Bermúdez, acusado de desaparición forzada y delitos contra el erario.

Es así­ como la ex coordinadora de Comunicación Social de Javier Duarte de Ochoa, Marí­a Georgina Domí­nguez Colio, hoy llega a un año presa en Pacho Viejo, donde pese a estar privada de su libertad no pierde su predilección por la buena vida.

Un año atrás, la otrora “vicegobernadora” del sexenio duartista, fue aprehendida por agentes ministeriales de la Fiscalí­a General del Estado por presunto enriquecimiento ilí­cito, peculado, tráfico de influencias y probable participación en las creación de empresas fantasma.

“La Juana de Arco” de Javier Duarte -bautizada así­ por sus periodistas afines- resultó detenida en la capital del estado, cuando salí­a de un evento público del Comité Estatal del PRI, donde ella participaba en su papel de Presidenta de la Fundación Colosio.

Ella es señalada de haber colaborado y conformado una red de empresas fantasmas que saquearon poco más de 4 mil millones de pesos durante los primeros 4 años de gobierno del exmandatario priista y durante el lapso de quien ocupó su lugar, el aún diputado federal, Alberto Silva.

En ese año tras las rejas, Domí­nguez Colio intentó ampararse en varios ocasiones pero en todas fue rechazada por la justicia federal.

El último golpe lo recibió el pasado 18 de mayo, cuando la juez de su caso, determinó ampliar su estancia en Pacho Viejo por el tiempo que dure su proceso, es decir, hasta la sentencia.

Los custodios cuentan que a diferencia del resto de la población, la vocera no la ha pasado mal, y la ubican como "la favorita del CERESO”, pues cuenta con algunos privilegios.

En su estancia, donde convive con 10 mujeres, por ejemplo, se construyó una especie de cuarto de madera para darle privacidad a su baño.

Así­, mientras el resto de las internas deben exhibirse ante sus compañeras si quieren realizar sus necesidades fisiológicas, usar el lavabo o darse una ducha, en la celda de la Madame se realizaron los arreglos materiales para evitarle ese bochorno.

De igual forma, su cuarto los últimos 365 dí­as dispone de un televisor, aunque pequeño y en forma de cubo, se ha vuelto un tesoro apreciado por las presas, quienes se reúnen a ver la novela por las tardes.

La televisión se encuentra empotrada en una caja de madera que también mandó a hacer la ex vocera duartista, la cual es útil para que esté elevada y todas las presas puedan ver el aparato sin dificultades, y también evita que se la lleve algún interno o los custodios, cuando hay requisas.

Por eso la caja de madera en la cual se encuentra la TV, cuenta con un candado, y su llave, sólo la tiene la Madame.

Para entender el grado de "preferencia" o poder que detenta Gina Domí­nguez en Pacho los custodios recuerdan que en una requisa del pasado le quitaron su televisor con todo y caja, pues nunca encontraron la llave para sacarla.

No obstante, con la autoridad que la distingue y la perspicacia de obtener lo que desea, al paso de unas horas la televisión fue empotrada de nuevo.

Uno podrí­a pensar que la comida, la buena comida, es de las cosas que más extrañan los internos, pero a Gina Domí­nguez no le pasa eso, ya que diariamente hay trabajadores que le llevan el menú del dí­a para el desayuno, comida y cena.

Además, antojos y sus bebidas favoritas forman parte de sus alimentos, los cuales comparte con todas las presas de su estancia.

Es decir, Gina Domí­nguez le da de comer a alrededor de 10 internas que se han vuelto sus amigas; mientras que el resto consume la comida para la población.

Bien se sabe de la cercana amistad de Gina Domí­nguez y de Juan Antonio Nemi Dib, ambos presos en mencionado penal bajo la medida cautelar de presión preventiva; aunque a los hombres y mujeres no se les permite tener contacto, sí­ existe un acercamiento entre ellos.

Se comenta que las mujeres pueden ir a ver los partidos de pelota al área varonil, lugar en el que a distancia se logran saludar los exfuncionarios cercanos a Javier Duarte.

Ahí­ se encuentran Arturo Bermúdez, Francisco Valencia, Mauricio Audirac, Juan Antonio Nemi y Roberto González Meza, quienes por estos dí­as también están por marcar en sus celdas el dí­a 365.

El jefe de los duartistas, Javier Duarte de Ochoa, acaba de ser imputado por la Fiscalí­a General del Estado, por el presunto desví­o de unos 220 millones de pesos que estaban destinados a obras de agua potable.