En tanto no se establezca la llamada “segunda vuelta” para las elecciones de los titulares o autoridades responsables de los tres ordenes de gobierno; hay que abocarse a la conquista del voto libre, secreto y directo; que el estado debe garantizar en cada jornada electoral. Un voto, es un voto; y por un voto, se gana o se pierde; de ahí­ la importancia que ha representado desde las elecciones presidenciales del año 2006, el estribillo, aquel que los seguidores de Andrés Manuel López Obrador, reclamaban para el candidato presidencial del PRD (a quien suponí­an vencedor de la contienda) y que solo de pensar en un “recuento, de voto por voto y casilla por casilla” que no se dio, hubiera representado un verdadero problema de logí­stica para las autoridades electorales responsables de tal verificación o confirmación. Y con ello, de alargarse una fuerte inconformidad post electoral, innecesariamente se pondrí­a en riesgo cualquier complicada elección.

En un escenario como el que se plantea, con un empate técnico o “cierre de fotografí­a”, quien resulte electo gobernador o gobernadora del Estado de México, tendrá que guardar celosamente en sus archivos, la totalidad de las copias de actas de Casillas; donde además del conteo de los votos; consten los incidentes de la jornada; el número de boletas con voto “nulo”; la cancelación y anulación de boletas electorales inutilizadas; para acoplar toda la documentación al paquete electoral que deberá contener desde el acta de apertura e instalación de casilla; hasta el cierre y elaboración del paquete, que será depositado en la comisión electoral correspondiente, para su resguardo y para su apertura y revisión previa a la entrega de constancias de mayorí­a que validen la elección.

En el panorama electoral del Edomex, se insiste faltando tres dí­as para que concluya el proceso electoral en la etapa de campaña;”y ocho dí­as para la jornada electoral, en donde al finalizar, se conoce la verdadera y auténtica encuesta, elaborada por los sufragantes y validada por el Organismo Electoral competente. Del Mazo Maza, quien se presume ganador desde ahora, por haber sido abanderado del partido tricolor, repetirá las estrategias de sus antecesores; pues hace ya muchos años, que el PRI hace campaña “sin candidato”, pero con muchos billetes para comprar el voto.

Los puntos que le faltaban a Delfina, la candidata de MORENA y yegua de Troya de AMLO para ganarle al tricolor desde las entrañas de Atlacomulco, según los optimistas morenistas, auguran su triunfo; y éste se dará si es que recibe verdaderamente el dos por ciento del número de votos de la contienda cedidos por el candidato del PT mediante su declinación y que serí­an sumados a la MORENA, para abrir el camino a los Pinos en 2018, con su mejor jinete de la izquierda mexicana en las tres ultimas elecciones.

Lo que es de reconocerse, es el colmillo retorcido del maestro Alberto Anaya Gutiérrez, viejo dirigente nacional del Partido del Trabajo y sobreviviente de muchas batallas en las filas de la izquierda mexicana; donde ha permanecido a la cabeza de marchas y plantones junto al ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas; al licenciado Porfirio Muñoz Ledo; a la maestra Ifigenia Martí­nez; y a otros destacados intelectuales, beneficiarios de escaños y curules en el Congreso de la Unión y en la Asamblea de Representantes del Distrito Federal.

Pues estando a punto de cancelarse el registro del PT por el INE, “resucitó” y recibió la prerrogativa partidaria por un monto aproximado a los doscientos treinta y dos punto seis millones de pesos para ejercer en este 2017; y un adicional por la cantidad de cuarenta y siete millones cuatrocientos veintiocho mil setecientos dos presos, para gastar en sesenta dí­as de campaña, el PT y su candidato Óscar González Yáñez, quien acaba de declinar en favor de la candidata de MORENA (sin devolución de los remanentes del subsidio de campaña); pero eso sí­, asegurando que le sumará en las urnas el próximo domingo, cien mil votos en favor de la maestra Delfina Gómez. Como premio adicional, Óscar González será incorporado al gabinete de la candidata de MORENA, si el triunfo favorece a sus impecables y democráticos intereses.