ahorita ahí­ la dejamos” respondió previo a ingresar a la Sala de Sesiones “Venustiano Carranza”.

El traje sastre color rosa se contoneó directo a la sala cerrada. Previo a su caminar. Copete Zapot respondió preguntas de medios de comunicación. Entre los temas surgió un “jalón de orejas” por su dirigencia nacional.

Y es que a través de un oficio, el PRD publicó el 30 de septiembre un texto donde criticaron el actuar de los legisladores locales en la entidad costera. El partido liderado por una mujer, Alejandra Barrales, insistió que sus militantes convertidos en legisladores no defendieron a las veracruzanas.

“Como hemos dicho siempre, no promovemos el aborto, sí­ promovemos que decidir sobre nuestro propio cuerpo sea un derecho; por ello, estamos en contra de las leyes que criminalicen a las mujeres por abortar”, se lee en el comunicado.

La hoja membretada con el color amarillo, representativo del PRD en México, se quedó en un pronunciamiento público. Las sanciones o llamadas de atención a sus militantes nunca llegaron.

La también coordinadora, pero de la bancada del PRD en el Congreso de Veracruz, Yazmin Copete Zapot negó que Alejandra Barrales, su dirigente nacional, les enviara personalmente una llamada de atención. O por lo menos, una cita para hablar en privado con los cuatro legisladores de esta fracción.

“No, todaví­a no. De manera oficial o formal no me ha llegado ningún comunicado, si me llegara, con todo gusto les comentarí­a. La presidenta (Barrales) está en su papel y cuando de manera, muy puntual, lo signe a su servidora o a cualquiera de los diputados, iremos al llamado”.

De acuerdo con la dirigencia nacional; Yazmí­n de los íngeles Copete Zapot, diputada por el distrito XXIV de Santiago Tuxtla; Dulce Marí­a Garcí­a López por el distrito XXII Zongolica; José Kirsh Sánchez por el distrito V Poza Rica y la representante proporcional, Marí­a Adela Escamilla Moreno, no defendieron a las mujeres tal y como el PRD lo ha llevado a efecto desde hace diez años.

En un ejemplo, el PRD nacional recordó que, en 2007, en la Ciudad de México, gobernada por una década por militantes perredistas, consiguieron autorizar la Interrupción Legal del Embarazo (ILE), atendiendo el derecho del libre desarrollo de la personalidad y al proyecto de vida de las mexicanas.

Los diputados perredistas de Veracruz actuaron contrarios a ello, siguieron las alianzas con el Partido Acción Nacional (PAN), aun dañando los estatutos que rigen al Sol Azteca. La fidelidad a otro partido predominó.

“No nos preocupa por qué no está dirigido a cada uno de los diputados. No está dirigido especí­ficamente o que tenga que responder. Oficialmente mi partido no me ha comunicado”, fueron algunas de las respuestas que reiteraba Copete Zapot.

La insistencia generó una gran carcajada en Zapot.
No es electorero -le preguntó una reportera- ya que en las última semanas se concretó una alianza entre el PRD, PAN y Movimiento Ciudadano, denominado Frente Ciudadano por México.

“Es su postura de presidenta. Ja Ja Ja”, respondió la coordinadora del Grupo Legislativo del PRD en Veracruz, Yazmí­n de los íngeles Copete Zapot.

El gesto permaneció algunos segundos. Se mantuvo hasta abrir la puerta de la sesión permanente.

En tanto a los tres diputados perredistas que integran la bancada del Sol Azteca en el Congreso Local. Solo uno asistió este jueves a Palacio Legislativo: José Kirsh Sánchez, representante del distrito V, Poza Rica.

El licenciado como médico cirujano de mención honorí­fica en la Universidad Veracruzana (UV), especialista en cirugí­a general con tí­tulo de la Universidad Autónoma de México (UNAM) prefiere evadir entrevistas del tema.

Kirsh fue catedrático de la Universidad Veracruzana en la materia de Educación Quirúrgica hasta el 2006, para después perfilarse en el 2010 como candidato del PRD a la diputación por el sexto distrito. Perdió y su victoria surgió con la alianza PAN-PRD “Juntos por Veracruz”, en 2016.

Dulce Marí­a Garcí­a López, diputada de Zongolica y Marí­a Adela Escamilla Moreno, representante proporcional, no acudieron a sus cubí­culos, ni a la sesión permanente del jueves. Personal encargado de sus oficinas degustaron chatarra durante la mañana.

Garcí­a López se exhibe como activista en pro de los derechos humanos de la gente indí­gena. Su currí­culum la muestra como gestora en materia de salud de manera voluntaria, ante instancias municipales, locales y federales, por más de 10 años.

Mientras Escamilla Morena, culminó la secundaria Atenógenes Pérez y Soto en 1962. Cuatro años después, en 1966, cursó la academia de taquimecanografí­a Chapultepec, en Acayucan. La inclusión a la polí­tica se dio en 24 meses, convirtiéndose en fundadora del PRD en 1968.

Kirsh, Garcí­a López, Escamilla Morena y Copete Zapot, también contradijeron a su dirigente estatal del PRD, el ex diputado local, Jesús Velázquez Flores.

El 24 de agosto del año en curso, se pronunció a favor de la modificación al artí­culo cuarto de la Constitución, para despenalizar el aborto en la entidad costera. En su pronunciamiento, pidió a los legisladores que integran el Congreso a aprobar las modificaciones por considerarse un pendiente para los veracruzanos.

Tampoco lo acataron los cuatro diputados perredistas. El 28 de agosto quedó su rebeldí­a. Con la asistencia de 27 diputados, de los 50 que conforman el Congreso de Veracruz, desecharon reformar artí­culos que permiten a las veracruzanas decidir sobre su cuerpo.

Escamilla fue la única perredista que titubeó. Abstuvo su votación con el panista Hugo Saavedra. Solo un voto en contra de esta propuesta para reformar los tres artí­culos del Código Penal de Veracruz.

Previa a la quinta sesión extraordinaria del 28 de agosto, legisladores del PRI, MORENA y Juntos por Veracruz justificaron su inasistencia argumentando que la sesión violentaba la ley y voluntad popular.

La LXIV Legislatura declaró improcedente la iniciativa con proyecto de decreto que reforma los artí­culos 149, 150 y 154 del Código Penal del Estado, presentada el pasado 27 de Julio por la diputada de Morena, Tanya Carola Viveros Cházaro y que planteaba expresamente ampliar las causales para el aborto, permitiendo la interrupción del embarazo hasta las doce semanas de gestación.