Duarte, a la cárcel
Cayó Javier Duarte. En Guatemala. En una ciudad turística, Panajachel. La INTERPOL, que seguía sus pasos, lo detectó porque sus hijos serían llevados a Guatemala. Ahora muchos duartistas estarán temblando, más que nunca. El CEN del PRI lo dejó claro. Ha de castigarse, dijo, " a quienes se compruebe hayan formado parte de su red delictiva". Todavía más: todos han de devolver el dinero robado. Peor tantito: todos, además, han de ir a la cárcel. La cloaca, entonces, apenas empezará a destaparse. Huele demasiado feo, con asco y vómito. Flavino Ríos, por lo pronto, en arraigo domiciliario. Lo sigue diciendo: "Yo no debo nada".