D: Un Mando Policial Unificado.
E: Homologación salarial.
F: Combate a la impunidad.
G: Redoblar vigilancia en puntos neurálgicos como Coatzacoalcos, Xalapa, Veracruz y Poza Rica.
(Córdoba, el centro del infierno, quedó fuera, sin embargo, pecado de omisión).
Más, pues, de lo mismo.
"El Cuarto de Guerra" del candidato tricolor ha fallado.
Les faltó treparse a la azotea para mirar la realidad.
Quizá les hizo falta leer el cuento de Italo Calvino donde un niño se trepa a un árbol y mira el mundo de lejos y a lo lejos y desde entonces decide vivir en el árbol porque la vida y el paisaje y el horizonte se aprecian mejor.
Y en perspectiva, que faltó a los pepistas.
También, claro, a los otros, pues diecisiete meses y medio después, Veracruz sigue como rí­o de sangre y valle de la muerte.

EL DIAGNÓSTICO DE PEPE

Fue en Coatzacoalcos, el municipio declarado el peor rincón de Veracruz para vivir.
Allá reprodujo el diagnóstico oficial.
Quinto estado en homicidios dolosos.
Segundo estado en feminicidios, con todo y dos Alertas de Género.
72 mujeres violentadas y asesinadas solo por ser mujeres.
Quinto lugar nacional en extorsiones.
Segundo lugar nacional en secuestros.
Primer lugar nacional en robo de ganado.
Más de diez mil cabezas de ganado robadas únicamente en el sur de Veracruz.
Sexto lugar nacional en robos a casa-habitación con violencia.
Entonces, el candidato priista expuso su llamado Plan Estratégico de Seguridad Ciudadana.
Pero, caray, algo faltó.
Parecieran que de pronto, zas, los teóricos y pragmáticos del búnker rojo solo cortaron propuestas, pegaron y bendijeron la carpeta.
Mejor la harí­an leyendo a Sherlock Holmes, a Superman, al Hombre/araña..., para extraer ideas.
Y más porque el candidato habló de un plan transversal que ningún campesino, ningún indí­gena, ningún obrero entiende palabritas domingueras y/o académicas.

"ESTAMOS PEOR"

El candidato tricolor, sin embargo, ha puesto "el í­ndice en la llaga purulenta".
Estamos peor que en el sexenio anterior en materia de seguridad ha repetido en varias ocasiones.
Pero...
Pero la grandeza y la alteza de miras cayó en tierra infértil.
Y más cuando, y por ejemplo, solo parece haber repetido la estrategia del bienio yunista, aquella, entre otras, de que se necesita, ¡vaya descubrimiento!, "duplicar el número de cámaras de videovigilancia", y que por cierto, tiene enfrentados a los presidentes municipales de Xalapa, Coatzacoalcos, Minatitlán y Poza Rica, todos de MORENA, con la yunicidad azul.
Más todaví­a:
En tanto el candidato panista a gobernador planteó dí­as anteriores crear el ultra contra súper Centro de Inteligencia, ahora el candidato priista habla de Unidades Especializadas de Respuesta Inmediata para dar el golpe mortal a la delincuencia organizada y común.
Felipe Calderón Hinojosa fracasó.
Enrique Peña Nieto está fracasando.
Ningún gobernador del paí­s ha tenido éxito en su polí­tica de inseguridad.
¿Cómo, entonces, abrigar esperanzas para apagar el infierno en que estamos atrapados y según parece, sin salida?

DE ESPALDAS A LA POBLACIÓN

Hay, claro, novedades:
Una. "Si la economí­a crece y genera empleos... se distenderá la inseguridad y la violencia".
Dos. Aplicar las recomendaciones de las Alertas de Género.
Tres. Botones de alerta ciudadana fí­sicos en zonas turbulentas.
Cuatro. Perseguir el dinero del crimen organizado... (y que, como se sabe, es incumbencia federal).
Y cinco. Señales celulares en los penales... (y desde donde, y por lo general, salen las extorsiones a la población).
Ya se verá si el Plan Estratégico de Seguridad Ciudadana del candidato priista cuaja en el ánimo de la población electoral para convencer a cada ciudadano de que Pepe Yunes es la mejor opción para gobernar Veracruz los próximos 6 años.
Por lo pronto, un buen impacto con los planes que poco a poco ha ido presentando en la campaña cí­vica de norte a sur y de este a oeste.
Y, bueno, quizá convendrí­a que imprimieran (enriquecidos y detallados) los planes expuestos al momento en especies de trí­pticos, por ejemplo, para repartir en la población con el objetivo de que lo conozcan mejor.
Incluso, abriendo foros alternativos para escuchar a la población ví­ctima de la inseguridad galopante "en la noche tibia y callada" de Agustí­n Lara que está convertida en una noche turbulenta y huracanada.
Y es que por lo general, los candidatos a gobernador suelen llegar a un mitin...
Pronuncian su discurso incendiario...
Salen corriendo de prisa y con aprisa al mitin siguiente...
Viven rodeados de sus guardias pretorianos que por lo regular les endulzan el oí­do...
Y nunca escuchan a la población para retroalimentarse.
Y lo peor, el cuarteto cree, está convencido, cierto, de que así­ van bien.
La mujer candidata..., jugando béisbol en Tihuatlán (y al mejor estilo de AMLO).
El candidato de MORENA llamando bodoque al candidato del PAN.
El candidato del PAN, soñando con su municipio exitoso.
Y el candidato priista, repitiendo parte de la estrategia de seguridad del gobernador Yunes.