Menosprecia Fiscalía desaparición de su hijo
•Socorro ni siquiera sabe quién lleva el caso de su hijo Felipe
•Ha pedido una audiencia en la Fiscalía, pero le dicen que es uno entre cincuenta
•La mujer no desiste, es tutora de un nieto y sólo busca que la atiendan
Yerania Rolón
El nieto de Socorro Hernández Sánchez juega alrededor de ella. Está sentada en una silla esperando su turno para que personal de la Policía Federal le tome por segunda vez muestras de ADN con la esperanza de que esto pueda ayudarle a encontrar a su hijo Felipe González Hernández.
De oficio tablajero y con 30 años, Felipe desapareció el 1 de septiembre de 2016, luego de acompañar a unos amigos a una fiesta.
Tras la desaparición de Felipe, uno de sus tres hijos se quedó al cuidado de su abuela Socorro, y unas gemelas, a cargo de quien era su pareja.
Por eso ya con 9 años, el hijo de Felipe acompaña a su abuela, quien hace todo lo posible para entretenerlo porque con el paso de las horas comienza a desesperarse. A su corta edad el pequeño no alcanza a comprender en dónde está y por qué.
Socorro, hasta la fecha, desconoce los detalles de la desaparición de su hijo. La única versión que sabe es la que le contó personalmente una amiga de Felipe, quien al momento de acudir al Ministerio Público como testigo se retractó “por miedo”.
“Hasta donde yo sé invitaron a mi hijo a una fiesta, lo fueron a invitar entre 9:30 y 10 de la noche, pero esa persona ya no quiere dar su declaración ante la Fiscalía para no meterse en problemas”.
Afligida, Socorro dice que desde que presentó la denuncia ante la Fiscalía General del Estado este organismo no ha tenido ningún avance en las investigaciones.
De hecho, la mujer sospecha que la primera ocasión en que entregó su ADN lo perdieron, tal y como ocurrió con otros familiares de desaparecidos.
En tan sólo 8 meses, Socorro confiesa que ha visto cómo se han ido olvidando de su caso. Incluso en la Fiscalía General "se les pasó" informarle que le habían cambiado al titular de la investigación.
Agrega que desde hace 15 días busca el encuentro con el nuevo fiscal y no se ha concretado porque argumenta que siempre “está ocupado” y la desaparición de Felipe no es el único caso que atiende.
“Me dicen que hay mucho trabajo, que ellos tienen más de 50 casos y la verdad no se enfocan solamente en uno porque tienen muchos” lamentó Hernández Sánchez.
Luego de enterarse hace unos días que la FGE había perdido muestras de ADN, su otra hija le insistió en que no perdiera la oportunidad de otorgar nuevamente sus datos y su sangre para la base de datos "por si acaso".
La mujer comentó que su hijo vivía en Camino a las Parcelas, Ampliación 21 de marzo, en Xalapa, pero no existe ningún avance en cuanto a su localización.
Reconoció que hace unos años Felipe había tenido problemas con la justicia, ya que unos policías entraron a su domicilio “a destruirle sus cosas”.
“Pero ya se estaba arreglando eso, ya habían llegado al arreglo de que (los policías) le iban a pagar las cosas que le habían destruido”, justificó.
Pese a este antecedente, la FGE no ha abierto una línea de investigación con respecto a estas agresiones, todo está detenido. Además teme que tras la pérdida de muestras de ADN tome más tiempo dar con el paradero de Felipe.
Junto con su nieto, que le sigue el paso sin tomarla de la mano, Socorro terminó los exámenes y volvió a su casa en Banderilla. Pese a la incertidumbre, mantiene la esperanza de que las autoridades lo encuentren o el milagro de que este regrese con vida.