Después, Cuitláhuac Garcí­a Jiménez. Y en tercero, Pepe Yunes Zorrilla.
“El chiquis”, como le llaman, el primogénito del gobernador Yunes (“Herencia monárquica” le ha llamado AMLO), tiene a “Productora México Covarrubias” de asesora de imagen.
Y en el ring electoral sus escenarios están pletóricos, llenos, repletos de gente.
Todos, según parece, contentos y felices, a tono, digamos, con el pueblo feliz con que sueña convertir a Veracruz, con todo y el baño de sangre de los dí­as y noches que corren.
Fotos trepadas en las redes sociales donde hay mucha gente. Incluso, gente con exceso.
Y al mismo tiempo, fotos de gran calidad, digamos, con la exigencia de la pulcritud y la limpieza profesional.
En las fotos comunica acciones. Movimiento, sin llegar, claro, al movimiento naranja del niño indí­gena aquel bailando en la escalinata.
Además, en las redes sociales ya treparon las propuestas concretas y especí­ficas con que “El chiquis” piensa hacer feliz al millón de indí­genas, a los dos millones de campesinos y a los tres millones de obreros, pues como dice Luiz Inácio Lula da Silva, “los ricos… solitos se procuran y cuidan”, aunque en últimas horas les ha ido mal en Veracruz, como el secuestro de una señora en Boca del Rí­o y otra en Coatzacoalcos.
Y la propuesta gira alrededor de un par de ejes claves. El primero, el “Municipio exitoso” en que, dice, convirtió a Boca del Rí­o que ha gobernador en dos ocasiones. Y el segundo, si su padre estabilizó a Veracruz luego del duartazgo, a él corresponderá el despegue y el repunte.

PASAMANOS: El politólogo Carlos Ernesto Ronzón Verónica, egresado de maestrí­a en la Universidad Complutense de España, y como alumno presencial, repasa las redes sociales de
Cuitláhuac Garcí­a, el precandidato de AMLO a la silla embrujada del palacio, “El cui”, como él mismo se ha llamado.
Su estrategia cibernética está en grabar los eventos polí­ticos que preside y en los que participa, como en las dos últimas giras de AMLO en Veracruz y que en conjunto sumarán catorce dí­as, y en donde, y por lo regular, ha caminado en silencio, como dama de compañí­a de “El peje”, trepado en sus valencianas, seguro y consciente de que como el tabasqueño irá en la boleta, tiene, por añadidura, la victoria electoral en las manos.
“Cui”, dice Ronzón, permite que con el video de sus eventos en las redes se aprecie todo.
Uno, la quí­mica y el buen karma con la gente.
Dos, el diálogo que suele desarrollar con la población electoral que asiste a los mí­tines, y en donde por lo general induce los hechos a la provocación en contra, claro, del gobernador Yunes y su hijo, sin detenerse para nada, igual que AMLO, en el pre/candidato del PRI y PVEM a la gubernatura.
“El Cui” lleva un paso adelante. En su Facebook trepó una foto de estudio, donde parece rejuvenecido sin que parezca tener los 49 años, marcando una distancia fí­sica, por ejemplo, de la diputada local, ex de MORENA, Miriam Judith González Sheridan, y quien tiene 52 años, la más viejita, la más madura, digamos, del cuarteto de precandidatos.
Y en el retoque fotográfico, “El Cui” podrí­a, digamos, levantar más expectativas gracias a que AMLO seguirá puebleando en Veracruz, que como dice Ronzón, viene por todo a la tierra jarocha.

CASCAJO: Pepe Yunes, dice Ronzón, es un buen candidato. Honesto “a prueba de bomba”. Decente. Totalmente decente. Respetuoso de la dignidad de los demás. Con una firmeza fuera de duda que enfrentó la cólera y la iracundia de Javier Duarte, por ejemplo. Y también de Fidel Herrera Beltrán.
Pero… pareciera que tiene enemigo en casa. Por ejemplo, en su oficina de prensa y comunicación social.
Un hecho: la pésima calidad de las fotografí­as y las imágenes circulando en las redes sociales.
A: con frecuencia él solito en la imagen, sin gente alrededor.
B: fotos con el estómago por delante, sin que la oficina de prensa se detenga, por ejemplo, en el lenguaje visual.
C: mí­tines con poca gente. Unas cuantas, a veces.
D: sin comunicar ni transmitir el liderazgo polí­tico y social, moral y ético, que el precandidato posee.
E: sin sensibilidad polí­tica, pues, y por ejemplo, han enviado a los medios fotografí­as donde aparece él solito en el presí­dium y/o frente a un auditorio inexistente, que por ningún lado se mira ni aprecia ni menos, mucho menos, se imagina.
Y lo peor: en un local…, donde al fondo aparece un aparato de aire acondicionado, quizá, por la elevada temperatura en el momento de.
Desde luego, mal por el fotógrafo que pareciera una Mata-Hari.
Pero más, mucho más aún, por el equipo de prensa responsabilizado de enviar tales fotografí­as a los medios, pero mucho peor, treparlas a las redes sociales.
F: fotos donde aparece con los dinosaurios del PRI que, cierto, fueron en tiempo histórico, pero que ahora nada significan ni representan para levantar y amarrar grandes expectativas electorales y lo que significa un flaco, flaquí­simo favor al pre/candidato.
Y más cuando por un lado Pepe Yunes dice que estuvo “con gente honesta”, y sin parezca una moralina ni nadie se declare ángel de la pureza, en las fotos aparece al lado de priistas bajo sospecha.