Y más porque el bienio azul vive obsesionado con hacer más carnitas de lo que resta del prófugo de la justicia desde hace 172 dí­as, Javier Duarte, y de los duartistas, cuatro de los cuales (Arturo Bermúdez, Flavino Rí­os, Mauricio Audirac y Francisco Valencia) están presos en el penal de Pacho Viejo.
Cierto, la burocrática Comisión Estatal de Atención y Protección a Periodistas, ha anunciado, ajá, que reabrirí­an algunos.
Pero en el caso, todos en la impunidad, han de esculcarse.
El próximo 28 de abril se cumplirán siete años del crimen de la corresponsal de Proceso, Regina Martí­nez Pérez, y uno de los asesinos está prófugo y del otro nada se sabe.
Pero el cementerio de la impunidad va más allá, pues cada homicidio necesita justicia, por cierto, el reclamo más indicativo y significativo de los padres de familia de las ONG, colectivos y solecitos con sus desaparecidos, secuestrados, asesinados y sepultados en fosas clandestinas.

LUNES
Agravios impunes

El reportero Ricardo Monlui Cabrera fue asesinado en Yanga de tres balazos, delante de su esposa e hijo.
El reportero Armando Arrieta Granados, jefe de Redacción del periódico “La Opinión”, de Poza Rica, fue emboscado la madrugada del 29 de marzo llegando a su casa con cuatro tiros.
La casa de la reportera Guadalupe Fuentes Barco, candidata, además, de MORENA, a la presidencia municipal de Orizaba, en la colonia Librado Rivera, fue baleada con tres tiros, y de igual manera que en el duartazgo, el oficialismo dijo que los tiros eran para la casa vecina.
Y en los tres casos, y al momento, la impunidad, por más y más cacayacas polí­ticas lanzadas a la pasarela mediática.
Cierto, si Raúl Gibb Guerrero, dueño de “La Opinión” de Poza rica, fue asesinado el 8 de abril de 2005, en pleno fidelato…
Y si Noel López Olguí­n, Noticias de Acayucan, fue secuestrado, desaparecido, ejecutado y sepultado en fosa clandestina el primero de junio de 2011 (el primero en el duartazgo)…
Y tanto tiempo han transcurrido en la impunidad los dos casos, entonces, ninguna esperanza ni reclamo, vaya, ha de abrigarse con el crimen de Monlui y la tirotiza a Arriaga Granados y a la casa de Guadalupe Fuentes.

MARTES
Periodistas a la deriva

Lo peor del asunto es que la subsecretarí­a de Gobernación, a cargo del elbista Roberto Campa Cifrián ha achicado por completo las medidas cautelares a los reporteros “en el filo de la navaja”, bajo el argumento de que el presupuesto federal se agotó.
Y se agotó, claro, entre otras cositas, digamos, por la elección del gobernador en el estado de México, donde un primo del presidente Enrique Peña Nieto, ha de ganar a pesar de todo y de todos.
Por ejemplo, hay en Veracruz un montón de diaristas amenazados, intimidados, acosados y amenazados de muerte que tocaron puertas en Gobernación y en su momento fueron escuchados.
Ahora, les han suspendido la protección y en unos casos les han retirado hasta los enlaces telefónicos (que también cuestan, pues están concesionados a una empresa privada) y en caso de sentirse angustiados, entonces, quizá, acaso, con un milagro presupuestal, pudieran reconsiderar.
Pero en términos generales, han sido dejados a la deriva, cuando en el Veracruz azul ya va un reportero asesinado, más dos baleados.
Además, los carteles y cartelitos paseando como en casa.
Y ni modo de esperar garantí­as de la Fiscalí­a, tan ocupada como está en ajustar cuentas con el duartazgo, y si es posible, encarcelar a Fidel Herrera Beltrán, al que la Yunicidad sigue rascando.
Y tan es así­ que según versiones, el mismo góber fogoso suele decir a sus amigos que es tiempo de sumirse y de recoger varas.

MIÉRCOLES
Golpes de pecho de la PGR

El jueves 6 de abril, La Jornada México publicó a 8 columnas en portada una noticia estremecedora.
La Procuradurí­a General de la República, PGR, dice el titular, acepta que “privan fallas al indagar ataques contra periodistas. En 48 casos, solo tres sentencias condenatorias. Hay deficiencias en la Fiscalí­a Especial reconoce la subprocuradora. Ninguna lí­nea de investigación se descarta en el caso de Miroslava Breach. Ante asesinados, pide Podemos a la Unión Europea congelar relaciones con México”.
Y el hecho rebota en Veracruz, pues desde el duartazgo solí­an “lavarse las manos”, asegurando que la PGR habí­a atraí­do el caso de todos y cada uno de los crí­menes de trabajadores de la información.
Todaví­a peor:
En la cumbre estelar presidida por la subprocuradora de Derechos Humanos de la SEGOB, Sara Irene Herrerí­as, quedó claro lo siguiente:
“El Estado es el primer obligado a dar protección a los periodistas. Tienen hijos y tienen padres. El problema en el paí­s es la impunidad y la falta de resultados”.
En la juntita con la comisión especial de diputados federales “que da seguimiento (ajá) a las agresiones a periodistas fue referido el caso de Armando Arrieta Granados.
Nadie habló de Ricardo Monlui ni tampoco de Guadalupe Fuentes.

JUEVES
Entre voceros te veas

En el otro lado del charco, el doble, triple discurso.
Por ejemplo:
El vocero Elí­as Assad Danini se mantiene, digamos, firme ante la filosofí­a social de la Yunicidad de que “ningún centavo habrá para los medios” y de que “los medios han de aprender a vivir de sus ingresos”.
Pero…
Pero sucede que el vocero de la LXIV Legislatura, Sergio Melo, estuvo citando en los últimos quince dí­as a los reporteros de la fuente para informarles que habrá (o ya existe) un apoyo mensual “por la buena cobertura legislativa”.
Además, ha trascendido que también se reunió con los directores de medios afines para informarles que la llave se ha abierto y que pronto, “antes de que el gallo cante tres veces”, los vientos favorables serán reanudados, igual, digamos, que en el duartazgo.
Según versiones, el coordinador de la bancada panista, He-Man, el antiguo carga-maletas del presidente del CDE del PAN, Pepe Mancha, también ha elaborado su listita de reporteros afines para premiar su lealtad.
Uno que otro secretario del gabinete legal tiene ya su propio jefe de prensa.

VIERNES
Reporteros espí­as

Versiones peores también corren.
Por ejemplo, según Francisco Martí­nez, ex reportero de Telever despedido al mismo tiempo que otros colegas, entre ellos, Eloí­sa Maasberg, Araceli Baizabal y Rogerio Pano luego de más de veinte año, asegura que la Yunicidad habilitó a reporteros como espí­as, siguiendo así­ la leyenda real del llamado Cartel de Palacio en el duartazgo.
Es decir, reporteros espiando a reporteros, la misma técnica utilizada por, entre tantos otros, Joseph Goebbels, el súper ministro de Información de Adolf Hitler.
La versión resulta inverosí­mil. Pero tampoco puede descartarse y más si se recuerda que el prófugo de la justicia siempre adelantaba ví­speras cuando un reportero era asesinado y lo ligaba a los carteles, a las malas amistades, “los tiempos peores que vendrán en que
caerán muchas manzanas podridas”, y según él, “se lavaba las manos”, ángel de la pureza que se creyó.
La Yunicidad ahí­ va. Todos los dí­as, la violencia. El miedo, el temor y el terror. La incertidumbre y la zozobra.
Y aun cuando todas las familias en pleno resultan agraviadas, pues nadie puede cantar victoria, una de las ví­ctimas son los medios que cumplen con la sentencia bí­blica del Eclesiastés de “escribir lo que se ve” y lo que se vive.