La vida por un hijo
El galán otoñal, Leopoldo Domínguez Armengual, secretario de Turismo, ha de considerarse el padre más amoroso del mundo. Por ejemplo, en él último tramo de la yunicidad azul ha logrado la patente de notaría pública para uno de sus hijos. Fast track. Por dedazo. Brincándose todas las bardas, y en caso, digamos, de que las haya cumplido, sólo cubierto el protocolo. ¡Bendiciones, pues! Ni hablar, lo mismo que la yunicidad criticó en otros tiempos a Javier Duarte y Fidel Herrera está haciendo ahora. Y es que, bueno, para "los amigos, justicia y gracia" que decía Benito Juárez.