Aprender, como decí­a el viejo maestro del pueblo, haciendo… Aterrizando la teorí­a con la práctica, y más considerando que la práctica, el hacer, el ser, es más fecunda… Un corto fue sobre el viaje esotérico de tres amigos por las drogas en que terminan mirando visiones… Otro sobre el viaje de una hija a otra ciudad para estudiar… Y el tercero, sobre el debut de una chica artista en una obra teatral y en donde la muchacha es insegura y tí­mida, y al mismo tiempo, su profesora se pasa de tueste en el autoritarismo…

ROMPEOLAS: Todo, claro, en la vida es perfectible… Quizá los alumnos pudieron tener la asesorí­a de los maestros para filmar un mejor corto, empezando desde el guión (el escrupuloso y riguroso cuidado de los diálogos) hasta los lugares escénicos… Y ni se diga, la elección de los actores… Y aun cuando se diga que la creación es hija de la imaginación, también es hija de la experiencia y las vivencias y de la formación académica, las lecturas y los viajes… Pero, bueno, se valora el esfuerzo de los estudiantes, por lo que son y pueden significar… Y más, porque entre ellos mismos compitieron para elegir el mejor guión y filmar… En un principio, fueron quince los cortos presentados a los maestros y los profe seleccionaron a los tres expuestos la tarde sabatina en un restaurante donde cobraron 50 pesos de entrada, con derecho a una botella con agua y/o una cerveza…

ASTILLEROS: El CIBEF ofrece talleres, seminarios y diplomados alrededor del cine y la fotografí­a… La plantilla de colaboradores está integrada por 41 profesores y personas ligadas al arte cinematográfico… También otorgan becas… Los estudios son entresemana y el viernes en la tarde y sábado en la mañana… En la plantilla académica hay maestros reconocidos en su área y quienes significan, digamos, los primeros apuntes para incursionar en el cine… Y en tanto dan el brinco a una licenciatura, los alumnos pueden integrarse a la escuela de cine “Luis Buñuel”, de la Universidad Veracruzana, en Xalapa, y/o el gran salto a la Ciudad de México en la UNAM, entre otras posibilidades… Digamos así­ que el CIBEF lleva de la mano para que el aspirante redescubra sus capacidades, talentos y aptitudes y se afiance en su vocación… Y más, en una profesión tan rudamente competitiva, donde han de seguirse los pasos, entre otros, de Salma Hayek, Ana de la Reguera, Adriana Fonseca y de la tabasqueña Martha Higareda, quienes incendiaron sus naves en el paí­s y volaron a Estados Unidos, la meca del cine en el mundo…

ARRECIFES: En el festival de cortos del CIBEF el sábado anterior la mayorí­a de espectadores eran jóvenes… Muchachos soñando con el cine como profesión, oficio y actividad… Unos, como guionistas y productores, y otros como actores… Y otros más, debutando con su primer corto… Todos, contagiando su entusiasmo en el primer paso de una larga y extenuante y agotadora carrera profesional por delante… Ellos, jóvenes menores de veinte años, platicando de los grandes directores de cine y sus filmes con profundo conocimiento… Mirando la vida desde los ojos de una cámara cinematográfica… Cumplen así­ con el primer atributo para ser y hacer, como es la pasión inalterable por la vocación elegida… Y si a la pasión se agrega la vocación, entonces, están del otro lado… Lo decí­a Ví­ctor Hugo, la inspiración es 90 por ciento talento y 10 por ciento trabajo fí­sico… Lo corrigió Ernest Hemingway, la inspiración es 90 por ciento de trabajo fí­sico y 10 por ciento de talento… En todo caso, a los dos les faltó anotar la pasión… Lo decí­a Alfonso Reyes, la vida es cien por ciento disciplina… Disciplina y pasión son el nombre de la creación…

PLAZOLETA: En el Palacio de Minerí­a en la Ciudad de México, Gabriel Garcí­a Márquez y Carlos Fuentes Mací­as anunciaron que incendiarí­an sus novelas y cuentos porque la realidad era más interesante que la ficción… Por ejemplo, hay una realidad avasallante que, se entiende, los escritores de Veracruz y también los investigadores de la Universidad Veracruzana, por ejemplo, salvo uno que otro caso excepcional, están dejando pasar… Es el Veracruz de los muertos, los desaparecidos, los sepultados en fosas clandestinas, los feminicidios, la migración y el creciente, imparable desempleo y la desintegración familiar que generan… Los cineastas de la tierra jarocha tienen, entonces, una realidad social fuera de serie que bien podrí­an documentar en un corto, en un filme, por ejemplo, de igual manera como en Ciudad Juárez, de pronto, los cineastas extranjeros llegaron para filmar pelí­culas sobre los feminicidios, quizá la más conocida de todos aquella donde actúan Jennifer López como reportera y Antonio Banderas como director de un periódico…

PALMERAS: La vida misma, claro, con sus emociones y altibajos, sus pasiones desbocadas y sus iras contenidas, con sus claroscuros, significa una fuente de sabidurí­a y de inspiración temática para el cine… Y si los polí­ticos, por ejemplo, necesitan siempre un jefe de prensa, un vocero, redes sociales, los muertos y los familiares de los muertos también requieren de un director de comunicación social para dejar testimonio de una lucha inacabable por la justicia, la búsqueda más frenética en la historia humana… Y es que el cine ha de ser con sentido social, y más en un paí­s donde seis, siete quizá, de cada 10 habitantes están atrapados y sin salida en la pobreza, la miseria y la jodidez… El arte ha de estar al servicio de la población, y más el arte cinematográfico, porque su efecto es universal, a partir del impacto de la imagen en el corazón humano…