Ella aprendió a pescar desde los ocho años, cuando el señor Jesús Alfonso le mostraba los trucos para capturar especies marinas en el rí­o Coatzacoalcos, a la altura de Minatitlán.
La enseñanza se dio por "la necesidad de comer", no por conservar herencias o prácticas en la familia. Patricia Alfonso Facundo aprendió para siempre tener alimento en su mesa.
En los últimos ocho años de pescar en el rí­o Coatzacoalcos, en la zona sur de Veracruz, Patricia y su padre Jesús no han recibido un solo apoyo de los mandatarios en turno, el último fue con el priista Fidel Herrera Beltrán, conocido por ellos como "Tí­o Fide".
Su sucesor, el también priista Javier Duarte de Ochoa, hoy procesado por diversos delitos, les prometió redes y proyectos para continuar con la pesca en la región sur.
Terminó su sexenio. La evidencia de anomalí­as financieras esquivó el pacto entre los pescadores y el gobernador priista. Llegó el sucesor panista, Miguel íngel Yunes Linares.
Este lleva casi ocho meses en el cargo público. Durante su campaña electoral para ser favorecido en las urnas les prometió mejorí­a en condiciones laborales, incentivarlos con proyectos y materiales.
A cuatro meses de cumplir el año, el primero de los dos que administrará la entidad veracruzana, Yunes Linares les incumplió. Ni la secretarí­a donde entregarí­an los apoyos los reciben para refrendar la promesa.
"Cuando estuvo Fidel si nos apoyó, hasta motores nos dio, ahorita metimos proyectos de redes pero nos dijeron que ya no habí­a fichas".
"Han pasado cambios de gobierno y no, nada más tras papelean los proyectos, simplemente porque ya no habí­a ficha no los aceptan. Somos mil 400 pescadores, nos iban a dar redes", reprochó Patricia Alfonso Facundo, pescadora.
Padre e hija forman parte de la cooperativa "Rivereños de Copoacán", en Minatitlán, al sur de la costa veracruzana.
La falta de empleo, escasez de peces en el rí­o y nulos apoyos para continuar con su labor, se suman a los conflictos diarios que surgen cuando abordan una lancha rumbo al corazón del mar.
"No hay fichas para recibir proyectos, eso fue todo lo que dijeron. Sabemos la situación del estado, no es nada más nuestro estado, también el paí­s, es una pena lo que estamos pasando", repitió Patricia.
Jesús está preocupado. Ocho años componiendo su red y compartiendo la escasa, casi nula, pesca del dí­a.
Sedal de pesca es comprado cada mes. Entre 200 y 300 pesos debe conseguir para "parchar" una red diez veces más grande que él.
"Estamos esperando redes para poder trabajar, las que tení­amos ya se nos acabaron, como la pesca está bien baja, no hay para comprar".
En ese mes de reparación, la red está extendida en su hogar, manipulada para sanar el daño que le impide extenderse en el mar, retraer especies y subirlas a la lancha.
La red prometida cuesta 15 mil pesos, padre e hija no pueden comprarla por su cuenta, difí­cilmente consiguen los 200 pesos para el sedal.
"Está caro todo, agarramos otra especie de redes para otra clase de pescado, para sostenernos tantito. Pescamos con cordel, a la varita le decimos, también nos bajos por jaiba, la cosa es comer", expresó Jesús.
Su hija buscó una segunda opción ante la escasez de peces en el rí­o. La contaminación y embarcaciones de gran tamaño que les reducen las ganancias sobre el agua salada.
Patricia presentó un proyecto de acuacultura. También fue rechazado bajo el argumento de no tener fichas para presentarlo, ser analizado y posiblemente aceptado, evitando que su padre salga a mar abierto.
"No nos aceptaron ni un proyecto, fueron 24 proyectos tanto de acuacultura como de sector pesquero", recordó Patricia.
"La decadencia del sector pesquero es muy pesado, tan crí­tico, el sector vive de eso, de la pesca, no hay otra fuente de trabajo. También se metió un proyecto cuando no haya peces, de acuacultura pero tampoco hay apoyo", agregó.
La comida en la casa de Patricia y su padre Jesús escasea, no pueden pescar para alimentar a los demás integrantes de la familia, o vender y que esta comercialización les remunere temporalmente.
Al igual que ellos, mil 400 pescadores en Veracruz se dicen afectados con la espera de redes o montos económicos para producción de peces o crustáceos en estanques.
Los pescadores radican en Minatitlán, como Patricia y Jesús, Coatzacoalcos, Agua Dulce, Hidalgotitlán, Ixhuatlán del Sureste, Cosoleacaque, Chinameca y Jáltipan.