También lo recuerda vestido de manera informal y sin detenerse, por ejemplo, en el café.
Nunca, claro, quizá, habrí­a tenido tiempo pues es licenciado en Sicologí­a, con maestrí­a en el Instituto Politécnico Nacional y doctorado en Barcelona, y académico e investigador de Tiempo Completo en la Universidad Veracruzana.
Además, de sus becas en CONACYT y la ANUIES, que aglutina a las universidades públicas.
Es más, su currí­culo más bien parece de un secretario de Estado.
Ahora cuentan que, de pronto, Ragueb ha aparecido en el carril polí­tico y mediático todo formalito, acercándose al café, y con un número insólito, imaginable en otros tiempos, de simpatí­as de académicos.
Y es que como van las cosas, mucho le están mirando, por fin, cara de rector de la máxima casa de estudios.
Y se la están mirando, entre otras, por la siguiente circunstancia:
Patricio Chirinos Calero, 1992/1998, otorgó la autonomí­a a la UV.
Y el primer rector elegido por la Junta de Gobierno, integrada por nueve notables que interpretan, digamos, el sentir de la comunidad universitaria (estudiantes, profes y burócratas), fue Emilio Gidi Villareal, quien antes habí­a sido compañero diputado federal de Chirinos y siempre se sentaban juntos en la curul del Congreso de la Unión.
Y Ragueb Chaí­n fue miembro fundador de la primera Junta de Gobierno.
Y lo fue, cuentan en la leyenda urbana, por dedazo de Miguel íngel Yunes Linares, secretario General de Gobierno.
Y si Yunes es el jefe del Poder Ejecutivo de Veracruz, entonces, si nos vamos por los sí­mbolos polí­ticos, tan caracterí­sticos en la vida pública, entonces, Ragueb de pronto ha sentido que tiene el mundo a sus pies.
Hay, sin embargo, otra circunstancia.

Dos. Cargada del FESAPAUV

Los fans de Ragueb cuentan que la rectora Sara Ladrón de Guevara “ha sentido pasos en el tejado”, pues, digamos, “el piso se le estarí­a moviendo”.
Así­, y por ejemplo, dicen que se reunió con el lí­der sindical del FESAPAUV (que aglutina a los siete mil profes de la UV), Enrique Levet Gorozpe (tótem desde hace más de veinte años y jefe máximo de la CONTU) para solicitarle el voto de los maestros que liderea, además, del suyo y su corte.
Y por tanto, que Levet ya dio la orden para una especie, digamos, de “cargada”, con todo y que, se entiende, la decisión estelar es y será de los Nueve Notables de la Junta de Gobierno.
Pero, bueno, también suelen contar para la emisión de un dictamen las filias y las fobias de la comunidad magisterial, de igual manera como hace cuatro años los enmascarados de Javier Duarte y Érick Lagos que tomaron por asalto la USBI de Xalapa tumbaron la candidatura del maestro Porfirio Carrillo, perfilado como inminente rector.
El caso es que Ragueb Chaí­n está cobrando fuerza académica, social y polí­tica, porque el góber azul necesita una quí­mica total y absoluta con la UV, y si ya en el siglo pasado quedó manifiesto el vaso comunicante entre ambos, la posibilidad alienta la expectativa.
Es más, con todo y autonomí­a, ni modo que el Yunes azul se cruce de brazos y espere en la contemplación mí­stica el humo blanco de la Junta de Gobierno.
Y más, porque de por medio está el proyecto polí­tico familiar, en que se jugará el todo por el todo para que el primogénito ascienda al poder sexenal, como de hecho y derecho está ya, ya, ya en campaña.
La UV es una estrella más camino a la cima, luego de que el SETSE fuera seducido el fin de semana en su 55 aniversario.

TRES. EL FLECHADOR DE LA LUNA

Lo importante es que Chaí­n siente que ya la tiene amarrada.
Dí­as anteriores, por ejemplo, dijo a un amigo:
--Ahora cuando yo sea rector…
--Pero si ya te pasaste de edad para ser rector, reviró el amigo y le precisó:
--Cumpliré los 64 años cuando esté en las Lomas del Estadio.
Es, claro, el mejor estado de ánimo para esperar los dí­as restantes del mes de agosto, pues el primero de septiembre tomará posesión el nuevo rector y/o en su caso, que la Junta de Gobierno se decidiera por la reelección.
Chaí­n se ha muestreado en la pasarela como nunca antes.
Es su momento polí­tico.
Y como decí­a su paisano, el cordobés Dante Alfonso Delgado Rannauro, “es la hora del flechador tirando a la luna, consciente y seguro de que nunca la alcanzará, pero al mismo tiempo, llegará más lejos que otros”.
Lo mí­nimo que podrí­a suceder es que si Chaí­n pierde… fuera nombrado secretario General de la UV para integrar así­ un gabinete académico de coalición.