Con la desaparición de su hijo, volver a empezar sin dejar de pedir justicia
•Efraín Mártiz, padre de Gibrán, el cantante de "La voz México", dejó el exilio y regresó por unos días a México y a Veracruz, al lugar donde policías asesinaron a su hijo
•Amplió denuncia contra ex Secretario de Seguridad Pública (Bermúdez Zurita) y ex procurador de Justicia (Luis íngel Bravo Contreras)
•“Cambiaron la vida de mis hijos” reclama padre de joven asesinado
Por ARANTXA ARCOS y fotografía por YERANIA ROLÓN
Regresar a México para ampliar la denuncia donde se investiga la desaparición forzada y asesinato de un joven puso a dudar a su padre.
El temor lo suprime por segundos, caminar solo por las calles de Xalapa le causa dolor y frustración al no ver la justicia para quienes dieron el tiro de gracia al cantante veracruzano Gibrán Mártiz Díaz.
Desde el asesinato de su hijo, Efraín Mártiz Aguirre emigró con dos hermanos de Gibrán y su madre a otro país. Volver a empezar sigue costando para la familia.
Los hermanos del ex concursante del programa “La Voz México” vivieron lapsos de depresión, uno intentó suicidarse, ambos perdieron a un hermano y dos años de estudio universitario.
Uno cursaba la licenciatura en Derecho, la cambió por música, como su hermano Gibrán. El segundo desistió de continuar con la preparación universitaria en rehabilitación física; inició los estudios en Derecho.
La madre de Gibrán sigue en atención psicológica con un especialista y continua comunicación con Don Efraín; el dolor de perder a un hijo asesinado y levantado por policías sigue impactando su memoria.
Don Efraín buscó a viejos amigos, les pidió ayuda para proteger a su familia y continuar con sus vidas, sin un integrante.
La esposa olvidó la profesión, abandonó su consultorio médico y la casa que vio crecer a tres hijos, entre ellos, el joven de 22 años, al que buscaron y encontraron muerto por policías al mando del ex secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita.
“A ellos (hermanos de Gibrán) les cambia la vida porque es difícil la situación de cambiar de ámbito, de lugar, les cambia muchas veces la situación de lograr su espacio, el entorno de amigos, de familia, a pesar que están con su familia paterna. Es traumático”.
Durante la cuarta semana del mes de mayo del 2017, tres años después del asesinato, Don Efraín Mártiz regresó a México, a Veracruz y al municipio donde vio por última vez con vida a uno de sus tres hijos.
“Nos vamos acoplado, no es fácil, sobre todo cuando uno tiene un ritmo en lo económico como de trabajo, es un poco difícil, pero no se lo deseo a nadie. Es la parte en donde uno se siente revictimizado”.
Gibrán fue secuestrado el 7 de enero del 2014 por policías estatales de Veracruz, vecinos del departamento donde se encontraba dieron cuenta a la familia de los hechos.
La situación involucra a la patrulla 20-1778, placas 00-7191 tripulada por siete policías de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP). El incidente quedó tatuado en la familia Mártiz Díaz.
“El tema psicológico ha influido muchísimo, mi esposa es muy fuerte, creo que es más fuerte que yo, pero no ha habido ninguna situación que no pueda sobrepasar en el mismo camino, al final uno tiene que tener apariencia de fortaleza por los hijos”, exclamó Efraín Martiz.
El cambio de gobierno priista a panista generó una ligera confianza a Efraín Mártiz, padre de Gibrán. La exigencia es la misma: sancionar a los culpables de la desaparición y muerte de tres jóvenes.
Uno de ellos sigue desaparecido, dos fueron localizados con el tiro de gracia, entre ellos, el excantante competidor de un reality show.
“Hay mucha gente adentro haciendo cosas, que todavía no detectan, se esconden. Sentí confianza de regresar para ampliar mi declaración y ampliar la investigación, lo que se solicitó cuando estaba Luis íngel y no quiso”.
Efraín domina su miedo, lo infiere como fortaleza para ayudar a sus hijos y esposa. Una mochila repleta de documentos con la investigación de Gibrán lo acompaña a todos lados.
“Siempre hay temor porque son personas que no se tientan el corazón para matar a alguna persona, si nosotros pensamos inocentemente de que no va a pasar nada, si va a pasar y si puede pasar, si lo va a hacer, que lo haga. Vengo aquí a hablar de esto y sabemos que son ellos”.
En los tres días que lleva en Xalapa, Efraín Mártiz amplió la declaración contra el ex secretario de Seguridad que desde el 3 de febrero del 2017 está recluido en el Penal de Pacho Viejo, por un delito ajeno a la desaparición forzada.
Don Efraín insistió que se debe aprovechar su reclusión, los delitos que lo mantienen preso son menores a las lesiones que causó en familias veracruzanas durante su función pública.
La justicia veracruzana no ha cumplido su función. Efraín insiste en decir que Bermúdez aprovechó su cargo para crear un comando especial para levantar a personas, incluidos periodistas.
DUARTE ERA UN TIPO FRíO, NO DEPRESIVO
La familia de Gibrán aportó pruebas que siguen plasmadas en el expediente. Sábana de llamadas y geolocalización del celular del joven apuntan dos sitios; el fraccionamiento Las ínimas, residencia del ex secretario de SSP y la Academia de Policías El Lencero.
La investigación sigue en la Fiscalía General del Estado (FGE), sin avances y con las pruebas completas del caso.
La última vez que Efraín charló con el exgobernador Javier Duarte de Ochoa ocurrió en un café, mientras la entidad era sede de los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2014.
Una foto de Gibrán salió de su bolsillo, la mostró a Duarte y señaló que el joven fue levantado por policías que debieron protegerlo y no desaparecerlo.
El semblante del exgobernador priista lo replica con asombro y coraje.
“Le dije: mira ¿tú vas a permitir esto? Le enseñé la foto de mi hijo y se quedó sorprendido. Esa entrevista fue cuando estaban los Centroamericanos, se quedó sorprendido... ¿Hasta cuándo? y dijo no, no, vamos a ver, vamos a tratar de arreglar y corregir eso”.
Las palabras de “consuelo” se transmitieron con semblante frío por el priista expulsado de su partido y detenido en Guatemala.
Don Efraín recordó que nunca mostró sensibilidad o consumo de antidepresivos, tal y como en recientes fechas se difundió la situación del ex mandatario veracruzano.
“Ahí se da cuenta uno que no, entonces, de que tomara eso, no sé, desconozco, siempre se me hizo un tipo frío y ese tipo de personas no necesitan ese tipo de cosas, son muy seguras al momento de actuar”.