Y ahí­ se plantaron reclamando tranquilidad y paz pública… La presidenta municipal, Ofelia Jarillo Gasca, rebasada por completo… No puede, claro… Tampoco pudo el gobernador Yunes pacificar Veracruz en un semestre como ofreció y garantizó en campaña electoral… Tampoco ha podido Enrique Peña Nieto con los carteles y cartelitos y la delincuencia común… Y, bueno, allá el presidente y cada gobernador con sus desafí­os, pues en el mes de abril Veracruz ocupó el primer lugar nacional en feminicidios… El cuerpo de una mujer, decapitada, apareció flotando en el rí­o Jamapa… Otra mujer más asesinada en Cacahualco el fin de semana…

ROMPEOLAS: Dieciocho meses y una semana después, la yunicidad ha fracasado… Caray, en 40 dí­as, Fernando Gutiérrez Barrios pacificó Veracruz… Se fue a la raí­z del problema… Encarceló al cacique Luis Rivera Mendoza, de Huayacocotla, quien a los 7 dí­as de la toma de posesión de don Fernando, emboscó y mató y dieron el tiro de gracia a una familia, entre ellos, una niña de dos años… De inmediato, el llamado “Hombre-leyenda” por Carlos Salinas, envió a su gran equipo de seguridad por ellos, los detuvieron y los internaron en el penal de Pacho Viejo… Esa misma semana, detuvo y encarceló a los caciques de Chicontepec, Justo y Roberto Cabrera… Después, encarceló al cacique sureño, Cirilo Vázquez Lagunes, en el penal de Allende… Entonces, el otro cacique temido y temible, Toribio Gargallo, “El toro”, puso “barbas a remojar” y de plano, huyó de Veracruz, y fue ajusticiado en un fuego cruzado cuando Dante Delgado Rannauro era el relevo de Gutiérrez Barrios nombrado secretario de Gobernación… Miguel íngel Yunes Linares llegó al principio de Peter…

ASTILLEROS: “Todos los dí­as hay ejecuciones” han dicho el obispo de Córdoba, Eduardo Patiño Leal, y el arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios, y quien, por cierto, revelara que un sobrino fue secuestrado y dí­as después, todo golpeado, lo liberaron… Los municipios de Coatzacoalcos y Córdoba están considerados los punteros del infierno en la tierra jarocha, aquella “noche tibia y callada de Veracruz” de Agustí­n Lara, el paraí­so terrenal que asombrado exclamara Alejandro de Humboldt en 1800… De norte a sur y de este a oeste, “la muerte sigue teniendo permiso”… En el lado oficial enfurece decir que estamos igual o peor que con Javier Duarte… Pero más allá de la analogí­a, toda vida humana es invaluable… Y la incertidumbre y la zozobra siguen pegando por más y más y más que en la cancha yunista aseguren que el í­ndice delictivo va en caí­da libre, hacia abajo… Mucho se duda, por ejemplo, a partir de que en Tlapacoyan, la población bloqueó la carretera, conscientes y seguros de que en otras ocasiones, la yunicidad ha enviado a su cuerpo policiaco para con el tolete y la macana por delante desistir a la población, como fue el caso, por ejemplo, el primero, en Las Choapas cuando los ciudadanos se rebelaron por el secuestro de la esposa de un ganadero y la policí­a los pulverizó, molestos sus jefes porque habí­an integrado una guardia comunitaria…

ARRECIFES: Los pobres agradecen al gobernador Yunes les regale despensas alimenticias una vez al mes (aun cuando en la última entrega les adelantaron dos despensas por el asunto electoral)… También le agradecen el chequecito bimensual extra… Y que lleve a un montón de jóvenes a un dí­a de campo en el rancho “La cartuja”, ex propiedad de Arturo Bermúdez Zurita, y lo declare campamento soñador juvenil… Se entiende el millón de paisanos migrantes en Estados Unidos por el gran fracaso de la polí­tica económica y cuyo único logro es que la secretarí­a de Desarrollo Económico se convirtiera en un club de burócratas cafetómanos… Pero… la inseguridad es el pendiente número uno de Veracruz por encima del desempleo, el subempleo y los salarios mezquinos… Y allí­, el fracaso imperdonable del bienio azul… Quizá habrí­a convenido que igual que Plutarco Elí­as Calles y Francisco Ignacio Madero que se comunicaban con los suyos a través de los médiums, Miguel íngel Yunes Linares se metiera en un viaje esotérico con Fernando Gutiérrez Barrios (a quien llamó “El jaranero”) y le pidiera algunos consejitos para combatir a los carteles, cartelitos y delincuentes comunes…

PLAZOLETA: La inseguridad se agrava por la impunidad… Una realidad avasallante, por ejemplo, es el número de feminicidios, secuestros, desapariciones, crí­menes, robos a casas habitación y negocios, atracos en la ví­a pública, etcétera, en el sexenio anterior, y otra realidad adversa es la impunidad… Con todo y que, por ejemplo, la mayor parte de los 19 reporteros asesinados en el duartazgo, más los tres desaparecidos, hayan sido atraí­dos por la Procuradurí­a General de la República… Pero la impunidad cabalga en Veracruz intocable, entretenidos como están en quemar los pepeyotes a un alto funcionario que salió bueno para la enagua y escenifica un reality-show público…

PALMERAS: Por todos lados es inadmisible el asesinato de tres mujeres en tres dí­as en Tlapacoyan… Sólo falta que como es su costumbre, el secretario de Seguridad Pública diga, por ejemplo, que se debió a la violencia intrafamiliar… O como en el caso de las dos menores asesinadas en Rí­o Blanco argumente que eran narcas, y una de ellas, amante del jefe de la plaza… O los cuatro niños, menores de diez años, asesinados con sus padres como una venganza de los narcos contra el padre traidor… O el silencio abrumador con el crimen de un niño y su profesora en Tantoyuca, la tierra del cacique norteño, Joaquí­n Guzmán Avilés, secretario de Desarrollo Agropecuario y la familia en la nómina oficial… La inseguridad, con los feminicidios, entre otros agravantes, es el talón de Aquiles de la yunicidad…