Dulce, pues se espera a que Peritos de la Fiscalí­a General del Estado (FGE) exhumen los cuerpos humanos ubicados en una fosa clandestina, a unos metros del arroyo “Agua Dulce”.

Desde los primeros dí­as de diciembre arribaron patrullas de la Policí­a Municipal, institución que asignó elementos para que permanecieran las 24 horas del dí­a en el sitio, con la finalidad de preservar evidencia, lo cual ha privado de una patrulla y elementos de infanterí­a a la ciudad en una temporada en la que la demanda de seguridad para la población es más alta.

De acuerdo con los primeros informes, al lugar llegarí­an peritos de la Procuradurí­a General de la República (PGR) adscritos a la Subprocuradurí­a Especializada en Investigaciones sobre Delincuencia Organizada (SEIDO), pues en el área se ubicaba una fosa clandestina.

Pero el viernes 8 de diciembre una llamada al número de emergencias único movilizó y apresuró al personal estatal al informar sobre la ubicación de dicha fosa, de modo que al punto llegaron peritos de la Fiscalí­a General del Estado (FGE) y elementos de la Policí­a Ministerial, los cuales aunque encontraron indicios de posibles restos humanos, no pudieron proceder a la exhumación, pues requerí­an de la orden girada por el Juez de Control, que se ubica hasta el distrito judicial de Coatzacoalcos.

Han pasado ya seis dí­as sin que se pueda proceder al respecto, a pesar de que presuntamente se encontró en el punto huesos que sobresalí­an entre la tierra y que podrí­an tratarse de restos humanos, toda vez que el municipio de Agua Dulce cuenta con una larga lista de personas desaparecidas en los últimos cinco años.

Además, esto ha obligado a los elementos preventivos a permanecer en el área, descuidando la vigilancia en las calles de la ciudad en esta temporada de mayor incidencia de delitos del fuero común como robos y asaltos, pues la patrulla y elementos de infanterí­a no pueden abandonar la custodia de la escena.

El proceder de las autoridades que están bajo el mando de Jorge Winckler Ortiz no difiere de la forma de trabajo de quienes se encontraban bajo las órdenes de Luis íngel Bravo Contreras; como sucede en este caso, en años anteriores también se identificaron puntos en Agua Dulce, pero el personal de la Fiscalí­a se negó a darle seguimiento y prefirió ocultar los descubrimientos.

Ese fue el caso de la búsqueda que se montó en noviembre de 2014, cuando unidades de la Policí­a Municipal, Policí­a Estatal, Policí­a Ministerial y del entonces Ministerio Público se movilizaron hasta un rancho de “La Gloria” en donde habí­a indicios de que hubiera varios cuerpos inhumanos clandestinamente, pero la búsqueda se suspendió y jamás se retomó bajo el argumento de que el Ministerio Público estaba ocupado haciendo inventario.

Así­ como aquel expediente quedó en el olvido para prejuicio de una familia de hidrómilos que buscaban un hombre, esta fosa también podrí­a quedar fuera de las cifras oficiales debido al retraso por parte de las autoridades en el perí­odo de Miguel íngel Yunes Linares con una estrategia similar a la de su antecesor para minimizar la realidad de los hechos que acontecen en la entidad.