congreso de la Unión y podrá reinventarse con nuevas amistades y alianzas.
B: Sin duda alguna, estará protegida por su nuevo tótem, gurú y tlatoani, Miguel íngel Osorio Chong, coordinador de los trece senadores de la república de un total de 128 que serán.
C: En tanto cientos, miles de priistas seguirán en el desempleo los próximos seis años en Veracruz, ella seguirá viviendo del erario honrando la memoria de César “El tlacuache” Garizurieta, que “vivir fuera del presupuesto es vivir en el error”.
Y tal constituye una ventaja excepcional, más si se considera que el 70, 80 por ciento de los jóvenes de su edad viven del empleo informal en que suelen clasificarse los empleados de los puestos de fritangas en la ví­a pública.
D: La pronta resurrección del PRI está en chino. Podrán tardarse dos, tres sexenios en regresar al poder imperial y faraónico tanto en el paí­s como en Veracruz.
Y por añadidura, nada fácil serí­a que de priista afiebrada que ha sido, Anilú se vuelva, digamos, una militante de MORENA, ahora cuando en nombre de la república amorosa las puertas están abiertas.

RODAPIÉ: La exreina del carnaval, a donde llegó ví­a Telever, fue estrella de rock en los sexenios de Fidel Herrera Beltrán y Javier Duarte.
Pero luego de doce años de esplendor y resplandor rojo, y debido a tantos excesos y abusos del poder faraónico, el PRI en Veracruz, a tono con el paí­s, sufrió la derrota más calamitosa de su vida.
Perdió la gubernatura, la presidencia de la república, las diputaciones locales y federales y el par de senadurí­as.
Simple y llanamente, de los 212 presidentes municipales en Veracruz sólo unos cuarenta son priistas,, y la mayorí­a, de pueblitos indí­genas y rurales.
Y de las 50 diputaciones locales entre unis y pluri, el tricolor solo quedó con tres curules y las tres pluris.
Y de las 30 diputaciones federales, el PRI perdió todas. Y sólo, claro, ganó una, para Anilú, y por la ví­a pluri, pues si hubiera ido de candidata uninominal se trataba de una derrota mil veces anunciada.
La exreinita del carnaval formó parte de las tribus fidelistas y duartistas que descarrilaron al tricolor.

BALAUSTRES: Con 44 diputados federales, en el mejor de los casos, el coordinador de la bancada roja, el incendiario guerrerense, René Juárez Cisneros, apenas, apenitas, podrí­a aspirar a unas tres presidencias en la Cámara Baja.
Y a tres presidencias de las más fuchis, quizá, digamos, la de Radiodifusión, la de Cultura, y en donde, ni baranda tocarí­a Anilú Ingram por más radiofónica y televisiva que pudiera considerarse desde cuando fue directora de Radio con Javier Duarte, su héroe de entonces, y con quien solí­a atragantarse de tacos parados en la avenida Américas de Boca del Rí­o en el puesto de Tomás.
Todaví­a peor: Héctor Yunes Landa será vicecoordinador de la bancada priista en el Congreso de la Unión y en el duartazgo, Anilú lo trató mal, dueña que se creyó del dí­a y de la noche y del destino común.
La vida es así­.
Lo decí­a Fidel Herrera. Hay tiempos de sumar y de sumarse y de sumirse. Y de “tirarse al piso” para sobrevivir.
Ni modo, los pobres y marginados de Veracruz, a quienes tanto amó cuando fue delegada federal de la SEDESOL, necesitarán esperar tiempos mejores de la exreinita de las fiestas de la carne.