El cierre de la jornada de tomas de muestras, organizada por los colectivos de familiares en búsqueda de desaparecidos, y la Fiscalí­a General del estado, evidencia la grave crisis de derechos humanos en Veracruz por personas ausentes no sólo en el puerto jarocho y en Xalapa, sino ahora dando una aproximación a lo que pasa en otras ciudades que no estaban tan visibilizadas.
En esos dí­as se captaron mil 15 muestras, lo que se puede equiparar con mil nuevos casos de personas desaparecidas que ya están en los registros para ser cotejados con cadáveres exhumados de fosas clandestinas, recogidos en la ví­a pública o enviados a la fosa común.
Aunque la mayorí­a de estos casos datan de los años del gobierno de Javier Duarte de Ochoa, y que son ví­ctimas de desaparición forzada, polí­tica impuesta por el hoy preso Arturo Bermúdez Zurita, ex secretario de Seguridad Pública, para Lucí­a de los íngeles Dí­az, con el presente gobierno, el tema de la desaparición de personas, no ha terminado.
“Está pasando lo que no pensábamos que ocurrirí­a, que las desapariciones iban a ser peores con este gobierno”, dijo, y recuerda los casos de los tres marinos llevados por la fuerza en la zona norte de Veracruz, los turistas de Oaxaca asesinados y otros desaparecidos durante la jornada de protestas y saqueos en el puerto a inicios de del 2017 y por lo menos otra docena de jóvenes sustraí­dos con violencia ya bajo el gobierno de Miguel íngel Yunes Linares.
En Orizaba, Familias de Desaparecidos Orizaba-Córdoba, de Araceli Salcedo, informa que en su jornada, se captaron 205 muestras, que son equivalentes al mismo número de nuevos casos. Se trata de la región con mayor afluencia de casos nuevos, que en su mayorí­a, no estaban denunciados.
Dice Araceli Salcedo que en resumen, las personas que llevaron estos nuevos casos tení­an temor de poner la denuncia ante las amenazas que abundaban en la pasada administración. Hoy llegan ante el colectivo que encabeza con la esperanza de encontrar a sus familiares desaparecidos.
En la misma zona, en Córdoba, Marcela Zurita, del colectivo Solecito-Córdoba-Orizaba, reporta 102 muestras en la jornada.
Igualmente, casos de personas que no habí­an sido denunciadas como ausentes ante el miedo instaurado en los últimos años, y que sigue persistiendo ante las desapariciones que no cesan.
El colectivo Solecito-Córdoba aglutina a poco más de 100 personas, muchos de ellos con ví­ctimas de desaparición forzada en los años en que patrulló impunemente el conocido comandante Tritón, Alfonso Zenteno Pérez, acusado de pederastia, desaparición forzada y secuestro agravado.
Las abusos de derechos humanos cometidos por Zenteno, se cometieron entre 2012 a 2015, periodos en los que fue Comisario de la SSP para esa zona y director de la Policí­a Municipal de Orizaba, cargo del cual fue despedido por acoso a un activista en la zona, Jairo Guarneros Sosa.
En la zona Centro del estado, donde ahora se sabe hay ese gran número de nuevos casos de personas desaparecidas, convergen actividades delincuenciales que van desde el cobro de piso, extorsión, venta de droga al menudeo, y ahora el boyante negocio del robo de gasolina a los ductos de Petróleos Mexicanos.
Córdoba y Orizaba se encuentran dentro de la ruta del ducto que va de Minatitlán a la Ciudad de México, procedente de la Refinerí­a Lázaro Cárdenas, y que es hoy el mayor blanco de los huachicoleros centrados en Puebla y Tlaxcala, los estados con el mayor í­ndice de esta actividad ilegal.
No debe dejarse de señalar que alrededor de estos nuevos casos de personas desaparecidas para Orizaba y Córdoba, hay la presencia de señalamientos claros contra corporaciones policiacas y personal de las fuerzas armadas.
La zona Córdoba-Orizaba igualmente ha sido escenario de la disputa entre facciones de Los Zetas, que se dividieron a finales del gobierno de Javier Duarte de Ochoa y el crecimiento exponencial del nuevo Grupo Cártel de Jalisco Nueva Generación, que en Tierra Blanca ya cuentan con el señalamiento de haber dado muerte a cinco jóvenes de Playa Vicente, aparentemente sin motivos, sólo porque fueron entregados por las fuerzas del ex delegado de la SSP, Marcos Conde, como sospechosos, luego de haber sido detenidos por la policí­a en Tierra Blanca, cuando ellos iban rumbo a Playa Vicente después de haber pasado el fin de semana en el puerto jarocho.
En el norte, el colectivo Familiares en Búsqueda Marí­a Herrera ”“Poza Rica, captó 148 muestras hasta la tarde del viernes, igualmente, nuevos casos que se irán agregando por haber estado sin denunciar ante el temor, o abandonados por el nulo trabajo de los encargados de la Fiscalí­a General del estado en la administración pasada.
En Poza Rica, la lí­der del colectivo, Marí­a Herrera, perdió a dos de sus hijos en 2010, cuando resultaron detenidos en un retén de la Policí­a Municipal, que presuntamente después los entregó a un grupo de la delincuencia organizada para desaparecerlos. En Poza Rica la dinámica de la violencia está centrada en la presencia del Cártel del Golfo y Los Zetas, a últimas fechas, Los Zetas se han dividido y han aparecido expresiones como las de Grupo Sombras y El 35 que ya se han adjudicado varios hechos de violencia.
La violencia que cobra vidas y ausencias, se ha expandido desde Poza Rica a Papantla, Tihuatlán, Cazones, etcétera, municipios que concentran poco más de medio millón de personas.
En Junio de 2016, en calles de Poza Rica, perdió la vida Jesús Jiménez, y su esposa resultó lesionada, luego de haber sido interceptados por sujetos que les dispararon en varias ocasiones. Los dos formaban parte de un colectivo de búsqueda de personas desaparecidas porque se encontraban buscando a su hija.
La semana pasada, en Poza Rica, explotó la polémica entre integrantes de colectivos y el fiscal general Jorge Wí­nckler por el predio La Gallera, cercano a Poza Rica, luego de que las familias detectaron que dicho predio estaba abandonado y en teorí­a debí­a estar bajo custodia y en proceso de investigación porque alegan que ahí­ han exhumado cadáveres y también se empleó para darle muerte a docenas de ví­ctimas de secuestro del cártel de Los Zetas, esto ante los indicios que autoridades y ellos mismos han localizado. La Fiscalí­a general rechazó las versiones, abriendo otro frente de batalla. Ahora ese colectivo también se ha sumado a las voces que demandan la salida de Jorge Wí­nckler como Fiscal General.
En el sur de Veracruz, la vocera de Madres en Búsqueda Coatzacoalcos, Belén González, reportó 154 nuevos casos.
Este colectivo hace unos dí­as apenas contaba con menos de 30 integrantes, en los cuatro dí­as de la jornada, explicó Belén González, resultó sorprendente la gran afluencia de personas con un caso o hasta dos o tres de personas desaparecidas.
La constante, dijo, han sido ví­ctimas de las fuerzas policiacas y de la indolencia de las autoridades. Este mes, por ejemplo, se cumplieron dos años de la desaparición forzada de cinco ví­ctimas, taxistas y trabajadores, que terminaron en manos de civiles que eran custodiados por personal de la Fuerza Civil y en donde la Fiscalí­a General no ha dado avances para saber qué pasó con ellos, uno de los casos más notorios en el sur.
A la toma de muestras a Coatzacoalcos arribaron habitantes de Nanchital, Agua Dulce, Ixhuatlán del Sureste, Minatitlán, Acayucan, Cosoleacaque, etcétera. La región cuenta con amplia presencia de grupos delincuenciales que han formado células a partir de la ruptura del cártel de Los Zetas, además, crece de manera notoria el robo y tráfico de gasolina robada a los ductos de Pemex.
En el puerto jarocho, el Solecito de Veracruz reporta 150 nuevos casos, muchas de esas personas que acudieron a tomarse la muestra son de municipios aledaños, como Medellí­n, Alvarado, Tlacotalpan, Paso de Ovejas, Manlio Fabio Altamirano, Soledad. El puerto de Veracruz es hoy la ciudad más importante del estado, poco más de medio millón de habitantes, pero al mismo tiempo, la más diezmada por la violencia en distintas etapas.
Hasta hace una década, el control era del cartel de Los Zetas, que a su vez lo habí­a tomado del cartel del Golfo, pero a la escena se metió el Cártel de Jalisco Nueva Generación, y llegaron las balaceras, homicidios, ejecuciones y las desapariciones.
En Veracruz puerto está la fosa de Colinas de Santa Fe, de la que han exhumado más de 250 cadáveres, y se cree que haya más. Igualmente hay otros puntos ya detectados en la zona norte de la ciudad como posibles tiraderos de cuerpos de humanos, los cuales son enterrados en fosas clandestinas muy cerca de la ciudad. En la ciudad vecina de Cardel, Solecito reporta 78 tomas de muestras. Esa pequeña ciudad es estratégica para los grupos de la delincuencia al ser crucero de las rutas carreteras que van del norte al sur del paí­s. En esa ciudad, varios meses, operó el ex delegado de la SSP, Marcos Conde, a quien se atribuyen docenas de casos de desapariciones en la región, mayormente, de jóvenes y menores de edad.
Hasta el cierre de esta nota, los datos sobre las tomas en Tantoyuca y Xalapa, no habí­an sido desglosados. Entre las dos ciudades se dieron 178 tomas de muestras que ya están en los concentrados de los colectivos y de la Fiscalí­a.