Ni con el cambio de “la manzana podrida” se mejoró la situación para los reporteros en Veracruz. Cinco años se cumplieron del asesinato de la corresponsal de Proceso, Regina Martí­nez.

Periodistas de la ciudad de Xalapa, artistas e integrantes del Colectivo Voz Alterna, se reunieron en la explanada de la plaza antes conocida como Sebastián Lerdo para recordar no sólo a Martí­nez, también a los 20 asesinados en los últimos años.

Cuando las calles de la capital del estado cobijaron a Regina Martí­nez, “Lupita” López conversaba frecuentemente con su compañera de profesión.

Más de 50 meses han pasado y Lupita López la recuerda con tristeza, con repudio a la justicia veracruzana que no indaga en los responsables del asesinato la tarde del sábado 28 de abril del 2012.

“Se acabó este sexenio, pensamos que ya í­bamos a respirar tranquilos, que el gremio podí­a trabajar con libertad y vemos que no.
En estos meses que van del actual gobierno panista-perredista-yunista ya van tres compañeros muertos, no sabemos las garantí­as con que contamos para seguir desempeñando este oficio”, expresó Lupita López.

El repudio no se concentró solo en el fatí­dico sexenio priista de Javier Duarte de Ochoa, hoy detenido y procesado penalmente en Guatemala.

Ya cumplió la primera semana, sin la visita conyugal de su esposa y ex presidenta del DIF Estatal Veracruz, Karime Mací­as Tubilla.

El ex mandatario fue mencionado por la periodista veracruzana López, amiga de Regina, quien recalcó la inexistencia de garantí­as vigentes para sus colegas de calle, de cobertura e investigación en la entidad.

En su análisis, Lupita López recordó lo exclamado por Duarte de Ochoa el 30 de junio del 2015, en el “Encuentro con medios de comunicación de Poza Rica”.

Allí­, Duarte de Ochoa comentó a los presentes que debí­an portarse bien “todos sabemos quiénes andan en malos pasos, todos sabemos quienes tienen ví­nculos y quienes están metidos con el hampa”.

“A manera de amarrarse el dedo, decí­a que habí­a muchas manzanas podrí­as en el gremio periodí­stico y que poco a poco el árbol se iba a ir sacudiendo para que cayeran esas podridas, refiriéndose a periodistas, según él, que tení­an que ver con grupos delincuenciales. Nunca aclaró quienes eran pero finalmente vemos que la manzana podrida era él”.

La putrefacción en Veracruz se extendió en los primeros cinco meses del gobierno Yunista.

Las promesas que enunció en campaña para ser el sucesor de Javier Duarte de Ochoa mencionaba en repetidas ocasiones; cesar con las intimidaciones, con la oscuridad en el acceso a la información, con garantí­as para el libre trabajo. Ninguna cumplida.

Tan solo el 19 de marzo, el gremio periodí­stico se pintó nuevamente de rojo. Ricardo Monlui Cabrera fue asesinado a balazos en el centro de la cabecera municipal de Yanga, cuando salí­a de una fonda acompañado de su familia y pretendí­an abordar un automóvil.

Diez dí­as después de este asesinato, el reportero de “La Opinión” en Poza Rica, Armando Arrieta Granados, fue baleado en su domicilio. Su estado de salud se consideró grave debido a las balas que ingresaron a su cuerpo.

“Cada vez somos menos los que estamos aquí­ exigiendo, también lo hacemos por otros compañeros que entregaron su vida en este estado de Veracruz y es triste ver la tumba abandonada”, agregó Lupita López.

Prófugo presunto culpable de asesinato de Regina Martí­nez

Otra amiga y compañera de Regina Martí­nez, Norma Trujillo Baez, periodista de la Jornada Veracruz, coincidió con Lupita López, mencionar que el actual gobierno del “cambio” no ha mejorado la situación vulnerable de los periodistas en la entidad.

“El gobernador actual, Miguel íngel Yunes Linares habí­a dicho que se le darí­a puntual seguimiento a las investigaciones de los crí­menes de todos los periodistas veracruzanos, han pasado cinco meses y el tema no se ha retomado”.

La también vocera del Colectivo Voz Alterna, mencionó que el caso de Martí­nez sigue impune, sin avances en las investigaciones y con la desaparición de un presunto asesino intelectual.

Adrián Hernández “El Jarocho” se encuentra en calidad de desaparecido.

En los primeros seis meses del asesinato contra la periodista Regina, Jorge Antonio Martí­nez Silva, “El Silva”, fue presentado por la entonces Procuradurí­a General de Justicia del Estado de Veracruz (PGJE) como presunto responsable del asesinato contra la comunicadora.

Las semanas avanzaron y para agosto del 2013, el Tribunal Superior de Justicia de Veracruz revocó la sentencia de 38 años por el presunto asesinato de la periodista Regina Martí­nez, corresponsal de Proceso.

La decisión fue tomada por los magistrados; Edel ílvarez Peña y Andrés Cruz Ibarra, que consideraron violadas las garantí­as del procesado, así­ como no tener una debida defensa del caso.

La determinación duró poco, el 22 de octubre del 2014, “El Silva”, recibió una reaprehensión por su presunta responsabilidad del asesinato. En esas fechas, Luis íngel Bravo Contreras laboraba como titular de la Procuradurí­a, ahora denominada como Fiscalí­a General del Estado (FGE).

De acuerdo con el testimonio de Trujillo Baez, amiga y compañera de la periodista asesinada el 28 de abril del 2012, es necesario valorar pruebas aportadas por el único incriminado como también, seguir la lí­nea de investigación en torno al trabajo periodí­stico de Regina Martí­nez.

"No desprendió ninguna lí­nea de investigación en torno a sus trabajos periodí­sticos, ni siquiera hay en el expediente, una referencia de los temas de derechos humanos y corrupción que abordaba. En el expediente se menciona que la periodista falleció a causa de un estrangulamiento y que hubo lucha antes de ser sacrificada", dijo Trujillo Báez.

Memorial al periodismo veracruzano

Además de las compañeras y amigas de Regina Martí­nez, artistas xalapeños montaron su postura por la situación del gremio periodí­stico.

Cristian Valencia Celis, estudiante de la Facultad de Artes Visuales de la Universidad Veracruzana, instaló bloques de hielo con imágenes de periodistas asesinados en Veracruz.

Rubén Espinosa Becerril, Moisés Sánchez Cerezo, Yolanda Ordáz, Anabel Flores, Armando Saldaña, Juan Mendoza Delgado, Gabriel Huge, Pedro Tamayo, Ricardo Monlui, Noé López Olguí­n, Misael íngel López Velasco, Misael López Solana, Guillermo Luna, Esteban Rodrí­guez, Ví­ctor Manuel Báez Chino, Gregorio Jiménez y Manuel Torres aparecieron plasmados en hielo.

La plaza Regina Martí­nez volvió a contar con su placa, bañada en agua frí­a que algunos minutos formó parte de los bloques repartidos en la explanada frente a Palacio de Gobierno.

“El gobierno explica la desaparición como un proceso natural, las estrategias son varias; ocultar, tachar, sobreimprimir, saturar, desenfocar, pero las presencias permanecen”, refirió el joven estudiante y autor de la obra.

La obra permaneció todo el viernes, aludiendo que el hielo es una memoria que se desvanece como la memoria, pero al mismo tiempo cuenta con bases para recordar a los asesinados por seguir ejerciendo el periodismo en Veracruz.