Y el argumento que me daban los dueños era que el gobierno de Javier Duarte ejercí­a presión absoluta" para bloquear a los partidos opositores.
Eran voceros, fueron mejor dicho, Marí­a Georgina Domí­nguez Colio, presa en el penal de Pacho Viejo, y Alberto Silva Ramos, blindado con el fuero, y Juan Octavio Pavón, cuyo destino se ignora.
Incluso, uno que otro amigo de Gina le apodaba "La mano de metate" por la dureza y la rudeza innecesaria con que apretaba tuercas a los medios y que, bueno, la mayorí­a aceptaba.
La fama pública registra que Gina, por ejemplo, la más frenética del trí­o de voceros duartianos, condicionaba el convenio y el pago mensual a la lealtad perruna de los medios al ex góber tuitero.
Es más:
La fama pública también registra que solicitaba a los medios el cambio de fuente informativa de un reportero incómodo... si bien le iba, pues con frecuencia terminaba despedido.
Peor aún:
La página editorial de algunos medios era controlaba por ella y solo publicaban los textos de columnistas alineados.
Uno, por ejemplo, descubrió que Gina era la Juana de Arco del siglo XXI en el Golfo de México.
Elí­as Assad ahora en la comparecencia en la LXIV Legislatura ha revelado aquel estilo personal de ejercer el poder.

Dos. El destino del dinero público

Y con tal filosofí­a polí­tica de gobernar, el trí­o de voceros duartianos pagó en menos de un sexenio más de trece mil millones de pesos a los medios.
Así­ lo reveló el vocero yunista a los diputados locales, una de ellas, Daniela Griego, de MORENA, que solicitó una rendición de cuentas ní­tida y transparente, sin rodeos, al pan pan y al vino.
Y don Elí­as llamó al pan pan y al vino vino.
Por ejemplo:
Mil 231 millones de pesos para TV Azteca.
Doscientos diez millones de pesos para el empresario publicitario y mediático, Othón González.
590 millones de pesos para Televisa Veracruz, Telever.
209 millones de pesos para la familia Sánchez Mací­as, los hermanos Francisco y Eduardo, del consorcio de "Los Heraldos" y en los que participa Tony Mací­as, el padre de Karime Mací­as, exiliada, digamos, en Londres, donde ha solicitado asilo polí­tico.
148 millones para el periódico El Dictamen, propiedad de Bertha Malpica de Ahued.
145 millones para el diario Imagen de Veracruz, propiedad de los Robles Barajas.
163 millonesde pesos para la empresa Publex, propiedad de David Alejandro Osorio Aguirre.
El vocero Elí­as Assad habló así­ porque tal cual lo pidió la diputada Daniela Griego.

Tres. Más sorpresas dará el vocero

Meses anteriores, el gobernador Miguel íngel Yunes Linares reveló que el pago sexenal de Javier Duarte a los medios era de ocho mil millones de pesos.
Se quedó corto.
Fue de más de trece mil millones de pesos.
Pero...
Pero todo indica que es mucho más.
Lo dijo el vocero en el Palacio Legislativo:
Hay cientos de facturas que todaví­a están investigando, pues todas sin contratos de por medio.
Fue entonces, aquel pago millonario simples acuerdos verbales, acuerdos de palabra.
Y más porque el pago era registrado, digamos, en libritos secretos de contabilidad.
Más sorpresas, entonces, dará la dirección de Comunicación Social de Javier Duarte.

Cuatro. De nada sirvió "hablar bonito" de Duarte

Un año después, los más de trece mil millones de pesos gastados en el sexenio anterior para comprar halagos a los medios han servido para nada.
"Polvo eres y en polvo te convertirás" dice el relato bí­blico:
A: Javier Duarte, durmiendo en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México.
B: Once duartistas, durmiendo en el penal de Pacho Viejo.
C: La Fiscalí­a siguiendo la pista a cien denuncias penales contra igual número de duartistas.
D: Cinco duartistas, prófugos de la justicia.
E: Varios duartistas, elites puras, arrodilladas a la yunicidad.
F: El PRI con tres derrotas consecutivas: la gubernatura, el Congreso y las presidencias municipales.
G: Karime Mací­as solicitando asilo polí­tico en Londres... que porque es una perseguida polí­tica en Veracruz.
Maldición bí­blica: los seres humanos pasan de las flacas gordas a las vacas flacas, cuando, ni modo, el destino alcanza.
De nada sirvió que los medios "hablaran bonito" del sexenio duartiano.
Y lo peor: derrotado el PRI, la caja de Pandora fue abierta con todos sus males por la yunicidad.
Y ahora, parte de los medios, exhibido en el tendedero público.

Cinco. Apuesta cibernética

Así­ resumió Elí­as Assad la polí­tica de comunicación social:
"Los medios pueden publicar lo que quieran".
Y pueden, porque desde la primera semana de su gobierno, Yunes Linares lo estableció:
"Ni un quinto para los medios".
Además, les aconsejó:
"Los medios han de vivir de sus medios".
Y precisó su filosofí­a comunicativa:
"Periscope, Facebook Live, redes sociales y TV Más".
En un año, dijo el vocero, la yunicidad ha gastado "poco más de tres millones y medio de pesos, pues le están apostando a las redes sociales... con mayor penetración y menor costo".
Los tiempos ya cambiaron.

Seis. Gobernador demonizado

Nada frena al gobenador Yunes en materia mediática. Tampoco a Elí­as Assad.
La esperanza de los medios de "vivir del presupuesto" ha quedado arruinada y la retórica bélica azul se mantiene, en tanto la prensa escrita, hablada y digital se achica, y muchos "hacen agua".
Sabrá cuántos sobrevivirán al huracán yunista. Incluso, la carrera parece contrarreloj para evitar el naufragio.
Y más cuando todaví­a falta un año y con los vientos huracanados será peor.
El peor escenario para la prensa en más de los 80 años de hegemoní­a priista, pues al momento muchos medios han desaparecido y en todos viven la peor austeridad de sus vidas.
Algunos magnates dirán que Yunes es el polí­tico cohete "que está en misión suicida consigo mismo" (Jan Martí­nez Ahrens, El Paí­s).
Pero durante un año su lí­nea roja ha sido irrenunciable y nada indica un cambio a modo de los medios atrapados y sin salida en el estrangulamiento económico, simple y llanamente, por apostar al dinero fácil de los gobernadores en turno, dando la espalda a su naturaleza de vivir de la circulación y la publicidad.
Cierto, hay tensión entre las partes. Y ya se verá si la misma filosofí­a polí­tica será adoptada por Miguel íngel Yunes Márquez si gana la gubernatura de 6 años el año entrante.
De ser así­, significará un paisaje suicida para la prensa, y ni modo, cambian y se actualizan y enfrentan la realidad adversa o se extinguirán.
Antes, en el duartazgo, y como lo revelara el vocero Elí­as Assad Danini, todos cerrando las puertas a los Yunes azules porque Duarte se enojaba.
Y aun así­, Yunes derrotó al PRI en las urnas el año anterior.
Entonces, por más que los medios lo demonicen ningún efecto causarán.
Assad trazó en el Palacio Legislativo la lí­nea maestra de la yunicidad.
Ellos pueden contra todos... por más y más que todos los dí­as los titulares sean sangrientos.