Exigen justicia familiares de desaparecidos en Córdoba
•Roberto Carlos llegó hace tres semanas de León, Guanajuato; pero un grupo de hombres armados lo sacó de la casa de su madre este sábado
•Junto con otros dos jóvenes fue levantado
Antonio Osorio
Córdoba, Ver.- Roberto Carlos Ramos Castillo, de 24 años, no tenía ni un mes de haber llegado de León, Guanajuato, para ver a su madre y sus hermanos cuando fue alcanzado por la "ola" de violencia que se gesta en la región.
Junto con dos jóvenes más, fue privado de la libertad y está desaparecido, por lo que sus familiares se manifestaron ante la Fiscalía.
Todavía no se difundía la información en redes sociales cuando ya circulaban escritos donde los afectados acusaron al Gobierno del Estado de utilizar a sus grupos de Policías para seguir desapareciendo personas.
Cerca de las 14:00 horas del sábado, tres jóvenes, presuntamente comerciantes, fueron privados de la libertad por sujetos que viajaban en tres camionetas cerradas y tres coches.
Hombres portando armas largas y cubiertos del rostro, quienes afirmaron ser policías federales, entraron a una casa, ubicada en la avenida 10, entre calles 13 y 15, en el barrio de San Miguel.
Tras irrumpir violentamente, causaron daños y revisaron la planta baja y alta.
En presencia de su esposa Santi Mariani Tress Hernández y su madre Dulce Rosalinda Castillo Díaz, el joven fue sometido, tirado al suelo, esposado y golpeado por sus verdugos, que se lo llevaron en short, sin camisa y sin zapatos.
Roberto Carlos y su esposa vinieron de vacaciones hace 3 semanas, ya que radican en León, Guanajuato, donde se ganan la vida trabajando en hoteles, ella como camarera y él como empleado de una lavandería para hoteles.
"Antes que nada quiero pedirle a la presidenta municipal -Leticia López Landero, que haga algo- por todo lo que está pasando", acusó Santi Mariani.
Detalla que "uno viene de visita y lamentablemente mire lo sucedido. Estábamos mi suegra -Dulce Rosalinda Castillo Díaz-, mi esposo y yo en donde vende ella antojitos, cuando nos llegaron seis vehículos, tres eran camionetas cerradas y tres coches, llegaron golpeando y tirando todo, se identificaron que eran federales".
Eran como a las 2 de la tarde en la avenida 10, entre calles 13 y 15, cuenta, y agrega que "entraron golpeado a mi esposo, él estaba sentado, los hombres no nos dijeron por qué lo hacían, nomás llegaron así, de hecho a mí también me golpearon, le pegaron a mi suegra, y nos dijeron que si volteábamos nos iban a matar ahí; a mi esposo lo tiraron en el piso, esposado, le estaban pagando y se lo llevaron en short, sin zapatos y sin camisa".
Con más rabia que temor, la mujer señala que "era una camioneta Honda, tipo CRV, color arena, otra era como de la Toyota, color oscura, y otra negra, y eran dos coches, uno rojo y uno azul, de hecho los del azul cuando se jalaron todos gritaron “no tengan miedo somos federales, no va a pasar nada”, pero yo les dije que se identificaran porque si son federales deben de tener permiso para entrar a una casa y no me quisieron dar sus datos de hecho me pegaron y me amenazaron para que no los volteara yo a ver".
Ante la mirada de los familiares y varios vecinos, los sujetos se llevaron a los tres jóvenes, aunque de los otros nada se supo.
"Dijeron que se lo iban a llevar y que lo iban a presentar en la Fiscalía, pero yo les preguntaba que por qué delito si nosotros venimos de León, Guanajuato, allá estábamos trabajando y tiene tres semanas que llegamos", replica la esposa.
Insiste en que los supuestos policías "no me dijeron nada, nomás llegaron y anduvieron buscando arriba y se lo llevaron, no traían uniformes, venían de civiles, con la cara tapada y con armas largas".
Luego, narra, "se fueron toda la avenida 10, pero ya no vimos bien qué rumbo tomaron porque nos amenazaron que si nos asomábamos nos iban a matar".
Ninguno de los testigos pudo hacer algo para impedir que se llevaran a los jóvenes, ni pedir ayuda, porque a todos les quitaron los teléfonos celulares.
Más tarde, los familiares Roberto Carlos acudieron a la Fiscalía, primero para ver si era cierto que el joven era presentado ahí, pero al no tener pistas de su paradero, ahí mismo debieron poner la denuncia por su desaparición.
"Venimos a poner una denuncia porque dijeron que lo iban a traer a la Fiscalía, pero no nos han informado nada y queremos que nos lo regresen", señaló la esposa del joven.
Ahí recordó que "cuando me acerqué para decirle a los sujetos que nosotros somos gente de trabajo y que Roberto Carlos no tiene roce con gente de ningún tipo fue cuando me pegaron".
Por su parte, Imelda Ramos Castillo, hermana del desaparecido, reclamó que "por eso yo estoy aquí, queremos una respuesta de lo que pasó y saber ¿por qué no nos han dado información de él?, creo que sí lo trajeron para acá, ya nos hubieran dado una respuesta".
Las mujeres aseguraron que su ser querido no tiene problemas con nadie, tampoco antecedentes penales, "él allá en León se dedica a la lavandería de ropa en los hoteles y yo soy camarista", reiteró la esposa, quien mostró las marcas que le dejaron los golpes que le originaron sus agresores.
Cabe señalar que horas después de la desaparición de los jóvenes circuló en las redes sociales un supuesto comunicado de los familiares afectados, donde pidieron al gobernador electo, Cuitláhuac García Jiménez, investigar a altos mandos de la Secretaría de Seguridad Pública, así como al propio gobernador Miguel íngel Yunes Linares, por presunta complicidad en casos de desaparición forzada.
El reporte indicó que los policías de Miguel íngel Yunes Linares, acusados en grupos especiales y sin uniformes están llevando a cabo la detención de personas a "diestra y siniestra".
SE MANIFIESTAN ANTE LA FISCALíA
Al mediodía de este domingo, familiares de los jóvenes que el sábado fueron privados de la libertad por sujetos armados, en el barrio de San Miguel.
Portando pancartas, el grupo de mujeres, reclamó a la alcaldesa Leticia López Landero y al gobernador Miguel íngel Yunes Linares, los afectados llegaron a la calle 9, entre avenidas 7 y 9, donde se plantaron, bloqueando el paso.
"Por favor, queremos justicia, queremos que nos devuelvan a Roberto, queremos a nuestro familiar. Es una persona honesta y trabajadora. ¿Ese era el cambio que decían que iba a haber?, viene uno de vacaciones y nomás viene uno a que lo secuestren, por favor señor -Fiscal- ayúdenos. Queremos justicia, ¡que alguien salga a hablar con nosotras!", gritaban los afectados a media calle y bajo el intenso calor del mediodía.
"Presidenta municipal, Leticia López Landero, el pueblo de Córdoba está cansado de tanta injusticia. Nuestro familiar fue sustraído de nuestra vivienda.
Alzo la voz en nombre de todas las familias de desaparecidos.
Ayer fue sacado un hermano, marido e hijo, por un grupo que se presentó como federales. Tienes 7 meses", decía una de las pancartas.