Egresado de la facultad de Leyes de la UNAM, tiempo que cursara cuando trabajaba en la subsecretarí­a de Educación con su paisano César Uscanga, sexenio de Luis Echeverrí­a ílvarez, Zeferino es, además, un polí­tico honesto.
En el Fidelato, por ejemplo, fue nombrado director de Prevención y Readaptación Social. Y apenas se sentada en el despacho privado sonó el teléfono rojo. Eran los malandros. Una voz le dijo, luego de presentarse:
“Dime tu número de cuenta para un depósito mensual, como hací­amos con tu antecesor”.
Zeferino colgó el teléfono sin contestar.
Dí­as después, otra vez la misma voz en el bejuco telefónico.
“Yo te aviso” le dijo.
Entonces, habló con su padre y le contó el incidente. Y su padre le sugirió que renunciara.
Y al dí­a siguiente, contó la historia al gobernador Fidel Herrera Beltrán y le entregó la renuncia escrita que llevaba.
“No te asustes. Sigue” le dijo Fidel.
Zeferino Tejeda se fue. La sucesora, una mujer, terminó el sexenio. Y por alguna razón, claro, serí­a.

PASAMANOS: Tejeda Uscanga fue titular del OPLE en otro tiempo cuando el organismo tení­a otro nombre. También funcionario electoral del entonces IFE en la región Veracruz-Boca del Rí­o. Tiempo aquel cuando andaba de escuela en escuela creando y recreando conciencia cí­vica para mover voluntades a las urnas.
Luego, cuando las puertas se cerraron en los organismos electorales transitó a otra vida. Y llegó al CDE del PRI como secretario de Acción Electoral. Tiempo de Ricardo Landa, el famoso “Gato modorro” que trepado en un caballo relinchado lo tumbó en el corral.
Zeferino ha sido “borracho, pero también cantinero” como se dice en la jerga laboral, social, y hasta polí­tica, para definir el estado de un trabajador que lo mismo ha estado de un lado que del otro.
Y por añadidura, la vida le ha permitido conocer los grandes secretos de las dos partes. El águila y el sol. El dí­a y la noche. Lo bueno y lo malo. El derecho y el revés. El sol y la luna.
Quizá por eso mismo el nuevo presidente del CDE del PRI, Américo Zúñiga Martí­nez, lo invitó a dirigir la barca electoral en las 5 elecciones a disputarse en las urnas el primero de julio, a saber, diputaciones locales y federales, senadurí­as, la presidencia de la república y la gubernatura.
Y más, por su amistad invariable con Pepe Yunes Zorrilla, el pre/candidato del PRI y el PVEM a la jefatura del Poder Ejecutivo Estatal.

CASCAJO: La maquinaria electoral del tricolor ya fue aceitada y aun cuando en la cancha polí­tica alardean que por ahora el PAN, PRD y MC va en el primer lugar de la preferencia, y MORENA en segundo, y el PRI en tercero, nadie puede cantar victoria.
En polí­tica como en el béisbol, un segundo antes de finalizar el partido la tendencia puede cambiar, mejor dicho, cambia.
Pero con Zeferino Tejeda al frente de Acción Electoral, respetado y respetable, sin ninguna mancha en su vida no obstante haber manejado fondos públicos y partidistas, los operadores polí­ticos son ya afinados.
En cada municipio y región geográfica, el aparato partidista está caminando, resucitando a una nueva vida y a una nueva esperanza.
Y más, cuando en el carril de enfrente intentan descarrilar al tricolor cacareando, por ejemplo, en las redes sociales, y desde el anonimato, que algunas de sus élites han desertado.

RODAPIE: Fue el caso, por ejemplo, de Marcel Montiel Montiel, dos veces presidente municipal de Coatzacoalcos, dos veces diputado local, secretario de Desarrollo Social y delegado federal de la SEDESOL, de quien afirmaban que ya estaba en el ring azul.
Y ahí­ sigue, firme, en el PRI, incluso formando parte del llamado “Cuarto de guerra” de Pepe Yunes.
También el caso de Mario Zepahua Valencia, el cacique de la montaña negra de Zongolica, de quien cacarearon su deserción cuando, caray, ahí­ sigue, y más, mucho más, luego de que su hija, la diputada federal, Lillian Zepahua, fue ratificada como secretaria General del CDE con Américo Zúñiga.
Y es que Zeferino Tejeda sabe sumar, más aún, en tiempos adversos.
Su trayectoria y resultados se imponen.

POSTES: Tejeda Uscanga posee otras cualidades y atributos.
Ha sido, por ejemplo, profesor arrastrando el lápiz y el gis en el salón de clases.
Ha lanzado y participado en campañas de alfabetización enseñando a leer y escribir.
Enseñó a los pescadores a pescar con mayor productividad.
Rehabilitó niños en el sistema de Prevención y Readaptación Social.
Cabildeó de norte a sur y de este a oeste de Veracruz como vocal ejecutivo del Centro Estatal de Desarrollo Municipal.
Fue secretario particular de un subsecretario de Estado y de un secretario de Educación y de un gobernador y más allá de llevar la agenda pública y particular funcionó como un cabildero polí­tico, que significa la nueva mí­stica de tal desempeño.
Funcionario electoral desde el IFE, ahora INE, y el OPLE, funcionario público que ha sido y operador partidista, su biografí­a pública es de las más completas en Veracruz.
Una nueva encomienda en puerta. Quizá una de las más importantes de su vida. Antes, en el echeverriato, al lado de César Uscanga, el entonces subsecretario de Educación Pública estuvo en la antesala de la candidatura a gobernador. Uscanga perdió la vida en un accidente automovilí­stico y el legí­timo sueño se frustró.
Ahora, de nuevo, la posibilidad de entrar al palacio de gobierno de Xalapa se abre para Zeferino Tejeda al lado de Pepe Yunes.
Cada partido polí­tico con su candidato y gente de confianza están ya en el carril para convencer a la población electoral de votar por ellos.
Ya se verá, como dice el chamán, “de qué cuero salen más correas”, con mejores estrategias, con un cabildeo eficaz, con un candidato vendible en el ánimo social, con un proyecto social concreto y especí­fico y con operadores eficientes.