Y que el municipio de Puebla (allí­ donde el exgobernador Rafael Moreno Valle impuso a su esposa de candidata del PAN a la silla embrujada de palacio), es puntero en el feminicidio.
Y que los municipios de Monterrey, Nuevo León con 240 denuncias del crimen de mujeres, y Tijuana, Baja California con 235 y Ciudad Juárez, Chihuahua, con 125, ocupan el segundo, el tercero y el cuarto lugar en feminicidios.
Y que en Tamaulipas hay 5 demarcaciones (Reinosa, Matamoros, Nuevo Laredo, Tampico y Ciudad Victoria) donde se cometen el mayor número de crí­menes de mujeres.
Y que los municipios de Toluca, Ecatepec, Nezahualcóyotl y Chimalhuacán, en el estado de México son campeones, con todo y Alertas de Género.
Y no obstante, por ningún lado Veracruz aparece.
En el otro cachete de la moneda, el Secretario Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública documenta que Veracruz ocupa el primer lugar en feminicidios, en tanto las ejecuciones siguen aumentando de manera gradual.

DOS. Ranking de la muerte

Hipótesis A: En efecto, el feminicidio es más cruel, bárbaro, sórdido y siniestro en otras entidades federativas y en Veracruz, según la ONG, la estadí­stica de la muerte femenina es menor, con todo y que cada mujer asesinada es una vida frustrada.
Hipótesis B: En el sexenio anterior, los muertos de mujeres y hombres, niños y ancianos, solí­a minimizarse.
Incluso, igual que ahora, pocas, excepcionales veces en el duartismo Veracruz figuró en el ranking de la muerte.
Acaso, y cuando fue inevitable, Veracruz convertido “en el peor rincón del mundo para el gremio reporteril” como lo declararon ONG del paí­s y del exterior.
Tal cual, ahora, también estarí­an ocultando la verdad al desnudo.
Hipótesis C: El secretario de Seguridad Pública dice que la muerte de mujeres en Veracruz se debe a la violencia intrafamiliar. Un Veracruz lleno de machos violentos. Y así­, la tierra jarocha está lejos de criminalizar a las mujeres. Mueren por otras razones, menos por las caracterí­sticas de un feminicidio.
Y por añadidura, el bajo perfil de Veracruz.
Con todo, significarí­a un manipuleo de los hechos.

TRES. Feminicidios en el limbo

La página roja de algunos medios está llena de sangre femenina, con todo y que la autoridad se ponga roñosa y sostenga, igual que Idheas, que una cosita es el feminicidio y otra la trata de blancas y otra la violencia intrafamiliar y otra el montón de mujeres que se abstienen de una denuncia penal por miedo o sufrir represalias.
Pero, bueno, una es la percepción de Idheas, otra la sensación alimentada por los medios, y otra la realidad según el SESNSP.
Bastarí­a referir que varios meses después nadie sabe el destino de las 3 edecanes y modelos de Amatlán y Córdoba desaparecidos sin dejar rastros.
Ni tampoco se sabe nada de los homicidas fí­sicos e intelectuales de la Fiscal de Pánuco asesinada “con alevosí­a, ventaja y premeditación”.
Ni menos se sabe de las diez edecanes desaparecidas en Xalapa en el sexenio anterior.
Ni del par de mujeres (dos señoras, una de Paso del Macho y otra de la Ciudad de México) desaparecidas en el puerto de Veracruz luego, se dijo, de una fiesta swinger en un motel.
Según Idheas hay en el paí­s un total de 8 mil 798 casos de feminicidios y mujeres desaparecidas en la impunidad, con los estados de México y Tamaulipas de punteros, y en donde Veracruz está excluIdo.

CUATRO. Violencia por todos lados

Los polí­ticos discursean garantizando “el derecho a las mujeres a una vida libre de violencia”.
A: Feminicidios fuera de control… así­ Veracruz, según la ONG, esté fuera de los lugares alarmantes.
B: Con todo y la llamada “Cuota de género”, las oportunidades limitadas para las mujeres en la vida pública.
C: La desigualdad económica en los sueldos de las mujeres que desempeñan el mismo trabajo que los hombres.
D: El montón de mujeres en los Solecitos y Colectivos buscando a sus hijos desaparecidos.
E: Las miles de mujeres indí­genas en las 8 regiones étnicas de Veracruz condenadas al trabajo en la casa, sin ninguna expectativa de desarrollo personal.
F: De las 800 mil personas mayores de 60 años, un 60 por ciento, mujeres, y la mayorí­a sin pensiones, y en el caso de quienes la tienen una pensión de hasta mil 500 pesos mensuales.
G: Y de ñapa, una vida con violencia.

CINCO. “La muerte tiene permiso”

En el estado de México, el 59 por ciento de las mujeres desaparecidas son niñas y adolescentes.
Y, bueno, la misma estadí­stica se ha de reproducir en el resto del paí­s, entre ellos, Veracruz.
Antes, el ex Fiscal Luis íngel Bravo Contreras, prófugo de la justicia, sostení­a que aquí­ hay trata de blancas y que ubicara en Costa Esmeralda, como punta del iceberg, y se extendí­a hacia Coatzacoalcos.
El sacerdote José Alejandro Solalinde Guerra, director fundador de “Los hermanos en el camino”, con sede en Ixtepec y filial en Acayucan, siempre ha referido que las mujeres migrantes de América Central son reclutadas por los malandros ya para el trabajo sexual con ellos y/o en sus redes de prostitución.
Pero el feminicidio alcanza también, y por ejemplo, desde trabajadoras de antros hasta maestras.
Y diecisiete meses después del duartazgo, la estadí­stica de la muerte sigue irrefrenable, con todo y que Idheas deje fuera a Veracruz.