"Carranza, $%&&$, regresa el dinero", "Carranza, tú eres petrolero, no nos quites el dinero", gritaban empleados del sindicato único de trabajadores al servicio del municipio de Coatzacoalcos (SUEM), quienes le declararon la guerra al edil morenista, en lo que parece el cisma de 31 dí­as de gobierno al que se suman otros eventos que lo tienen contra las cuerdas.

Ahijado polí­tico y compadre de la aspirante al Senado de la república por Morena, Rocí­o Nahle, Carranza Rosaldo nunca asomó la cara pese al reclamo de casi 2 mil sindicalizados lanzando consignas contra su naciente administración.

La marcha que comenzó en calles de Coatzacoalcos, terminó en el parque Independencia, donde Carranza tomó protesta hace unos dí­as, en medio de la gloria, el aplauso y la lisonja que hoy no se dejaron sentir. Hoy se manifestó el músculo del SUEM de Coatzacoalcos en medio del problema más grande que por el momento enfrenta.

Los obreros se mostraron molestos porque ya es la segunda vez que el morenista les atrasa el pago de la nómina, y el atraso llegó con el amago de bajar los salarios y privilegios a la casta privilegiada del SUEM.

Azuzados por su lí­der, ex regidor y ahora panista, Gersaí­n Hidalgo Cruz, las huestes sindicales amenazaron incluso con quemar el palacio si Carranza lleva adelante lo que ha llamado plan financiero para hacer más con menos recursos.

"Nos tiene que respetar, sino, quemaremos el palacio", gritaba un desaforado Gersaí­n Hidalgo Cruz a sus colegas del segundo sindicato más fuerte del estado después de el del puerto jarocho.

"Que baje, que baje, que baje", le gritaban airadamente los empleados sindicalizados, no obstante, ningún enviado de Presidencia se apersonó.

MARGINADOS

Durante el mitin se quejaron de la marginación, la soberbia y la poca atención demostrada por los nuevos morenistas.

"Nos han humillado y nos ofenden porque se creen tocados por dios", dijo otro de los oradores.

Recordaron acá el episodio de las escobas de raí­z de malva las cuales regresaron por considerarlas inadecuadas para sus labores de barrido.

La protesta duró poco más de dos horas, tiempo durante el cual el alcalde porteño recibió desde recordatorios a la progenitora de sus dí­as hasta amenazas de quemarle el ayuntamiento.

Los empleados se amotinaron después de que Carranza tomara las primeras decisiones para remediar el desastre financiero heredado por la pasada administración del priista Joaquí­n Caballero Rosiñol, antes ahijado polí­tico de Marcelo Montiel Montiel; y tomaron la determinación de irse a un paro laboral en tanto el edil no sea claro en sus declaraciones.

"Jamás dejaremos que toquen nuestras conquistas sindicales", reclamó el lí­der gremial que, según las versiones, ya está militando en el PAN después de haber dejado la regidurí­a, en la administración pasada, a la que llegó por Nueva Alianza.

ALCALDE CERCADO

Desde hace un mes que inició su gobierno, Carranza ha presentado diversos altibajos.

Llegó al poder con menos votos que el anterior alcalde, y en medio del torpedeo del gobierno de Veracruz por la guerra constante entre Miguel íngel Yunes Linares y Andrés Manuel López Obrador, lí­der máximo de su partido, Morena.

El primer gran reto fue la repartición de las direcciones y plazas laborales, tratando de quedar bien con los diversos grupos de la izquierda que se sumaron a Morena en Coatza.

Posteriormente, para la semana uno de nueva administración, la ciudad se hundí­a en la basura y la mitad de los camiones recolectores sólo eran cascajo y aceite quemado. Nubes de moscas se formaban en cada esquina maloliente.

Se tuvo que recurrir el municipio a la CTM, representada por Carlos Vasconcelos Guevara; candidato del PRI a la alcaldí­a en las elecciones pasadas, ex rival de Carranza Rosaldo, quien aportó camiones de volteo para integrar un plan de recolección emergente para sacar las casi 400 toneladas de basura que se generan diariamente.

En medio de eso, reventó la noticia de que el tiradero de Chinameca, donde el municipio proyecta un pago millonario para disponer de un relleno sanitario, es propiedad de la familia Quintanilla Hayek, ligados a la legisladora Rocí­o Nahle.

Otro conflicto que se granjeó el ingeniero morenista fue el choque con Yunes Linares por el tema de la inseguridad.

Carranza, Morena y Nahle alegan que el tema es responsabilidad del estado.

Yunes dice que no rehúye sus responsabilidades, pero ha buscado al edil para ponerse de acuerdo en acciones coordinadas, y "ni si quiera me contesta las llamadas".

También se publicaron los últimos datos de Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en Coatza, 102 homicidios, la ciudad más violenta del estado, y una de las peores del paí­s.

En ese contexto, se dio, a mediados de enero pasado, el secuestro del ex director de Ingresos, Elí­as Omry Gutiérrez Gordillo, quien ya renunció al cargo, siendo el segundo funcionario en abandonar la nueva administración.

Mientras Carranza afirma que se trató de una privación ilegal de la libertad, el gobernador atajó y expuso que sólo se habí­a tratado de una noche de copas, con una dama.

El Presidente reclama que puso denuncia ante las instancias competentes, pero en fiscalí­a ni si quiera hay carpeta por la noticia criminal, y a los elementos de la Unidad Antisecuestro enviados a tomar nota del tema, resultaron desairados por la familia y en el municipio; el alcalde, de hecho, ya hasta pidió el arribo del Centro de Inteligencia y Seguridad Nacional (CISEN).

En medio del descontrol polí­tico, y cuando el alcalde ya hací­a acercamientos con el mandatario en una reunión de seguridad a la que sí­ asistió el domingo pasado en la base militar de Minatitlán, su vocero, Roberto Pérez, por sus fueros, le respondió en un comunicado a Yunes Linares, le llamó mentiroso y "polí­tico perverso", más que "Fidel Herrera Beltrán.

Para rematar, ningún edil del cabildo ha salido a defender al alcalde. Ni si quiera los de su partido. Hasta donde se tení­an informes, ni si quiera los del Cabildo habí­an cobrado la quincena del 15 y la del 30 de enero.

Y no es que el municipio no cuente con dinero, en promedio, suman varios millones de pesos por el cobro de predial, y 48 millones de pesos tan solo de participaciones federales depositadas el 8 de enero pasado. Por eso los trabajadores se siguen preguntando qué le hizo al recurso.

En tanto, los empleados sindicalizados están en piquete de huelga y dejaron tirados los servicios públicos.

El municipio en un comunicado expresó que hay muchos vicios que deben ser corregidos en la nómina, pues anualmente, en promedio, se van unos 700 millones de pesos en servicios personales y el sindicato muestra sueldos muy elevados.

Datos entregados mediante la solicitud de acceso a la información 00423115 indican que en 2017 se gastaron 170 millones de pesos en nómina de sindicalizados, lo que es el 17 por ciento de un año de presupuesto para Coatza.

En medio de esos sindicalizados, hay unos 20 comisionados solo para las instalaciones sindicales, a quienes el municipio debe pagar.

Gran número de esos agremiados con privilegios son allegados y familiares del lí­der, como su esposa, Claudia Cabrera Guillén, que gana mil 200 pesos al dí­a como directora de una clí­nica del SUEM en donde ella ni si quiera sabe aplicar una vacuna.

Además, el lí­der sindical, al puro estilo de Nino Baxzi Mata o Estela Fentanes, tiene a sus hermanos en nómina, Haydee, Bibiana, Rey Antonio, a su padre y hasta a su suegra.

El dirigente, se comenta, está dentro del grupo de polí­ticos que ya están siendo reclutados por la campaña del panista Miguel íngel Yunes Márquez en su búsqueda del gobierno del estado.