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Viernes 09 febrero, 2018

El cazador de seres humanos

•Roberto González Meza, acusado de desaparición forzada, fundador y director de la Fuerza Civil, brazo armado y ejecutor de Arturo Bermúdez

•Ex elemento del Ejército Mexicano, es GAFE, del mismo grupo de tropas especiales de donde salieron los Zetas, quería que se escribiera un libro sobre la Fuerza Civil; costaría 5 millones de pesos editarlo

•Atrás de Lencero, versiones de que la Fuerza Civil operaba un panteón privado para desaparecer a sus víctimas

•En Coatzacoalcos una madre lo increpó por secuestrar de su casa a su hijo, sembró armas a un abogado para después asesinarlo/Por IGNACIO CARVAJAL/Foto de YERANIA ROLÓN

  • Roberto González. De cacería

  • Bermúdez. Sobaja a Fuerza Civil

Arturo Bermúdez lanzaba aspavientos en el paseo del malecón. Como un remedo de George Patton, ese 16 de octubre de 2014 arengaba e insultaba a la columna de hombres y mujeres que le miraban expresando su furia.

"No sean %&$/, hijos de su %·"*!", gritaba constantemente el Capitán Tormenta, en algunos casos, hasta cachetadas repartió para meterle disciplina a quienes serí­an presentados en unas horas ante Javier Duarte de Ochoa y el comisionado Nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido Garcí­a, y legisladores del PRI, como la salvación de Veracruz, la Fuerza Civil.

A unos pasos de él, con una fusta en la mano, el director y fundador de esa corporación policial, Roberto González Meza, teniente retirado del Ejército Mexicano, ex integrante del Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales (Gafes) y con docenas de cursos tomados en distintos paí­ses sobre insurgencia, contrainsurgencia, seguridad, etc.

Roberto González Meza, detenido por desaparición forzada y otros delitos junto a 18 ex mandos de la Secretarí­a de Seguridad Pública (SSP), saboreaba el éxito mientras algunas personas presenciaban el desfogue del Capi Tormenta desde los balcones del hotel Emporio.

En esos dí­as, González Meza ni se imaginaba estar tras las rejas acusado de un delito de guerra.

Los veracruzanos tampoco estaban preparados para lo que se volvió la Fuerza Civil, sinónimo de terror, miedo, sangre, muerte y desapariciones.

Por lo menos en el sur de Veracruz, la mayorí­a de las desapariciones forzadas están relacionadas con elementos de la Fuerza Civil, así­ lo consignan los integrantes de los distintos colectivos que se han venido formando en Coatzacoalcos desde el 2014, año en que Bermúdez y González Meza presentaron a Javier Duarte de Ochoa su nuevo cuerpo de policí­a integrado por 2 mil elementos.

“En alianza con las fuerzas federales, hemos construido un modelo ejemplar de combate a la delincuencia, mexicanos con gran determinación y firmeza que hoy cuentan con tecnologí­a de punta, mejor infraestructura y armamento de última generación. Esta es la nueva Fuerza Civil de Veracruz”, decí­a Duarte ufano a medios de comunicación.

No tuvo que pasar mucho tiempo para que Roberto González Meza comenzara con su senda sangrienta en el estado, que lo llevó a ser uno de los hombres más temidos y odiados, tanto entre colectivos de madres como entre miembros de la delincuencia organizada.

Toda la tecnologí­a y la capacitación a su disposición comenzaron a ser usadas para cazar personas, integrantes de grupos de la delincuencia, que eran desaparecidos o entregados a otros grupos rivales.

"La Fuerza Civil cuenta con plataformas de comunicación, armamento y tecnologí­a para actuar y responder de manera inmediata ante situaciones especí­ficas", informó el gobierno de Veracruz en el comunicado de ese 16 de octubre.

Después de la presentación, los invitados especiales presenciaron dos horas de maniobras de rescate por cielo, mar y tierra, así­ como el uso de binomios, helicópteros y despliegue de fusileros y franco tiradores para convencer a la concurrencia de que se estaba ante el segundo cuerpo de policí­a mejor equipado del paí­s, después de la de Nuevo León.

Roberto González Meza habí­a triunfado, Duarte de Ochoa aplaudí­a y abrazaba a Bermúdez y no paraba de felicitarlo ante la nueva fuerza.

En esos dí­as, los elementos de la SSP estaban totalmente desprestigiados ante las implicaciones con la delincuencia organizada de elementos y mandos, los casos de desaparición forzada y la poca eficiencia para contrarrestar los diversos delitos.

Muchos de esos oficiales, ahora se sabe, se fueron a las filas de la Fuerza Civil para cumplir con los dos mil oficiales. Solo les quitaron la camisola azul de la SSP y les dieron el traje caracterí­stico de la FC.

Hasta el helicóptero presentado en esa ocasión era de la SSP, sólo le quitaron el color de la secretaria y le cubrieron con pintura y logos de la Fuerza Civil.

Los 2 mil elementos presentados por González Meza y Bermúdez ese dí­a, no todos eran nuevos elementos, ni habí­an pasado las pruebas de confianza. El cuerpo policial se nutrió de lo mismo de la SSP, oficiales reprobados en confiabilidad y con falta de capacitación, además, con el ADN de perpetrar desapariciones forzadas.

Antes de los seis meses de su lanzamiento, la FC era parte de los escándalos nacionales por violaciones a los derechos humanos, el primer caso, en Coatzacoalcos, en mayo del 2015, eran señalados de haber perpetrado la desaparición de dos hermanos que habí­an salido del penal después de haber jugado un partido de pelota con familiares dentro del Cereso.

Los jóvenes no aparecieron, sólo su coche, dí­as después. Los familiares se manifestaron y cerraron el Puente Calzadas para exigir el regreso de los chicos. Los pusieron de vuelta, pero nunca estuvieron detenidos. Durante horas recibieron golpes y tortura de parte de los policí­as.

EL mismo mes, cinco trabajadores y taxistas de la ciudad no corrieron con la misma suerte.

José Manuel Cruz Pérez, Jhonit Enrí­quez Orozco, Héctor Manuel Facundo Ramos, Eliaquí­n Alvarado Villafuerte y Roberto Gallegos Osorio eran sacados de sus casas por sujetos vestidos de civil, con botas tácticas, armas largas y custodiados por patrullas de la FC.

Pese a las protestas y manifestaciones, los cinco ciudadanos de Coatzacoalcos nunca regresaron.

El jefe de la FC, cuando fue increpado por las familias, se burló y sugirió que habí­an tenido destino nada grato.

Cuando las familias de esas ví­ctimas se manifestaron, Bermúdez dijo en Coatzacoalcos: "la Fuerza Civil no se va ir solo porque las familias de los delincuentes se manifiesten", e inmediatamente ordenó desalojarlos violentamente, pese a la presencia de niños y adultos mayores.

La desaparición de los cinco quedó registrada en la agencia segunda del Ministerio Público bajo la carpeta 234/2015.

En marzo de 2016, también en Coatzacoalcos, la FC se volvió noticia con la sustracción de cuatro comerciantes a manos de sujetos que vestí­an, caminaban y se expresaban como policí­as.

Las ví­ctimas de este caso son Fausto Isaac Cruz Aviña, los hermanos Mariano Antonio y Jonathan Eduardo Anhedo Guillén y Cristian Francisco Hernández.

Las familias de nuevo se manifestaron cerrando vialidades en Coatzacoalcos, recibieron desalojos y golpes, el señalamiento siempre fue para la FC. Las casas donde se dieron estos secuestros resultaron saqueadas, en la de Cruz Aviña, de plano, se llevaron hasta las mascotas.

Ante las protestas, a los pocos dí­as aparecieron sin vida dos de los hermanos Jonathan y Mario Antonio Anhedo Guillén, presuntamente habí­an sido asesinados por otros delincuentes que fueron sorprendidos por las autoridades en un basurero cuando intentaban deshacerse de los dos cadáveres, y se dio un enfrentamiento donde la FC dio muerte a dos hombres y una mujer.

Pese a que el caso apareció en asuntos internos de la SSP, el director de esa área, Salvador Medina Gasca, nunca investigó. Medina Gasta era gran amigo de González Meza y de Bermúdez.

Otro de esos desaparecidos, Fausto Isaac Cruz Aviña, fue encontrado en avanzado estado de putrefacción en la autopista La Tinaja-Cosoleacaque, cerca de Juan Rodrí­guez Clara.

En mayo de 2016, el teniente González Meza fue enfrentado por la señora Lorena Javier Arias, quien le reclamaba le pusiera en su presencia a su hijo, Jorge Alvarado Javier, de 26 años, quien era un éxito abogado hasta que la Fuerza Civil los sacó de su casa, una madrugada, y se lo llevaron con rumbo desconocido.

Lorena Javier Arias encaró al ahora detenido durante una improvisada rueda de prensa en el malecón de Coatzacoalcos, en la cual daba a conocer los pormenores de un operativo lanzado en el fraccionamiento El Tesoro para detener a secuestradores, y el cual culminó en el ejido Las Barrillas, con un enfrentamiento donde murieron cinco delincuentes, entre ellos, el abogado.

La madre rogó, lloró y suplicó por tener de vuelta a su ser amado, ella no sabí­a que para ese entonces, el especialista de los Gafes ya habí­a armado todo su tinglado, le cambió la ropa al joven defensor, le puso zapatos y un arma de fuego. Los forenses y las investigaciones nunca han podido resolver este caso que permanece en la impunidad. La policí­a se lo llevó una madrugada y horas después es encontrado sin vida, con ropa distinta, y un arma larga.

En abril del 2016, son secuestradas por la FC las dos hermanas Bertha y Amada González Pérez en Papantla; el 23 de abril aparecen sin vida en un municipio vecino en el estado de Puebla, la familia acusó siempre una venganza de por medio, pues las dos chicas eran hermanas de Ciro González Pérez, el Puchini, o el Zeta 37, ex jefe del Cártel de los Zetas apresado en 2015 en Hidalgo.

El 17 de junio de 2016, aparece flotando en aguas del Rí­o Blanco los despojos de Mariana Galicia Galindo; ella estaba denunciada como desaparecida luego de haber sido detenida por personal de la FC, junto a su esposo, Gabriel Mayoral.

La FC los detuvo presuntamente por haber participado en una riña, y pese a los testigos, nada hicieron contra los elementos participantes, ni se siguió la investigación.

Ahora los familiares de todos estos agraviados albergan la esperanza de tener justicia.

El alto mando de la FC es apresado junto a José López Cervantes, alias “Comandante Black”, quien fue Comandante de la denominada Fuerza Especial.

Benigno Neftalí­ Rivera Acevedo, Carlos Baxin Ortiz, Cirilo Hernández Ceballos, Crescenciano Vega Domingo Daniel Garcí­a Gutiérrez, Darí­o Arroyo Elizondo, Domingo Santiago Santiago, Evaristo Sánchez Alarcón, Francisco Martí­nez Santiago, José Óscar Rodrí­guez Franco, Miguel Jiménez López, Nicanor Ixmatlahuaca, Óscar Paúl Mendoza Rí­os, Silvano Martí­nez Rivera, Francisco Méndez Flores

Otra de las andanzas del ex militar, se supo en el proceso de entrega recepción de la SSP, cuando los nuevos mandos localizaron un proyecto editorial que se llamarí­a "La Fuerza Civil", se trataba de un libro elaborado con el mejor papel, fotos a color en alta resolución y un texto firmado por Arturo Bermúdez en el cual se ensalzaba el cuerpo policial, con un costo de 5 millones de pesos para editar varios ejemplares, y el cual ya no se llevó acabo por aprietos financieros.

Personal de la SSP, desde hace varios meses, refieren anónimamente que otra de las creaciones perversas de González Meza fue un "panteón privado" conocido como "la barranca de la muerte", atrás de la academia de Lencero, entre Maltrata y Emiliano Zapata.

A ese sitio eran lanzados los cuerpos de las personas que Bermúdez y otros mandos ordenaban desaparecer sistemáticamente, la mayorí­a con antecedentes penales a quienes interrogaban para saber sobre las operaciones criminales y para sacarles dinero.

Los cuerpos, según versiones al interior de la SSP, eran lanzados desde los vehí­culos al fondo de un barranco, con varias pendientes, para terminar a varios metros, lejos de la mirada de curiosos.

El panteón fue descubierto a principios de 2016, y en esa ocasión, se recolectaron cerca de 12 cadáveres que estaban en la superficie de la barranca, al fondo, puede haber más, pero esta área no ha sido peinada completamente por las autoridades, ya que es necesario equipo especial para alcanzar el fondo de la barranca, y encontrar más cuerpos, dijo la vocera del colectivo Solecito de Veracruz, Lucí­a de los íngeles Dí­az.

Actualmente el estado de Veracruz encabeza las entidades con más caso de desaparición forzada denunciados en los últimos doce años, según informes de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos; la comisión Estatal contempla al menos 81 casos de desaparecidos donde están implicados servidores públicos.

En su comparecencia de enero pasado, el Fiscal General Jorge Wí­nckler reconoció que entre 2011 y 2017 se localizaron 225 cadáveres en fosas clandestinas, de los cuales 114 no han sido identificados por sus familiares y permanecen resguardados en Servicios Médicos Forenses de la entidad.


2 comentario(s)

11 Feb, 2018 - 10:09
Yo soy madre de una un jovencita estudiante de poza rica y así como han agarrado tanto desgraciado me gustaría ke lo hicieran acá y saber kien fue el maldito ke desapareció a mi hija ,espero tener una respuesta

Sergio 09 Feb, 2018 - 15:08
Mil ex policías sin control
En la calle ????
Y se preguntan porque aumento la delincuencia ???
Se requiere ser estúpido para soltar esa jauría de enfermos ex policías que ya conocieron el sabor de la sangre y conocen los mecanismos del secuestro y el robo
SSP manejado por ignorantes é inexpertos
Los responsables directos son el gobernador YOYOMAN y TELLE MARIE
los ciudadanos exigimos respuestas a este torpe Administracion

Sergio Torres Marin

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