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Malecón del paseo
Viernes 12 enero, 2018

Micro/diccionario polí­tico

•Frases para entender el mundo
•“Una bella luz interior”

EMBARCADERO: Las siguientes frases célebres integran un micro/diccionario, primero, para, digamos, entender y comprender los resortes que mueven a los polí­ticos en Veracruz, y segundo, una especie de manual para quien sueñe con abrazar la carrera pública o ya esté y cruce “el pantano, sin mancharse”, como decí­a el clásico... Uno: decir a todos que se busca la felicidad del pueblo

Luis Velázquez

Dos: gritar a los cuatro vientos que “ni un quinto habrá para los medios”, y por añadidura, que “los medios han de vivir de sus medios”, pues ya basta que los polí­ticos los estén financiando… Tres: cacarear que “Voy por Karime” y que esté lista, porque así­ viva en la ciudad más cara del mundo, su destino es el penal de Pacho Viejo… Cuatro: repetir cuantas veces sea necesario que “el Fiscal (mi Fiscal) es el mejor del paí­s”… Cinco: revelar al mundo que “yo duermo poco” rastreando la pista de los malandros… Seis: confesar que “todos los dí­as me peso”, reproduciendo la convicción ideológica del pintor José Luis Cuevas, quien a diario se tomaba una fotografí­a para llevar el álbum de los cambios fí­sicos en su cuerpo… Siete: estremecer a México diciendo que “tengo el expediente negro de AMLO” y que se cuide, porque le sigo la pista…

PASAMANOS: Ocho: “lavarse las manos… para curarse en salud” y decir que “Javier Duarte a todos nos empin󔝅 Nueve: dejar claro que “en mi agenda ni loco tengo visitar a Duarte en la cárcel”, ni menos, mucho menos, llevarle las tortas de “La rielera” y “Los tacos de don Tomás” que tanto le gustaban y solí­a comer con su princesa Anilú… Diez: igual que el preso del Reclusorio Norte, repetir hasta el cansancio que “Veracruz es una potencia energética”… Once: alardear a las elites polí­ticas de la nación que “Veracruz es campeón en alfabetización”, sin necesidad de tener a los educadores de Fidel Castro, lí­deres mundiales en enseñar a leer y escribir… Doce: aun cuando la mitad de la población y la otra mitad ya lo saben repetir que “Javier Duarte es un pillo”, nomás para cimbrar a los 315 polí­ticos, servidores públicos, denunciados por la Contralorí­a en la Fiscalí­a azul del despojo de 48 mil millones de pesos… Trece: con las esposas puestas decir una y mil veces que si ya me detuvieron y soy huésped en el penal de Pacho Viejo “no estaré solo” y luego luego despepitar contra los duartistas, ellos sí­, corruptos…

ROMPEOLAS: La fama pública registra que una de las mayores felicidades de Fidel Herrera Beltrán era poner apodos a todos y que, bueno, forma parte, digamos, de la cultura en todos los pueblos a orilla del mar… En Alvarado, por ejemplo, la mayor parte de las personas son conocidas por los sobrenombres… Pero la práctica anterior también es el deporte favorito de Donald Trump, el presidente de Estados Unidos a quien un grupo de sicólogos de la academia siguen la pista todos los dí­as a sus hechos, acciones, tuitazos y actitudes para dictaminar que está loco… Trump también está enloquecido con los medios y a cada rato acusa a la prensa del paí­s más poderoso del mundo de que es la más deshonesta, corrupta y distorsionada del planeta… Más afiebrado está con su gran capacidad para ofender e insultar a quienes lo evidencian… Por eso, el dí­a cuando tomara posesión los cronistas dicen que su esposa Melanie se la pasó llorando, en ningún momento de felicidad, sino aterrorizada con los vientos huracanados de su carácter y temperamento que vendrí­an como es el recién caso con la publicación del libro “Fuego y furia dentro de la Casa Blanca”, del reportero y periodista, Michael Wolff…

ARRECIFES: En el Congreso de la Unión, un diputado federal del Movimiento Ciudadano de Dante Delgado Rannauro, de nombre Ernesto Ralis Cumplido, interpuso una curiosa iniciativa de ley… Su objetivo es prohibir las terapias de cualquier tipo que ofrezcan “servicios o tratamientos que pretendan cambiar la orientación sexual de las personas”… Todos los tratamientos, dice, para cambiar de sexo a la diversidad “han sido inhumanos y violatorios de sus derechos”… En la lista negra del gran fracaso sicológico y social y que con todo significa un jugoso negocio privado, figuran el suministro de hormonas, las relaciones sexuales forzadas, la castración, los electrochoques y las terapias sicológicas… La homosexualidad, deja claro la iniciativa en base a la Organización Mundial de la Salud, en ningún momento “es una enfermedad, ni tampoco un trastorno mental ni tampoco un problema emocional, sino una variación natural de la sexualidad humana”… Un sicólogo dice que en una reunión de diez amigos, uno, mí­nimo, dos quizá, pertenecen al tercer sexo… Basta ya, entonces, de homofobias y transfobias… Luego de hablar sobre filosofí­a en la plaza pública, Sócrates y Séneca se iban a los baños públicos para juguetear con sus efebos…

PLAZOLETA: En Francia, una nueva pelí­cula de la fascinante actriz, Juliette Binoche, estremece a Europa… Se llama “Una bella luz interior”… Es la historia de una mujer, Isabelle, una artista parisina de mediana edad, madre divorciada, que busca el amor y sostienes aventuras fugaces con ocho hombres, uno tras otro… De pronto, hacia el final del dí­a y de la noche registra que todos sólo desean el sexo instantáneo… Así­ concluye que ella está “iluminada por un bello sol interior, más allá de ser presa de un discurso amoroso que la desborda” (Jorge Ayala Blanco, Reforma)… Por lo pronto, en China ha trascendido que el primer emperador, el muy temido Qin Shihuang, buscaba el elixir de la inmortalidad en base a un documento hallado en unas excavaciones arqueológicas en el sur del paí­s… El emperador estaba obsesionado con entrar a la gloria, y al mismo tiempo, vivir miles de años… Se trataba de una hierba cosechada en una montaña sagrada… Nunca, claro, la hallaron, pero el emperador ordenó al séquito polí­tico y a sus vasallos buscarla en el reino chino… Cruel y despótico, como la mayorí­a de los polí­ticos encumbrados, soñaba con la inmortalidad y por eso mismo construyó la Gran Muralla, quemó libros incómodos (igual que Adolf Hitler) y ejecutó a los letrados (igual que José Stalin en Rusia)… Pero su locura total fue cuando se construyó un inmenso mausoleo subterráneo en el norte del paí­s, donde lo protegí­an ocho mil guerreros de terracota que, además, tení­an la encomienda de que en caso de que el elí­xir fallara debí­an cuidarlo y protegerlo en el más allá…


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