Las ví­ctimas del ataque armado la tarde del domingo en la colonia Francisco Villa, en su mayorí­a eran jóvenes de extracción humilde que se dedican a prestar sus servicios como jugadores de fútbol a las ligas de la zona.
Familiares de los lesionados, bajo anonimato, expresaron que sus seres queridos no se dedican a negocios ilí­citos, que posiblemente se encontraban en el lugar y en el momento equivocado.
Pasadas las 2:00 PM del domingo, se oyeron disparos de AK-47 en las esquinas de Náhualt y Solidaridad, de la colonia Francisco Villa. A esa hora, la actividad económica de esa colonia, sostenida en su mayorí­a por un tianguis que se monta los fines de semana sobre la avenida Osorio, estaba en pleno apogeo.
Las ví­ctimas se encontraban departiendo al interior de un bar ubicado en esa esquina, cuando fueron agredidos por sujetos que viajaban en un vehí­culo sospechoso.
Los vecinos de la zona de inmediato se encerraron y dieron el aviso a las autoridades. Siete personas en total fueron baleadas, de las que tres han perdido la vida.
Dos en el hospital comunitario de Coatzacoalcos y una en el lugar de los hechos. Otro lesionado, se sabe, fue trasladado al hospital del IMSS en donde no se ha dado a conocer cuál es su estado de salud.
El hospital comunitario de Coatzacoalcos se encuentra bajo vigilancia de personal de la Policí­a Naval y de la Secretarí­a de Seguridad Pública.
Desde la noche del domingo, docenas de personas duermen a las afueras del área de urgencias a la espera de noticias de los cinco jóvenes que fueron ingresados a Terapia Intensiva.
Sobre las 8 de la noche, se confirmó que dos de ellos habí­an fallecido a consecuencia de las lesiones causadas con rifles de asalto, y tres más siguen luchando por su vida.
Las familias pasaron la noche durmiendo sobre la banqueta y a la intemperie.
De momento se les mira hacer cí­rculos muy cerrados para hacer oración por sus seres queridos. De momento se oyen lágrimas y gritos desesperados por las malas noticias.
Al sitio no dejan de llegar familiares y amigos de los lesionados que buscan donar sangre o tener información sobre el estado de salud de los lesionados.
"Mi hijo es una buena persona, trabajador, no sé qué ande en cosas malas" relató la madre de uno de los lesionados.
Dijo que ese domingo, su hijo se presentó a jugar un partido de fútbol en uno de los campos de la Alameda para la liga Empresarial, a las 10:30.
A esa hora, por esa liga, se enfrentaron Gesé vs Tiburones, Guerreros contra SESVER. En la Alameda confirmaron la presencia del grupo de jóvenes que al finalizar el encuentro, en sus diversos equipos, enfilaron a la cantina en donde resultaron atacados, "La Flor de Canela".
Quedaron de ir a ese bar, precisamente, pues ahí­ llegarí­a la persona que siempre les paga, en promedio, 500 pesos por partido disputado.
Mientras le esperaban decidieron tomarse unas cervezas y disfrutar de una botana, como habitualmente hacen cada domingo o sábado que les contratan en alguna de las ligas.
Pero la persona que les paga, no llegó a tiempo, lo único que encontraron fue la agresión armada de parte de sujetos que rápidamente se dieron a la fuga por las maltrechas calles de la colonia Francisco Villa de Coatzacoalcos, la de mayor incidencia delictiva, según los reportes de la organización Observatorio Ciudadano.
"Mi hijo andaba muy contento porque iba a jugar dos partidos, uno en la mañana y otro en la tarde, con lo que iba tener dinero para celebrar pronto su cumpleaños, que es en unos dí­as", detalló la madre bajo animado.
Sin embargo, "ahora no sabemos si va vivir, los doctores nos dan pocas esperanzas, pero acá estamos luchando para que se salve".
Después del ataque, docenas de elementos de la Secretarí­a de la Defensa Nacional y de la Policí­a Federal se desplazaron al área para apoyar a la policí­a local en la búsqueda de los agresores.
Hasta un helicóptero de la Fuerza Civil se sumó a los trabajos desde al aire, haciendo sonar intermitentemente una sirena.
Al lugar también se presentaron elementos del área de Periciales que realizaron la recolección del cadáver de una de las ví­ctimas y los casquillos de los proyectiles.
"De lo poco que me ha podido decir mi muchacho, es que los policí­as navales se robaron sus pertenencias, que le quitaron su mochila, donde traí­a su celular y sus credenciales, que les dijo que se las regresaran y que ellos dijeron que no, que eran evidencia", finalizó la mujer.
Sobre los autores de la agresión, ningún grupo se la ha adjudicado, pero en Coatzacoalcos se han dado enfrentamientos y ataques entre los Zetas y Cártel de Jalisco Nueva Generación, que en diversas narcomantas ha dejado patente que busca quedarse con la plaza, que sigue en manos de los resabios de Hernán Martí­nez Zavaleta.
Este ataque se dio mientras el gobernador Miguel íngel Yunes Linares realizaba informe sobre la incidencia delictiva, después de encabezar la reunión del Grupo de Coordinación Veracruz, en instalaciones se la SEDENA en Boca del Rí­o. Ahí­ el mandatario aseguró que habí­a una notable baja de la violencia en la zona sur y reducción de secuestros.
Se trata del ataque armado de mayor intensidad después de que dieran muerte a una familia, incluidos tres niños, en la colonia Nueva Calzadas, a inicio del mes, y que trajo una serie de yertas entre grupos delincuenciales y la detención del jefe regional, Hernán Martí­nez Zavaleta, comandante H.
También casi suman dos semanas de la aparición de la cabeza de la joven Lourdes Patricia Hernández Martí­nez, alumna de la carrera de Gestión Empresarial, de la Universidad Veracruzana, sin que sea encontrado su cuerpo.
Sus agresores la decapitaron y lanzaron su cabeza en la ví­a pública en el municipio de Oteapan, con amenazas para otro grupo de la delincuencia. En todo momento la familia de la joven dijo que no tení­an nada que ver con hechos delictivos y que tampoco tení­an para pagar el rescate que les pedí­an, después de que resultó llevada por la fuerza de un bar en Minatitlán.