•Ha pasado un año de la detención de uno de los más grandes jefes de la mafia en el sur del estado sin que haya noticias de su proceso, menos por el caso del multihomicidio de la colonia Calzadas, donde murieron cuatro niños

El pasado primero de julio, se cumplió un año de la detención de Hernán Martí­nez Zavaleta, El H, y cuatro de sus presuntos cómplices, quienes fueron asegurados mediante un operativo de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) de la PGR.

El presunto jefe criminal fue apresado en Villahermosa, cuando presuntamente se dirigí­a al caribe mexicano huyendo del acoso de las autoridades en Coatzacoalcos, que le buscaban porque presuntamente mandó matar a una familia, los dos padres y cuatro niños, hijos del matrimonio.

En un comunicado, la PGR lo acusó de portar drogas y armas cortas al momento de su aseguramiento. Además, se le vinculó como jefe del grupo Los Zetas en el sur del estado de Veracruz, Tabasco, Chiapas y Oaxaca.

Al presunto jefe de la mafia, además, se le asoció con el secuestro de seis personas, y el gobierno del estado de Veracruz, por su cuenta, le acusó de haber ordenado el homicidio de seis personas en Coatzacoalcos, cuatro de ellos menores de edad.

Pese a que pasó un año de este escándalo que cimbró e indignó a Coatzacoalcos, ni la Fiscalí­a General del Estado ni la PGR han dado noticias sobre alguna sentencia o formalización de las acusaciones contra el jefe criminal.

En las versiones que circularon después de la detención de El H, se dijo que el padre de los cuatro niños asesinados, habrí­a participado en la ejecución de Bernardo Cruz Mota, un asociado de El H, a quien le tení­a alta estima.

Cruz Mota fue atacado en la puerta de su casa, en la colonia Benito Juárez Norte, el 23 de junio, en redes sociales posteriormente circuló un video con imágenes de los agresores dándose a la fuga.

El 24 de junio del 2017, antes de las tres de la tarde, pistoleros ingresaron a una humilde vivienda en la colonia Nueva Calzadas. Un hombre y su esposa veí­an la televisión y tomaban los alimentos con sus cuatro hijos menores de edad.

Los pistoleros los asesinaron a todos y rápidamente se dieron a la fuga.

Al dí­a siguiente, fue sepultado Cruz Mota, a su entierro, la mayorí­a de los asistentes, concurrieron de color blanco. Lí­deres de taxistas, empresarios y algunos integrantes de la alta sociedad de Coatzacoalcos, asistieron al entierro. De no ir, sabí­an el tamaño de la ofenda al jefe.

Para sorpresa y disgusto de la familia, personal de la Fiscalí­a General arribó, con apoyo de la Marina, al panteón donde le iban a depositar, y se llevaron el féretro, ya que no se le habí­a practicado la autopsia.

Por esa omisión, fue cesado el fiscal regional, así­ como el delegado de servicios periciales, pero la acusación formal contra H por el multihomicidio en la Calzadas, se desconoce.

La administración actual ofreció una recompensa por uno de los autores materiales de la masacre, Alain López Sánchez, La Liebre. Originario de Las Choapas, se desconoce su paradero desde hace más 12 meses. Ni el ofrecimiento de recursos para dar con él ni las autoridades han logrado ponerle tras las rejas.

Aunque el H resultó detenido a finales de junio, pasaron varios dí­as para recibir la vinculación a proceso por parte de la PGR. Fue hasta septiembre, cuando el Juzgado de Control del Centro de Justicia Penal Federal de Xalapa fijó la vinculación a proceso contra Hernán Martí­nez y tres personas más de su banda, íngel Alberto Ramí­rez, La Hormiga; Vidal Hernández Juárez, El Satán; y Juan Adiel Garcí­a Lezama; El Primo.

Junto a estas personas, también se detuvo a Guadalupe Hernández Hérviz, quien presuntamente era la segunda al mando en la estructura delictiva de El H, y además, pareja sentimental de Juan Adiel.

Tras la caí­da del H, la violencia en Coatzacoalcos alcanzó niveles insospechados, al grado de que el 2017 cerró con más de 100 homicidios dolosos, cifra que este 2018 podrí­a incrementarse, según las proyecciones con los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

Actualmente, hay una guerra entre el Cártel de Jalisco Nueva Generación y lo que quedó de la estructura de Los Zetas, conocidos ahora como Zetas Vieja Escuela, uno de sus lí­deres, Sergio Enrique Calderón Quintanilla, El Cursi, es buscado por las autoridades con una recompensa de 500 mil pesos, así­ como por el Cártel de Jalisco, que ofrece un millón de pesos.