Por ejemplo, varios intelectuales tomaron la palabra y entre otras virtudes anotaron las siguientes: “fecunda y larga trayectoria, inteligente, versátil, con un legado académico, mujer marcada por las ideas y la inteligencia, sobresaliente, benéfica, congruente, una vida al servicio del arte, entrañable y querida amiga, ser humano generoso, dispuesta siempre a compartir sus saberes, con buen ánimo, con buenas maneras para comunicar sus múltiples conocimientos, mujer de lecturas universales, extraordinaria memoria, promotora del arte, crí­tica de primer nivel, gran excéntrica, mujer sabia, amiga de Octavio Paz, Edmundo OGorman, Agustí­n Lara y el torero Carlos Arruza, académica, sensible y llena de ideas e ideales”… Bastarí­a referir, además, que en su biblioteca dejó veinte mil libros, todos leí­dos y estudiados, además de sus recorridos en el mundo atrás del conocimiento y la cultura… Ella fue, como se recuerda, reina del carnaval jarocho cuando entonces la belleza fí­sica era factor decisivo… Incluso, podrí­a escribirse que en la historia contemporánea de Veracruz, ninguna otra mujer (tampoco un hombre) ha alcanzado la dimensión intelectual de la recién fallecida historiadora de arte… Supo dejar con entereza la comodidad de la aldea provinciana, la vida burocrática y mecánica, para lanzarse a la conquista, primero, de la metrópoli más grande del planeta como es la Ciudad de México, y segundo, parte del mundo…

ROMPEOLAS: Se cumplieron diez años de que fotógrafo neoyorquino Spencer Tunick, retrató a dieciocho mil personas desnudas en la Ciudad de México y en donde con toda la libertad (y la confianza) del mundo posaron juntos mujeres (de todas las edades, solteras y casadas), hombres y fantasmas, sin prejuicios de ninguna naturaleza… Spencer quedó sorprendido de la respuesta en el paí­s, porque antes, con fotografí­as tomadas en las mismas circunstancias en el resto del planeta, habí­a juntado sólo unas siete mil personas… “Cree un arte esa mañana frí­a de primavera” dijo Tunick… Y se debe, agregó, a que las personas “necesitan sentirse apreciadas”… Nada, entonces, que ver cuando hacia mediados del siglo pasado, 1950, Nahui Ollí­n fue la primera mujer en el paí­s que posara totalmente desnuda para un fotógrafo, en el caso, Edward Weston, el compañero de vida de Tina Modotti… La vida es así­ de intensa y misteriosa: luego de que cayera la primera Barbie de Javier Duarte, Dominga Xóchilt, ahora, todo indica, la yunicidad va por la segunda… Es Corintia Cruz Oregón, quien al cobijo del sexenio anterior fuera regidora, secretaria General del CDE del PRI y candidata (fallida) a diputada… Ella se ha amparado, pues la Fiscalí­a le sigue las pistas por el regalo (todo indica, con recursos oficiales) de una mansión en fraccionamiento residencial de Xalapa… Y si es así­, entonces, las otras barbies de Duarte “han de poner las barbas remojar”… La yunicidad está, como decí­a Duarte de Luis íngel Bravo Contreras, “implacable e impecable”… Ha de recordarse que otra vez el góber azul se adueña de la agenda pública, pero ahora nacional, pues nunca antes, en la historia del paí­s, otros gobernadores en funciones se han ido a la yugular de las reinis oficiales… Y es que, ni hablar, el ex góber tuitero se excedió y con mucho, pues obsequió a sus ladies tanto bienes materiales como otorgó cargos públicos…

ASTILLEROS: El presidente de Corea del Sur adoptó un perrito callejero, le puso de nombre “Tory” y lo declaró mascota presidencial… Ahora, sólo falta que como sucediera con el emperador Helassie, de Etiopí­a, la mascota entre a la asamblea de ministros y de pronto, husmeando alrededor de la mesa y las sillas, orine a los funcionarios del gabinete legal, y cada uno sienta el chorrito caliente y en nombre del poder, ni modo, aguante vara, según lo describió en una de sus crónicas Ryzard Kapuscinki… El poeta francés, Ví­ctor Hugo, ha sido declarado el mejor escritor del mundo de todos los tiempos… Jean Paul Sastre, por ejemplo, decí­a que Ví­ctor Hugo “tuvo un poder sobrehumano” en la literatura… Rubén Darí­o, el precursor de la modernidad, aseguraba que “era el rey de reyes y el emperador” y sólo comparable a Shakeapeare y Dante Alighieri… Salvador Dí­az Mirón lo declaró su padre putativo… Un dí­a, Ví­ctor Hugo llamó Su Majestad a Pedro I, emperador de Brasil, y el emperador le reviró de la siguiente manera: “No, aquí­ la única majestad es usted”… Ví­ctor Hugo vivió 83 años, escribió 125 mil versos y publicó 18 libros… A tiempos actuales habrí­a ganado quinientos millones de dólares, sólo de sus novelas, cuentos y poemas, y de la forma más honesta del planeta… Bastarí­a referir que mientras el resto de los escritores cobraban y siguen cobrando únicamente el diez por ciento de regalí­as por cada libro vendido, Ví­ctor Hugo cobraba el setenta por ciento… Todos los dí­as escribí­a ocho horas, así­ estuviera enfermo… A los 70 años de edad, su última pareja tení­a 21 años… Se llamaba Judith Gautier y era hija menor de su más cercano y fiel amigo…