Hay de todo.
Algunos, quizá, fueron elegidos con el gran ejercicio democrático de todos los tiempos llamado “La tómbola”, reproduciendo el modelo de la loterí­a nacional como es “pegar al gordo” y sin jugar”.
Otros, igual que en los otros partidos, cachando los llamados “cartuchos quemados”. El éxodo de unos priistas y unos panistas, y otros incoloros, mejor dicho, gente pragmática que se mueve de acuerdo con los vientos huracanados para sacar raja del árbol caí­do, y/o en todo caso, “a rí­o revuelto ganancia de pescadores”.
Hay, además, gente que perderí­a la elección del rey feo o de la reina del carnaval. Incluso, perderí­a la candidatura “a la flor más bella del ejido” y del “Mango Petacón” de Medellí­n.
Pero, bueno, como en MORENA todo cabe y a todos aceptan, “en gustos se rompen géneros”.

PASAMANOS: El peor caso de MORENA está, por ejemplo, en Puebla.
En Puebla, con el caso del ex priista de todos los tiempos, Mario Marí­n, el famoso “góber precioso”, aquel que a través de sus policí­as y jefes judiciales secuestrara en Quintana Roo a la escritora y periodista, Lidya Cacho, por su libro “Los demonios del Edén”, en que documentó la relación de varios polí­ticos con la pedofilia.
Y es que el góber precioso, primero, desertó del PRI, luego de que lo ungieron en el más alto cargo público de un polí­tico como es la silla embrujada del palacio.
Y ahora, es de MORENA, con AMLO.
Su hijo Mario Marí­n junior, y sus hermanos Luz Blandina, Enrique y René Marí­n, y su ex secretario particular, Iván Garcí­a, más amigos y compadres, en un total de 51, están ya en Morena, y algunos son candidatos a diputados y otros jefes de campaña y otros operadores.

CORREDORES: En Veracruz, sin embargo, “los mal paridos”, que así­ terminó llamándoles Miguel íngel Osorio Chong, ex secretario de Gobernación y candidato pluri al Senado, fueron palomeados como candidatos al Congreso local.
Uno. Gustavo Moreno Ramos, por el distrito de Misantla y ex lí­der magisterial, ex diputado local y federal por el PRI.
Dos. Fernando Arteaga Aponte, por el distrito de Veracruz, ex regidor en el Ayuntamiento jarocho y ex funcionario de primer nivel en la secretarí­a de Educación con Juan Maldonado Pereda y Javier Duarte.
Tres. Gonzalo Guí­zar Valladares, por el distrito de Coatzacoalcos, ex diputado local por el PRI, fallido candidato del tricolor a presidente municipal por su pueblo, ex amigo y aliado del gobernador Yunes, (quien tantos favores le dispensara) y ahora dirigente estatal del PES, aliado con el PT y MORENA.
Cuatro. Ana Mí­riam Ferráez Centeno, por el distrito de Xalapa, ex panista, y fallida candidata a diputada local.
Cinco. Rosa Hernández Espejo, por el distrito de Veracruz, ex militante del PRD y ex regidora.
Seis. Dulce Marí­a Romero Aquino, por el distrito de Camerino Z. Mendoza, ex presidenta municipal del PRD en el pueblo, y ahora en la cancha del tabasqueño. Su hermano Enrique, ex presidente del CDE del PRD y ex diputado local y federal, fan que fue, o es, de Marcelo Ebrard Casaubon, a través de su cuaderno de doble raya, el doctor Elí­as Miguel Moreno Brizuela.
Y siete. Mónica Robles Barajas, una de las duartistas más encendidas en el Congreso local, candidata pluri a diputada local de MORENA.

RODAPIÉ: Se ignora si en la mirada electoral de la elite de MORENA en Veracruz (Manuel Huerta Ladrón de Guevara, Rocí­o Nahle, Amado Cruz Malpica y Cuitláhuac Garcí­a Jiménez, entre otros), los candidatos a diputados locales generarán votos suficientes para ganar y amacizar más a AMLO.
Se ignora si por el contrario, las puertas de MORENA les fueron abiertas ante la escasez de nombres y figuras para rellenar los espacios.
Se ignora si apostarán a ganar, como en el caso fuera de duda de Fernando Arteaga Aponte, Gustavo Moreno Ramos, Rosa Hernández Espejo y Dulce Marí­a Romero Aquino, trepadas en las valencianas de AMLO y que constituye la apuesta del “Cui”, como él mismo lo expresara semanas anteriores de que tiene la confianza absoluta en ganar en las urnas, simple y llanamente porque AMLO irá en la boleta.
Y más, porque en algunos casos de los nominados son tan mesiánicos que parecen hijos de Hugo Chávez cuando decí­a “El pueblo soy yo”.

BALAUSTRES: Las candidaturas de MORENA al Congreso local expresan los peores males de la vida civil, como son el autoritarismo, el absolutismo, la monarquí­a, la dictadura y la tiraní­a, entre otros, y que se resumen en la frase bí­blica de Enrique González Pedrero con su biografí­a sobre Antonio López de Santa Anna:
“El paí­s de un solo hombre”.
En la percepción ciudadana, por ejemplo, hay la creencia de que Rocí­o Nahle y Cuitláhuac, candidatos al Senado y a la gubernatura, quedaron en Veracruz con “hacha, calabaza y miel”.
Y ellos expresaron “las últimas palabras” del ritual priista para elegir a los candidatos y sólo pasaron copia a AMLO.
Algunas candidaturas, por ejemplo, son derrotas anunciadas, caso, una vez más, de Fernando Arteaga Aponte, llamado a convertirse, por su biografí­a priista, en la peor.
Pero, bueno, cuando se llega al mesianismo ilustrado, todo es posible.