Secuestro sacude a Coatzacoalcos
•Plagio de sobrina de eminente empresario gasolinero y ex alcalde de Coatzacoalcos, Rogelio Lemarroy, indigna a las más altas cúpulas políticas y sociales
•La joven fue atacada y sometida cuando llegaba al colegio particular de más renombre a dejar a su hijo
•Fiscalía no ha confirmado ni desmentido el escándalo que cunde ya en redes sociales
•El tío, uno de los hombres más cercanos en el sur al gobernador Miguel íngel Yunes Linares
Por IGNACIO CARVAJAL
Después de un fin de semana productivo para el personal de la Unidad contra el Secuestro en el sur del estado, el plagio de la sobrina de un prominente empresario y político del sur, cimbró a la sociedad como a las autoridades desde Coatzacoalcos hasta el palacio de Gobierno en Xalapa.
La víctima, una sobrina del ex alcalde y empresario gasolinero Rogelio Lemarroy González. Lemarroy, apellido que en el sur es sinónimo de riqueza y prosperidad. El que una autoridad promedio jamás quiere ver inmiscuido en escándalos de seguridad.
Lemarroy González es el hombre más cercano al gobernador de Veracruz, Miguel íngel Yunes Linares, en Coatza.
Cada vez que el gobernador viene al sur, Rogelio Lemarroy, discreto, sin llamar la atención, está cerca del mandatario.
Y cuando puede, Yunes Linares se da cita en la casa del empresario para compartir los alimentos.
En una de esas últimas comidas, el año pasado, se dio durante una gira de Yunes Linares en Coatza para entregar diversas obras con el ex alcalde Joaquín Caballero.
En esa mesa, en la casa de Lemarroy, se sentaron los hombres de dinero y de la política contemporánea del puerto.
Pero el presente inmediato de esos hombres de dinero se vio afectado por el secuestro, la mañana del miércoles, de la señora Isis González.
Aunque se supo que diversas personas poderosas intentaron proteger la identidad de la víctima, para que no se publicara en medios de comunicación, fue tal el terror de los padres de familia que lo presenciaron, a la afueras de un colegio privado, que la avalancha no se pudo parar.
Los hechos se registraron a las 7:55 AM del miércoles afuera del colegio Pearson, el de mayor plusvalía en la ciudad, al que acuden los hijos de empresarios y de personas en el poder que a diario toman decisiones; el colegio de la clase alta por excelencia.
Diversos sujetos, en más de dos vehículos, arribaron para someter a la víctima, a quien cazaron cuando arribaba a dejar a su hijo. Ella es casada con un sobrino del empresario gasolinero Rogelio Lemarroy y la cercanía con la familia, es fuerte.
La víctima fue cobrada y llevada a un sitio desconocido.
Sobre los hechos, la Fiscalía General del estado no ha emitido informe alguno. Pese a que el fiscal general, Jorge Wínckler, ha sido cuestionado en redes sociales sobre el incidente, ha guardado hermetismo.
Las redes sociales de inmediato se llenaron con especulaciones y datos sobre el hecho de violencia. La sociedad de Coatza, los círculos sociales más altos, se sacudieron. Se trata del primer gran escándalo del 2018, protagonizado por el drama de una familia adinerada y querida, porque es sabido que el empresario Rogelio Lemarroy, es altruista.
Por una parte, quienes reclamaron y exigieron justicia, y los indignados por la creciente ola de violencia en el sur.
De enero a noviembre de 2017, indica el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, Coatzacoalcos cerró con 102 víctimas de violencia, y por lo menos en caso de secuestro, Coatza y Mina están por debajo de Xalapa, que presenta el primer lugar.
Este caso se genera a unos días del ingreso de la Policía Militar a Coatzacoalcos y Mina, enviada por el mandatario Veracruzano para reforzar las tareas de vigilancia y combate a la delincuencia común.
En la ciudad también hay un destacamento de la Policía Federal que fue traído por el esfuerzo del gobernador del estado y de empresarios, así como líderes de cámara, precisamente, para contrarrestar los delitos de alto impacto.
No obstante, los hechos de violencia siguen a la orden del día, el fin de semana anterior, por ejemplo, la Policía Federal y la Unidad Especializada en Combate al Secuestro liberó a dos personas que habían sido secuestradas en Nanchital, a uno de ellos, trabajador de Pemex, lo liberaron de un campamento, en medio del monte, donde los maleantes, al puro estilo de las guerrillas colombianas, lo mantenían contra su voluntad, amenazando a su familia para conseguir dinero a cambio de su libertad; otro comerciante oriundo de Las Choapas resultó liberado de una casa de seguridad en Nanchital la madrugada del domingo.
Y la semana pasada, también, irrumpió en redes sociales el video de un operativo de la policía en la colonia Divina Providencia, supuestamente para detener a un agresor que les había disparado. Se trata de dos sujetos que cayeron en manos de la ley al intentar escapar después de haber dado muerte a un joven, hermano de otro chico que cinco días antes había sido baleado y llevado con vida al hospital. A este chico le dieron muerte por haber visto el rostro de los que atacaron a su hermano.