Y elevaron su grandeza humana por encima del Peñismo. Y en el territorio jarocho, y más allá de que lanzaran un movimiento social, el camino será la resistencia pací­fica a través del celular, con los whatsaap, el periscope, el facebook live, los tuiters, los correos electrónicos, etcétera.
Por ejemplo, con el simple hecho de llamar a voto por un partido o en contra de un partido o a favor del abstencionismo, Veracruz, como el paí­s, serán otro.
Es más: ningún partido polí­tico, ni candidato, podrí­a apostar a sus llamados votos duros.
Más todaví­a: con el Verano Jarocho, los jóvenes significarán una gran expectativa para los ciudadanos indecisos, aquellos que en todo caso suelen decidir su voto cuando ya están formados en la fila electoral.
Y es que las redes sociales, advierte el maestro, ejercen una influencia insólita sobre el ciudadano, pues caminan a la velocidad del movimiento social.
Bastarí­a referir que en Nuevo León, “El broco” Jaime Rodrí­guez ganó la gubernatura porque desde un principio apostó a las redes sociales, y ahora, muchos meses después, desencantados de su estilo personal de ejercer el poder lo están correteando.
Y más porque “El bronco” se traicionó a sí­ mismo al caer en la tentación imperial y faraónica de buscar la candidatura presidencial por la ví­a independiente, cuando, caray, la sociedad está harta de tantos polí­ticos cirqueros y trepadores que apenas toman posesión de un cargo están pensando en el siguiente.

PASAMANOS: Las redes sociales son la plaza pública donde se exhiben y ventilan los errores de los polí­ticos dice Ronzón.
Es más, se han vuelto tan efectivas que han obligado al Peñismo a un cambio. Y a un cambio radical.
Por ejemplo, cuando la yunicidad insistí­a en denunciar las tropelí­as de Javier Duarte, las redes sociales condenaron por completo al ex góber tuitero exigiendo justicia, simple y llanamente, justicia, y al presidente de la república fue obligado a ordenar su captura a la Procuradurí­a General de Justicia de la nación.
Lo más significativo, entre otras cositas, es que en las redes sociales no hay ni habrá lí­deres, pues se trata de un fenómeno de opinión pública.
Los lí­deres, en todo caso, son los ciudadanos que por ahí­ se expresan, así­ sea desde el anonimato, como fue el caso en el Medio Oriente cuando en el tiempo de la Primavera írabe convocaban a la sociedad en general a expresar su repudio a los dictadores en la plaza pública.
Y lo más grave, que han influido en el ánimo de los polí­ticos y seguirán marcando la agenda social.
Quizá, dice Ronzón, los jóvenes se abstengan de votar en las urnas, pero al mismo tiempo, serán muy activos en las redes sociales, de tal manera que los polí­ticos, angustiados con su popularidad, terminarán sucumbiendo ante el Otoño Jarocho.
Por eso, ninguna duda existe que las redes empujarán un nuevo Veracruz, y por añadidura, obligarán a las elites polí­ticas a cambiar con tal de mantenerse en el poder.
Claro, lo harán aquellas cúpulas receptivas a la tecnologí­a, pero también, las que se actualicen en el sentir social, en un paí­s, y en un Veracruz, harto, por ejemplo, de la corrupción polí­tica, con un gravoso desempleo, subempleo, salarios de hambre, migración, baja calidad educativa y de salud y de seguridad, y atrapado y sin salida en la impunidad.

CASCAJO: Fuera de control hasta del mismo Instituto Nacional Electoral, INE, las redes sociales allanarán de información fresca a los cibernautas para inclinar el voto a la hora de las urnas.
Bastarí­a referir un par de circunstancias:
El Fiscal de Veracruz, un jovencito ególatra, enamorado de sí­ mismo, solito se hizo odiar por la población por la frivolidad con que ha ejercido el poder y (des)gobernado en la procuración de justicia.
Bastarí­a referir su penúltimo video trepado en el facebook donde vestido con un mandil y con una paila enfrente alardea de que lo más fascinante de la vida es cocinar y así­ está cocinando una paella.
Y en tanto, el dolor y el sufrimiento humano se multiplican en las madres con hijos desaparecidos, secuestrados, quizá asesinados, acaso sepultados en una fosa clandestina.
Segunda referencia:
Miles de mujeres (desde casadas, divorciadas, viudas y solteras) se han integrado en whatsapp intercambiándose las novedades tanto sociales y amicales como polí­ticas y económicas.
Y a partir de ahí­ suelen tomar, están tomando, seguirán tomando decisiones para su vida cotidiana.
Y lo más insólito, que todas ellas validan los contenidos de las redes sociales que les llegan.
Si en otro tiempo la palabra impresa perturbaba y enfurecí­a a los polí­ticos, ahora, 9 de cada diez viven una pesadilla con el Internet.
Y más, porque así­ los polí­ticos traten de contrarrestar el apabullante ejército de tuitazos y facebooks en contra, cada cibernauta sabe que atrás de ellos están los bots, las empresas que venden tales operativos en paquete.
La Primavera írabe tumbó a varios dictadores, entre ellos, a Gadafi, de Libia, aquel que secuestrada a universitarias para su consumo sexual.
En Veracruz, el Verano jarocho será imprevisible dice el profe Carlos Ronzón.