Once cabezas decapitadas tendidas en el cofre de taxis y automóviles. Cuatro en Sayula, el viernes doce. Dos, en Minatitlán. Cinco en la carretera Alvarado-Cosamaloapan.
Y en los tres paisajes del terror y el horror, narco-cartulinas. Firmadas por el mismo Cartel. Cartel Jalisco Nueva Generación, el más poderoso, se afirma, del paí­s. Y en el mundo.
Además, la estadí­stica del Sistema Nacional de Seguridad Pública de que Acayucan, el municipio paso de los migrantes, ocupa el liderazgo en el paí­s luego de que el año anterior la inseguridad aumentara en un tres mil cien por ciento.
Más los feminicidios. Más los infanticidios. Más la impunidad, pues una cosita, terrible, claro, es el rí­o de sangre y el valle de la muerte, y otra, que los crí­menes se acumulen y amontonen y pocos, excepcionales, casi casi ninguno, sean esclarecidos con todo y asesinos intelectuales y materiales presos.
Al momento, luego de seis polí­ticos asesinados (entre alcaldes en funciones y electos y exalcaldes y exsí­ndicos), ningún caso aclarado.

PASAMANOS: Dijo Pepe Yunes:
“No se habí­a vivido así­ nunca antes. Lee uno en los medios que las personas descabezadas se replican en el sur. La misma imagen en el norte y en el sur. Y no la merecemos”.
Así­, precisó que por ningún motivo la incertidumbre y la zozobra deben de politizarse. Y que aun cuando es un tema nacional “se ha rebasado al Estado”.
Tal cual, un Estado de Derecho (fallido) ante un Estado Delincuencial.
Un Estado de la Legalidad frente a un Estado de Sitio.
Un Estado ineficaz, principio de Peter, ante un Estado malandresco.
Nadie “puede vanagloriarse de un cambio… cuando hay más inseguridad, más violencia, más miedo, más angustia” (Notiver, 12 de enero, 2017).
Resumió, entonces, su visión de la realidad avasallante:
“Doce meses después, estamos empeorando las circunstancias de convivencia en Veracruz con el tema de la seguridad”.
La vida, pues, sostenida con clavos ardiendo y ardientes.
Y de ñapa, más cadáveres hallados en el que fue panteón clandestino de los malandros y de la secretarí­a de Seguridad Pública en el duartazgo.

CASCAJO: Ignacio Rey Morales Lechuga fue subsecretario y secretario General de Gobierno de Veracruz con Agustí­n Silvestre Acosta Lagunes, 1980/1986. Procurador de Justica en el Distrito Federal y Procurador General de la República. Comisionado Nacional de Seguridad Pública.
En el Chirinato fue emboscado con su esposa en la carretera a Poza Rica una tarde/noche, Miguel íngel Yunes Linares, secretario General de Gobierno.
El martes 10 de enero, Morales Lechuga publicó un artí­culo en el periódico “El Universal”, el mismito que el gobernador Yunes anunciara que demandarí­a por daño moral a partir de la publicación de una nota donde habla de su reloj de 6 millones de pesos.
Escribió el exprocurador de la nación:
A: “”El tema de la inseguridad es la corrupción de polí­ticos y policí­as, y atacando este flagelo (se) resolverí­a cuando menos la mitad del problema. En Estados Unidos existen órdenes de aprehensión contra cuatro ex gobernadores y están en proceso de investigación cuando menos otras cuatro y aquí­ en México no se sabe nada”.
B: “Municipios de Veracruz, Michoacán, Guerrero, Nayarit, Chihuahua, Sinaloa, Durango y otros estados son controlados por cárteles”.
Un experto, profundo conocedor en seguridad nacional, poniendo “el í­ndice en la llaga purulenta” del paí­s y de Veracruz.

RODAPIÉ: En el sexenio de Enrique Peña Nieto han asesinado a veintiséis alcaldes.
Pero en Veracruz, en los últimos dos meses han asesinado a seis (ex) ediles en total.
Hidalgotitlán, Ixhuatlán de Madero, Tenampa, Ixtaczoquitlán y Colipa, entre otros, se han enlutado, “haiga sido como haiga sido”, con la sangre de sus polí­ticos.
Además, la emboscada el lunes 8 de enero al presidente municipal de San Juan Evangelista, Andrés Valencia Rí­os, y también a su compañero de viaje, el productor citrí­cola, Juan Carlos Vázquez Bonilla, aun cuando horas después, la secretarí­a de Seguridad Pública, dijo que iban armados, sin el permiso correspondiente para portar pistolas.
Nada más impresionante para la gente sencilla que todos los dí­as vive con sencillez de norte a sur y de este a oeste como las cabezas decapitadas exhibidas, como en un tianguis, como en la feria del pueblo, como en una kermesse, como en el súper de la plaza comercial, sobre un automóvil y/o un taxi, nomás para aumentar el miedo “y el miedo al miedo” y el terror y el horror.

POSTES: Nadie pensarí­a que la elección de diputados locales y federales, senadores, presidente de la república y gobernador en Veracruz estará inducida por el narcotráfico.
Pero… un panista dice que miró y admiró con sorpresa la serie de Joaquí­n Guzmán Loera, “El chapo”, exhibida en Netflix, con guión del reportero y escritor Alejandro Almazán, cuatro veces Premio Nacional de Crónica y Premio Internacional de Periodismo otorgado por la Fundación “Gabriel Garcí­a Márquez” con sede en Colombia.
Y en la segunda parte, Genaro Garcí­a Luna, el súper policí­a de Felipe Calderón Hinojosa aparece con el nombre de “Genaro Sol” y que, según él, Miguel íngel Yunes Linares aparece con el nombre de “Miguel íngel Yáñez”.
Así­, el politólogo Octavio Rodrí­guez Araujo, maestro de la UNAM, escribió lo siguiente en La Jornada el dí­a once de enero, 2017:
“He tenido la curiosidad de ver en televisión todas las series y documentales que se han exhibido sobre narcos. Encontré un común denominador: los gobiernos, mediante instituciones, agencias o personas, han estado involucrados en el narcotráfico de una u otra manera, a veces favoreciendo a un cártel en perjuicio de otros, en otras ocasiones para desestabilizar zonas o paí­ses para que gane un candidato y pierdan otros o también para dañar deliberadamente a grupos sociales”.
En el rí­o turbulento y revuelto, cruel y bárbaro que estamos padeciendo, ningún ciudadano, ninguna familia, ningún pueblo de Veracruz, se merece, como dice el ex senador Pepe Yunes Zorrilla, la pesadilla que se repite como cucaracha todos los dí­as y todas las noches.