Una chica de 17 años... violada por ocho policí­as, mientras otros daban toques eléctricos a su bebé.
Cacerí­a de jóvenes, acusados de que caminaban de manera sospechosa en las calles de Xalapa.
Personas detenidas porque iban hablando por celular... con los Zetas, pues eran sus "halcones".
Casas de seguridad en Xalapa y Coatepec, donde llevaban a los detenidos y los ultrajaban y los mataban y los desaparecí­an.
Cadáveres sepultados en los terrenos de la Academia de Policí­a, donde luego construí­an oficinas.
Las historias anteriores consignadas en las tarjetas informativas repartidas por la Fiscalí­a winckleriana a los reporteros cubriendo audiencias en el penal de Pacho Viejo.