Antes de caer en manos de presuntos elementos de la Policí­a Federal, Iván Joel Acosta Islas era un mecánico que se ganaba la vida comerciando automóviles en el puerto de Veracruz.

Desde mayo del 2013, no se sabí­a nada de él. Durante cuatro años y 10 meses permaneció desaparecido después de haber sido llevado por la fuerza, ahora se suma a la lista de personas que han sido identificados entre los restos rescatados en la gran fosa de Colinas de Santa Fe.

Martha Virgen Islas Cárdenas, madre de Iván Joel, relata que su hijo apareció en la fosa 72 de Colinas de Santa Fe, en dí­as pasados.

Después de mucho batallar ante las autoridades, sus restos fueron identificados formalmente por las pruebas de ADN. Los mismos ya fueron entregados y ella los sepultó.

Durante el tiempo de búsqueda, dice Martha Virgen Islas Cárdenas, no se cansó de andar por las dependencias del gobierno de Veracruz buscando informes puntuales sobre el paradero de su hijo.

Ví­a telefónica relata el gran dolor que le representó la búsqueda que durante años no dio resultados por la ineptitud de las autoridades que trabajaron en la Fiscalí­a General del estado hasta el año 2016.

Entre 2013 y 2016 ,acusa, el trabajo de la Fiscalí­a en la búsqueda de su muchacho, prácticamente fue nulo. No hubo la mí­nima voluntad para encontrarlo o cuando menos investigar a uno de los responsables, elemento de la Policí­a Federal.

Durante todo ese tiempo fue hablar con la pared cuando iba a pedir informes al ministerio público que llevaba el caso de su denuncia, bajo el expediente 653/13.

Como en la mayorí­a de los casos en esos años, el gobierno de Javier Duarte de Ochoa se caracterizó por el lento o nulo avance en las investigaciones cuando se trataba de una denuncia de desaparición forzada.

Martha Islas dice que es desaparición forzada porque en el caso de su chico participó un elemento de la Policí­a Federal, el cual está plenamente identificado en la denuncia por la desaparición.

La desaparición fue afuera de la casa de dicho elemento, en el fraccionamiento Flores del Valle, el 7 de mayo de 2013.

Eran los dí­as de la violencia, de cuando las personas eran sacadas de sus casas o de la ví­a pública por comandos armados que circulaban con plena impunidad, sabedores de que andaban trabajando con la complacencia del gobierno.

Sobre el motivo por el cual su hijo fue llevado por el comandante de la Policí­a Federal, lo desconocen, pero está segura que el asunto no era con él, sino con otra chica que a su vez también está reportada como desaparecida y que fue otra ví­ctima de ese dí­a.

En total tres personas desaparecieron a manos de presuntas autoridades ese 7 de mayo de 2013 en el sitio mencionado sin que la Fiscalí­a General del Estado, que estaba en manos de Amadeo Flores Espinosa, hiciera su trabajo.

Hasta la fecha, "no se ha agotado ninguna lí­nea de investigación por el caso. El policí­a federal no rindió con verdad su declaración", relató la madre a este reportero.

Sobre los otros dos chicos desaparecidos ese dí­a, en el mismo evento, tampoco se tiene conocimiento. Ni se sabe si son buscados por sus familiares.

Sobre su hijo, lo recuerda como "una persona de bien", trabajadora", que siempre se las estaba ingeniando para ganar dinero.

Cursó una carrera técnica de agente aduanero, pero le gustaba la mecánica y los coches.

En alguna ocasión, después del paso del Huracán Karl en Veracruz, que dejó cientos de viviendas afectadas, él encontró un buen negocio en la reparación de los coches que se habí­an quedado inundados en el fraccionamiento Floresta.

Consiguió varios de ellos, los reparó y después los comercializó.

Su hijo -recuerda- se perdió "de ver a sus tres hijitos crecer de vivir tan pleno como él vivió y de no ver cuanto lo ama su madre que hasta encontrarlo paró".