Durante la toma de protesta de Miguel íngel Yunes Linares, el pasado primero de diciembre del 2016 en la explanada de Plaza Lerdo, los taxistas de SOPAVER participaron en el acto simbólico, replicando lo efectuado horas antes en el Congreso de Veracruz.
A ocho meses de la toma de protesta, de diciembre 2016, los taxistas recordaron promesas de seguridad incumplidas por Yunes Linares.
La fascinación por “el nuevo gobierno” caducó. Este jueves 13 de julio salieron a las calles para exhibir inconformidad en las multas y de paso, anunciar su portación de armas de fuego sin permiso.
“Ahora el taxista se quiere reformar a estilo de indio; traer armas que no son registradas, machetes, barretas, palas y lo que pueda traer en sus manos, eso va a preocupar a la ciudadaní­a, y la culpa la van a tener nuestros gobierno por no poner un hasta aquí­” exclamó José Luis Castillo Salas, secretario general de SOPAVER.
El entrevistado encabezó la manifestación que cerró por algunos minutos la vialidad en la calle de Enrí­quez, a un costado de Palacio de Gobierno y la remodelación del Centro Histórico.
Dos filas de taxis rotulados con placas del estado, algunas cartulinas pegadas en sus ventanas y tocando el claxon, avanzaron por diversas calles de la ciudad, complicando la vialidad en el centro de Xalapa.
Al frenar a escasos pasos de Palacio de Gobierno, Castillo Salas descendió de su vehí­culo particular para expresar inconformidad por el alto costo en multas, grúas y corralón, visitados en caso de infracciones.
“Nuestro gobernador Miguel íngel Yunes Linares nos prometió el cambio, que iba a ser histórico y seguimos igual, el gremio no aguanta esta problemática. Estamos de acuerdo en que infraccionen pero que no se lleven las unidades”, insistió el secretario general del sindicato de taxistas.
Castillo Salas recordó que apoyaron la campaña del candidato de la coalición “Rescatemos Veracruz”, postulado por el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Sin abundar en cómo lo apoyaron, reprocharon en la ví­a pública que no les ha cumplido, convirtiendo su mandato de dos años en una función pública a la heredada por el priista Javier Duarte de Ochoa.
“Estamos hartos de tantos problemas, cada dí­a hay más problemas, los que tienen esa silla nada más están siendo igual que los que dejó Duarte, estamos pior que con Duarte” abundó el taxista.
La cercaní­a del primer año de gobierno fue reprochada por los taxistas que no dejaron de sonar su claxon. Su lí­der sindical continúo reprochando las situaciones que viven diariamente al volante.
Las infracciones pasaron a complicarse. Los servicios son escasos y los robos les despojan de los pocos pesos obtenidos en el dí­a.
De acuerdo con Castillo Salas, a Yunes Linares le queda un año y tres meses para “ponerse las pilas” o Veracruz será administrado por un “nuevo gobierno” que no contemple a su partido polí­tico.
“Esas sillas que hoy tienen, están sentados por el gremio taxista y de transporte, que no vengan nada más a sus engaños de polí­ticas, que van a hacer cambios y no lo dan. Gozan de esas sillas para no pelear por el gremio”.

“APOYAMOS AL PARTIDO QUE SEA”

En su discurso de inconformidad, José Luis Castillo Salas, secretario general de SOPAVER, reconoció que apoyan al polí­tico que mejor les favorezca el sector.
Sea PRI, PAN o PRD pero que les ayude a seguir circulando por los 212 municipios que conforman al estado de Veracruz.
El próximo año será nuevamente de elecciones, el o la aspirante a ser sucesor de Yunes Linares saldrá a buscar votos en las calles veracruzanas.
SOPAVER amenazó con darles la espalda, bajo el argumento de “apoyamos al partido que sea y pelee por el gremio”.
“Con esto que están haciendo nos vamos a tener que dedicar mejor a robar porque es más fácil robar que andar tras un volante dañando el riñón. Es un caos peor que el que dejó Duarte” agregó.
Tan sólo dos años atrás, el 14 de julio del 2015, taxistas adheridos al Sindicato de Operadores, Propietarios y Anexos de Veracruz (SOPAVER) y del Sindicato Independiente de Trabajadores y Anexos del Estado de Veracruz (SITAEV), desfilaron mostrando sus siglas para evidenciar respaldo total al nuevo Reglamento de Tránsito y Vialidad.
En su movilización de respaldo, cerraron intermitentemente la vialidad de la calle Enrí­quez, a un costado de Palacio de Gobierno, con sus unidades que no portaban placas de circulación.
Globos blancos y el claxon fueron las muestras que se anexaron a su desfile por la avenida Manuel ívila Camacho con dirección a Tránsito del Estado.
Dos años después, salieron a las calles, reprochando la detención de 50 a 100 unidades diarias en todo el estado. Al ser detenidas, son recluidas al corralón y los taxistas obligados a pagar el arrastre con la grúa y su permanencia en citado lugar.
Los costos no les agradaron, a pesar de apoyarlos en 2015.
Castillo Salas guardó silencio, ascendió su vehí­culo particular y dirigió a los taxistas inconformes para la avenida Manuel ívila Camacho.
En los pasos para subir a su transporte, remató; “Me retiro porque mi gobierno merece respeto”.