Perseguido político
Manuel Rosendo Pelayo es todo un galán. Tiempo heroico, subliminal, cuando fue presidente municipal. La buena vida... que para eso mismo sirve también el poder público. Ahora, sigue enfrentando la denuncia penal del alcalde de San Andrés Tuxtla, Octavio Pérez Garay, por desviación de recursos y empresas fantasmas. Claro, él se dice inocente. Que hay una intriga azul. Que es un perseguido político de la yunicidad porque se negó a traicionar al PRI, su partido. La ley ha de ser pareja.