•Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) pide que se limpie nombre de ex trabajadora de la Sefiplan y sea recontratada
•Le infligieron toques eléctricos en “pezones, abdomen y partes í­ntimas” para inculparse
•Por supuesto desví­o de recursos fue despedida y encarcelada, ahora pide justicia

La Fiscalí­a General del Estado (FGE), a cargo de Jorge í­inckler Ortiz, ha ignorado la recomendación 51/2016 de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) donde se exhorta la reparación del daño moral y reinstalación en su puesto de trabajo en la Secretarí­a de Finanzas (SEFIPLAN) a Deyanira Hernández Garcí­a.

Acompañada de su abogado, Rafael Hernández Matí­as, Deyanira acusa al fiscal de desestimar su caso hasta el grado de dejar vencer la recomendación de la CNDE sin haber tenido acercamiento a ella.

"Ojalá el fiscal se hubiera acercado y dicho que estaba al tanto. La SEFIPLAN ya emitió un oficio a la FGE en ví­a de colaboración de dar cumplimiento, le he llamado, lo he ido a buscar y no tengo respuesta".

Y es que el 11 de diciembre de 2012 Deyanira Hernández fue detenida injustamente y acusada de fraude por los funcionarios Tomas Ruiz González, extitular de la SEFIPLAN; José Ramón Cárdeno Shaadi, exsecretario particular del gobernador Javier Duarte, y Arturo Cárdenas Mateos, exsubprocurador de Asuntos Contenciosos de la Subprocuradurí­a Fiscal.

Deyanira relata que en el momento de su detención nunca se le mostró orden de aprehensión además de haber sido torturada mientras la obligaban a declarar que habí­an maniobrado cuentas en SEFIPLAN para desviar recursos.

En la recomendación 51/2016 de la CNDH dice: refirió que la trasladaron a instalaciones de la AVI donde le infligieron golpes y toques eléctricos “en pezones, abdomen y partes í­ntimas” (sic), mientras escuchó decir a uno de sus agresores: “Así­ me gusta, que chillen las viejas” y le ordenaban que tení­a que declarar que habí­a maniobrado cuentas de la SEFIPLAN.

Sin embargo, tras dos años y siete meses recluida dentro del Centro de Rehabilitación Social de Pacho Viejo, el 6 de julio de 2015 le fue otorgada la libertad al no tener pruebas suficientes y comprobaron su inocencia.

"La acusación se basó en una sola prueba, una fotografí­a de una computadora propiedad del Gobierno que tení­a asignada donde habí­a un listado de contribuyentes que no habí­an pagado y que decí­a el listado pagado, y por lo tanto por ese archivo me lo atribuyeron. Fue manipulación y lo logramos comprobar".

Fue en octubre del 2016 que la Comisión lanzó una recomendación donde se le exhorta a la FGE que en un término de 15 dí­as, el cual venció el 30 de enero, repare integralmente el daño.

"La recomendación dice que se repare el daño, pero hay otras, como que se inicie una carpeta de investigación en contra de todos los funcionarios que participaron en esta falsa acusación, que se integre al Registro Nacional de Ví­ctimas, una disculpa pública y se reinstale en su plaza en SEFIPLAN", añadió el abogado Rafael Hernández Matí­as.

Deyanira trabajó diez años como jefa del departamento de Autorización y Control de Créditos, dependiente de la subdirección de ingresos de la SEFIPLAN, ahora lleva casi dos años desempleada por lo que busca limpiar su nombre.

"No tengo trabajo, estoy esperando la reinstalación. Como servidor público quedas con un precedente, una marca dentro del fichero judicial. Pido que mi historial como servidor público, como profesionista quede limpio y pueda seguir laborando".

La afectada y su abogado lamentan que el fiscal Jorge Winckler esté más preocupado por vigilar los amparos de los funcionarios públicos que por dar limpiar la imagen de la ex funcionaria de SEFIPLAN.

"Vemos con pena que hay un menosprecio por parte del fiscal al respeto de los derechos humanos de Deyanira. Lo hemos visto en los juzgados, se la pasa acusando a funcionarios yendo personalmente a vigilar los amparos que se ponen. Si el fiscal cree que sólo para eso trabaja está equivocado" expresó el abogado.

La extrabajadora actualmente vive de lo que su familia le puede apoyar, pero le urge recuperar su plaza en la Secretarí­a para continuar dando sustento a sus dos hijas, además de limpiar su historial que exfuncionarios duartistas quisieron enlodar.