Pendejo llama Jaime Téllez Marié a subordinado
Yerania Rolón
•Un lodazal la Academia del secretario de Seguridad Pública, Jaime Téllez Marie
•Corrieron a casi 200 cadetes la noche del jueves sin pagarles sus servicios
•Ante la injusticia afectados optaron por manifestarse durante el jueves y viernes
•Enfurecido el titular de la SSP llamó pendejo a director del Centro de Estudios e Investigaciones en Seguridad (CEIS) y después lo despidió
•Despedidos evidenciaron las pésimas condiciones de infraestructura en El Lencero
A pesar de que los guardias de seguridad trataron de ocultar la manifestación de los más de 180 cadetes despedidos la noche del jueves, al final la verdad salió a la luz.
En la madrugada un elemento a cargo de la guardia nocturna aseguró: "Aquí no hay nada, aquí todo está en orden", cuando reporteros acudieron al lugar tras el aviso de que había una manifestación.
Pero minutos antes aspirantes a policías estatales sí manifestaron en la explanada de la ex Academia Estatal de Policías, actualmente Centro de Estudios e Investigaciones en Seguridad.
Los reclamos continuaron este viernes, ya que el director del Centro de Estudios e Investigación en Seguridad, Julio César Sosa Mirós, corrió a casi 200 cadetes sin pagarles las cuatro semanas de sus becas en el proceso de convertirse en policías, lo que los motivó a hacer pública la situación.
Apenas unas horas después, por el escándalo el director del CEIS despedido por el titular de la SSP, Jaime Téllez Marie.
Pero más allá del reclamo, éste hecho dejó en evidencia las pésimas condiciones en las que se están "capacitando" a los elementos que en teoría deberán hacerse cargo de la seguridad de los veracruzanos en el futuro, cuando las Fuerzas Armadas del Ejército y la Marina dejen de patrullar las calles.
Algunos de los afectados admitieron haber reprobado los exámenes de control y confianza que se les aplican al interior del Centro, no obstante también detallaron que existen diversas deficiencias y carencias en su interior.
De acuerdo con Tomas Arriaga Gallardo, la mayoría de sus compañeros están enfermos porque se filtra el agua dentro de los cuartos y siempre está húmedo.
"Dentro de los dormitorios se dan infecciones respiratorias, fiebre, gripa. Pero en el consultorio médico no hay muchos medicamentos, entonces cada uno debe pagar su propio medicamento para sanar".
Esto llegó al punto de generar una epidemia en la generación de despedidos, pero la Enfermería de este Centro de Estudios no se dio abasto con los medicamentos, por lo que sin haber recibido su dinero, cada quien tuvo que buscar la forma de solventar sus tratamientos.
"Yo tuve fiebre y no me dejaron estar en reposo, tuve que estar dentro de las actividades aún enfermo y así se contagiaron mis compañeros".
Es la segunda vez que Tomás Arriaga pasa por esta situación y confiesa que durante el sexenio de Javier Duarte también intentó enrolarse en la entonces Policía Intermunicipal, pero de igual manera no pasó los exámenes de Control y Confianza.
"Cuando yo entré aquí estaba la Intermunicipal, estuve un año y nos sacó Duarte. Durante seis años no pudimos trabajar bien porque el gobierno nos vetó y a todos nos culpó de corrupción y de trabajar con el narco"
Confió que en este nuevo gobierno de Miguel íngel Yunes Linares se les abrirían de nuevo las puertas para reingresar a la Policía Estatal, lo intentó pero falló de nuevo.
Por eso lamenta que ahora en el Yunismo vuelvan a ser señalados y etiquetados como malos elementos.
Hace seis años no pudieron manifestarse ni dar a conocer lo ocurrido, porque a quien se atreviera, asegura, lo mandaban a la cárcel o lo desaparecían.
Sin embargo, Arriaga Gallardo recuerda que en cuestión de infraestructura todo se veía "un poco mejor" a comparación de la actualidad.
"La Academia no es nada comparado a lo que era hace seis años, las condiciones estaban un poquito mejor. Los policías salían más preparados y tenían todo el equipo desde el principio".
La falta de recursos es evidente. Algunos ex cadetes comentaron que tuvieron que pedir prestado al llegar a estudiar ahí, porque tenían que comprar playeras, pantalones, chalecos reflejantes y botas debido a que en la escuela no se los otorgarían.
Por eso no les sorprendió que incluso recortaron las semanas de su curso, que inicialmente era de 40 semanas y terminaría en 14.
Además, al ingresar les informaron que recibirían una beca quincenal de 3 mil pesos, sin embargo no llegaría el pago hasta 5 semanas después, es decir 14 mil 940 a cada elemento.
El día de sus despidos estaba por llegar la semana de su pago y de manera abrupta, el director Julio César Sosa Mirós les informó que ya no formarían parte de la Policía Estatal porque no habían aprobado los exámenes de control y confianza.
"La orden del director fue que nos retiráramos ayer a las once de la noche y que no era problema de la Academia lo que sucediera con nosotros", comentó.
No se explicaban esta decisión, pues un gran número de cadetes seguía en espera de presentar el examen del Polígrafo, por lo que esta acción irregular enfureció al titular de la SSP, quien calificó el hecho como una “pendejada” cuando unos cadetes le hablaron por teléfono para explicarles lo que estaba ocurriendo.
Quienes presentaron esa prueba cuentan que fue una mala experiencia parecida a un acto de tortura.
"Cuando te aplican el polígrafo te hacen preguntas hostigantes y te obligan a respuestas forzadas. Te preguntan si te has drogado, si has robado, si estamos seguros de lo que decíamos, inducen a dudar entre tus respuestas", comentó una ex cadete.
Añadió que pasan siete horas sentados sin moverse, si llegan a acomodarse en el asiento, los amenazan con cancelar las pruebas. En ese lapso les gritan y avientan cosas, les hablan de manera fuerte con tal de alterarlos.
Durante dos meses y medio, jamás se les comunicó que podrían ser despedidos, los mandaron a enfrentamientos y manifestaciones en diversos municipios de donde algunos regresaron golpeados.
Por eso no se rindieron cuando les pidieron firmar su renuncia y se negaron a abandonar la ex Academia la medianoche de este jueves.
Se armaron de valor y llamaron al secretario de Seguridad Pública, Jaime Téllez Marie, quien les dijo que podrían quedarse a dormir dentro de las instalaciones.
Pese a esta orden, los policías los mandaron a las canchas para que ahí durmieran, pero fue hasta el aviso de que Téllez Marie acudiría, cuando optaron por dejarlos entrar a sus cuartos por última ocasión, luego de dos horas bajo el sereno de la madrugada.
Este viernes, al ser entrevistado el secretario de la SSP no se limitó a expresar que la contratación de personal sin tener aprobados los exámenes de Control y Confianza era una "pendejada" que tendría que asumir el director, después se confirmaría su despido.
Para más tarde, de acuerdo con los ex cadetes que se reunirían con el secretario Jaime Téllez, este arribó evidentemente molesto al Centro de Estudios e Investigaciones en Seguridad y fue a la oficina de Sosa Mirós.
Trascendió que Téllez Marie le exigió presentar su renuncia en la oficina de Asuntos Internos, por lo que el director se marchó “por la puerta de atrás”.