Cierto, el principio de la derrota está en los 25 diputados del PAN y PRD y partidos anexos y conexos, incapaces del cabildeo suficiente y necesario para lograr un haz de voluntades alrededor de una de las más peores herencias del duartazgo, como es la inverosí­mil deuda pública que llega, entre deuda bancaria y bursátil, a 46 mil millones de pesos.
Ahora, los diputados yunistas “se cortan las venas” en contra de los otros y les endilgan los calificativos sórdidos y siniestros de que se tenga memoria.
Fueron incapaces. No pudieron. Les ganaron la batalla estelar.
Pero al mismo tiempo, el director de Comunicación Social, Elí­as Assad Danini también falló porque estaba obligado a crear una atmósfera social y popular en favor de la iniciativa de ley que se sintiera y replicara en el Congreso.
No lo miró así­. No tuvo neuronas para ver el bosque y se quedó con el árbol. Ahora, como Hernán Cortés, pudiera, digamos, si tiene conciencia histórica, llorar en “El árbol de la noche triste”.

LUNES
Vocero perdió el bosque

Si el góber azul dice “no se trataba de pedir más créditos, sino de pagar menos intereses”, entonces, Elí­as Assad debió cabildear entre reporteros, columnistas,
articulistas, directores editoriales, jefes de Información y Redacción y dueños de medios… para crear y proyectar tal fortaleza social, administrativa, económica y financiera de la Yunicidad.
Si el góber azul dice que “todos los dí­as tenemos que abonar a esa deuda veinte millones de pesos”, el vocero debió cabildear la versión en los medios para crear una simpatí­a social alrededor de tal hecho concreto y especí­fico y que significa, a todas luces, una carga económica demasiada pasada.
Y tan demasiada pesada que como dice el góber azul ha de elegirse entre, por ejemplo, el sacrificio de los programas sociales y el pago a médicos, maestros, policí­as y jubilados.
Y el riesgo, dijo, de cerrar hospitales y escuelas y dejar la seguridad en manos de los malandros.
Y por eso mismo, el vocero, con todo y su barba estropajosa, pantalones apretujados y rabones y sus tenecitos, debió construir una empatí­a mediática a la iniciativa de ley.
Peor tantito si se considera que tuvo más de un mes para empujar la carreta y ni hablar, las barbies que lo perturban lo distrajeron de la tarea fundamental.
Cuidado, si una Barbie distrae y eres el jefe máximo, nada pasa. Pero si eres un jefe menor, al dí­a siguiente suele amanecerse sin cargo y sin Barbie.

MARTES
Desplomar la yunicidad

Según el góber azul, los 25 diputados locales que bloquearon la reestructuración de la deuda “quieren que le vaya mal a Veracruz”.
Cuidado, más allá de que busquen que a Veracruz “le vaya mal”, la obsesión de ellos, con sus jefes máximos, es descarrilar a la yunicidad…de cara a la elección de alcaldes el 4 de junio, entre quienes el senador con licencia, Fernando Yunes Márquez, se ha registrado.
Pero más aún, desplomar al góber azul y al PAN y PRD de cara a la elección de gobernador el año entrante donde Miguel íngel Yunes Márquez será el candidato azul y amarillo.
En todo caso, muchos, demasiados ex gobernadores han pasado por el trono imperial y faraónico y con todos ellos se ha vivido un estado pródigo en recursos naturales, pero habitado por gente jodida, pobre y miserable, como el CONEVAL lo ha documentado.
Y en tales circunstancias, más, mucho más falló el vocero de la Yunicidad, porque manejando los medios y las redes sociales a favor de la reestructuración de la deuda con los datos duros por delante pudo construir una simpatí­a popular fuera de serie para, digamos, multiplicar el peso social ante los diputados del PRI, MORENA y los llamados independientes.

MIÉRCOLES
Blanca Nieves y sus enanitos

Según el góber azul, “el cambio nos está costando trabajo, pero su gobernador le está metiendo todas las ganas y vamos a seguir haciendo el esfuerzo”.
Pero…pero resulta que si el góber azul “está haciendo el esfuerzo”, sólo él, únicamente él…lo sabe.
Por ejemplo, al momento, nadie conoce, ni siquiera, vaya, los reporteros de la fuente, el resultado concreto y especí­fico de la mayorí­a de los secretarios y directores del gabinete legal y ampliado.
Y como dice el politólogo Ramón Bení­tez, todos estarí­an trabajando, pero ninguna de sus acciones son cacareadas, sin duda, asegura, porque el Yunes azul se ha convertido en una especie de Blanca Nieves, rodeada por sus siete enanos, todos, condenados a un plano inferior, para que él luzca, mejor dicho, pueda lucir.
Incluso, igual que Blanca Nieves, el Yunes azul también tiene sus preferidos, secretarios del gabinete a quienes les permita un juego mediático a través del vocero, y/o en todo caso, hasta pudiera escribirse que son consentidos del vocero.
Ellos son: los secretarios General de Gobierno y de Educación, y el Fiscal, a quienes manejan sus boletines.
Un secretario más, de Infraestructura y Obra Pública, se maneja por la libre con su propio vocero.
Pero del resto, nada, en el limbo y la opacidad.
Y así­, por más esfuerzos del góber azul, el impacto social es pobre, magro, sin resultados, y lo peor, sin generar la voluntad social.
El vocero, en cambio, reducido a una sencilla mecanógrafa.

JUEVES
El Omar Sharif de Veracruz

El góber azul lamenta que los diputados locales “le hicieron un grave daño a Veracruz” al bloquear la reestructuración de la deuda.
Cierto. Pero más, mucho más daño ha causado el vocero con su imaginación limitada para construir una corriente de opinión pública favorable a la Yunicidad, y más, mucho más, favorable al jefe máximo de la revolución azul que lanzó del palacio principal de Xalapa al priismo luego de 86 años de dominio y hegemoní­a tricolor.
Más daño, le están causando la mayor parte de los secretarios del gabinete achicados por ellos mismos que prefieren un millón de veces el anonimato a cambio de mantener el cargo público.
La profecí­a de Fidel Velázquez, el jerarca longevo de la CTM, se está cumpliendo en el siglo XXI en el territorio jarocho:
“El que se mueve… no sale en la foto”.
Se movieron, en cambio, los 25 diputados opositores a la yunicidad que le tumbaron su iniciativa de ley estelar, tanto que opacaron a sus homólogos panistas y perredistas.
Y de paso, al pobrecito vocero, tan limitado que es incapaz de sostener una conversación y por eso prefiere guardar silencio y mirar al interlocutor con sus ojos árabes, profundos y sombrí­os, casi casi la mirada de Omar Sharif en “Océanos de fuego” y así­ cautivar rosales, mientras saborea romanitas de pollo y tilapia y a lo lejos mira y admira y desea, claro, a la diosa de la lluvia y el trueno de la mitologí­a hindú.

VIERNES
El cargo demasiado grande…

La vida es así­ de contrastante:
El góber azul sigue creciendo. Trae horrorizados a los duartistas. Tiene preso a Flavino Rí­os, Arturo Bermúdez y César del íngel. Trae entre las cuerdas al diputado federal, Antonio Tarek Abdalá. Todo listo para la plenitud de su nepotismo. Entre sus huestes azules lo miran como candidato presidencial 2018.
Pero al vocero, el cargo le quedó demasiado grande. Creció, claro, en la dimensión oficial, pero se topó con su Waterloo.
Y más, porque se reduce a sus boletincitos, a sus resúmenes de prensa y a dama de compañí­a del jefe.
El Yunes azul necesita, por ejemplo, al Miguel Melchor López Azuara de Patricio Chirinos y/o al Pepe Miranda Virgen de Rafael Hernández Ochoa y/o al Otto Granados de Carlos Salinas.