Por enésima ocasión, una mujer de 67 años se presentó en la Fiscalí­a General del Estado para pedir información sobre el resultado de unas pruebas de ADN que se realizó meses atrás para localizar a su hijo.
Al borde del llanto por la nula respuesta de la Fiscalí­a a cargo de Jorge Wí­nckler Ortiz, la mujer se retiró del lugar.
Sin embargo, ella accedió a responder algunas preguntas de los medios de comunicación, ante quienes ya no pudo contener las lágrimas.
Por miedo de que su queja diera pie a represalias o más obstáculos en la investigación para dar con su hijo, pidió anonimato.
No obstante, la madre relata que su hijo desapareció el 14 de noviembre de 2011 en Pánuco y es desde entonces que la Fiscalí­a sólo la tiene dando vueltas, pero sin ningún avance.
Ese dí­a su hijo, quien ya era padre de tres niños, se trasladaba del trabajo hací­a su casa donde su familia lo esperaban para almorzar.
Según testigos, en el trayecto se le cerró una camioneta y lo bajaron de su vehí­culo, para “levantarlo” y llevarlos a un rumbo desconocido.
A las pocas horas llamaron a su familia para pedir rescate de un millón de pesos que no pudieron juntar y desde entonces nadie volvió a saber de él.
Su hijo era contador público y tení­a 41 años en el momento de su desaparición, por lo que insiste en que no estaba relacionado con la delincuencia.
De profesión docente, la mujer comenta que en 2011 luego de levantar la denuncia por desaparición forzada, tuvo que viajar a Pánuco para dar la primera muestra de ADN ante la extinta Procuradurí­a General de Justicia del Estado.
Al pasar los meses y que nadie se comunicaba con ella, hace poco se dirigió a la FGE a preguntar por alguna coincidencia.
Pero para su sorpresa, le informaron que se habí­an perdido la información proporcionada, por lo que tuvo que comenzar con el proceso otra vez.
"Me dijeron que el encargado de Periciales en Pánuco fue quien tomó la muestra aquella vez y la perdió cuando fue a ver un partido de fútbol".
"Me dicen que tengo que ir a Pánuco para que me vuelvan a hacer la prueba, pero soy de Xalapa y no puedo estar viajando".
La señora acusa que los fiscales le dicen que "ya ni modo", incluso le aconsejan ir a un psicólogo, lo que ella toma como insulto.
"Un psicólogo no me va a quitar esta pena que llevo dentro, ni me va a devolver a mi hijo, al menos lo que pedimos es Justicia".
Mientras tanto, en la Fiscalí­a de Jorge Wí­nckler no se dio el tiempo de recibir a la mujer, quien esperó en la recepción que alguien le dé por fin un avance del caso de su hijo desaparecido, sin lograr nada.
"Yo creo que me voy a morir sin saber qué fue de él", dijo decepcionada, tras no ser recibida por los funcionarios.