Ex policía federal considera regresar a trabajar; la inseguridad aumenta
•Los tres asesinados en Cardel fueron sus compañeros
•En mayo, robaron casa de excomandante
Por ARANTXA ARCOS
La inseguridad en Veracruz aumenta y no está controlada. Al menos así lo analiza el ex policía federal David Castro Carrera.
Durante 33 años laboró para la Policía Federal, sus rutas se enfocaron en vigilancia con otros compañeros en diferentes tramos carreteros de la entidad veracruzana.
En las últimas horas, sus grandes ojos verdes lucen rojizos, externando molestia e intenciones de buscar su reingreso a la corporación que estuvo al frente del comisionado de la Policía Federal Preventiva (PFP), en el estado de Veracruz, Juan Camilo Castagné Velasco.
El asesinato de Castagné Velasco le causó indignación a David Castro, un ex comandante de la policía retirado y con intenciones de regresar a su labor ante la alza de robos y muertes.
Recientemente Castro Carrera fue víctima de un robo en su vivienda. Pasada las 2 de la tarde salió media hora a un centro comercial para adquirir alimentos a degustar.
En ese lapso, su televisión, computadora y demás equipos electrónicos fueron sustraídos por personas desconocidas en la colonia Las Fuentes, un fraccionamiento de la Ciudad de Xalapa, con frecuentes reportes de robos.
“Me estaban cuidando, es obvio que nos andan cuidando. Los halcones famosos están vigilando, nos vigilan, tanto que salí media hora, regresé y robaron, me dejaron tirado muchas cosas” abundó.
Las chapas, puertas y ventanas no mostraron lesión alguna, los ladrones entraron “como en su casa”, sin forzar nada y alterando el orden para ubicar pertenencias de valor en 30 minutos.
La denuncia del robo está registrada en el Ministerio Público. Los avances son nulos. Se presentó en mayo, a horas del suceso y dos semanas después, cuatro peritos visitaron la vivienda del ex comandante de la Policía Federal.
Rociaron polvo en algunas habitaciones, esperaron algunos segundos y pasaron adhesivos, argumentado que tenían huellas de los culpables.
“Aquí en México, en Veracruz, no tenemos policía investigadora, soy expolicía pero no hay investigadora. Era de carretera”, reprochó.
Compañeros asesinados
La información difundida en medios de comunicación llegó a los ojos de David Castro Carrera. Tres elementos activos de la Policía Federal fueron asesinados mientras comían en ciudad Cardel, cabecera del municipio La Antigua.
El atentado lo recuerda con coraje, molestia e intensiones de declinar su pensión y modificarla a ser activo en la corporación.
“Salí con la frente en alto, estoy pensionado y sigo trabajando. Posiblemente regrese a la policía, mataron a tres de mis compañeros, eran federales de caminos igual que yo”, recordó.
El sábado 24 de junio leyó la sangrienta noticia de sus ex compañeros de trabajo. Los tres elementos consumían alimentos en un negocio de la calle Emiliano Zapata, de Cardel, a escasos minutos del puerto de Veracruz cuando cinco varones les dispararon con armas de fuego.
En el lugar, dos elementos murieron, entre ellos, el comisionado Castagné Velasco y otro comandante, mientras un tercero recibió fuertes lesiones que lo dejaron en estado crítico.
“Es increíble que los tres mando superiores de Veracruz fueron asesinados, esto refleja la falta de seguridad”, reiteró el ex comandante de la Policía Federal en Veracruz.
Castro Carrera ya planeó su regreso. Pretende proponer una oportunidad laboral -desechando su jubilación- por tres meses. Si en ese tiempo no genera resultados, “agarra sus maletas y se va”.
Mientras el ex policía intenta regresar a su labor. Sus ex compañeros asesinados el sábado “sangriento” en Veracruz recibieron un homenaje en las instalaciones de la Policía Federal, ubicadas en el distribuidor vial de Cabeza Olmeca.
El comisionado general de la Policía Federal, Manelich Castilla Craviotto, el gobernador Miguel íngel Yunes Linares, el secretario de Seguridad Pública Jaime Tellez Marie y otras autoridades estatales, participaron en el acto de cuerpo presente.
Los policías federales en activo, rindieron un minuto de silencio, entonaron el himno de la institución y cargaron el féretro de sus colegas ultimados a escasos minutos de la base.