Tampoco hay señales de un trabajo concreto y especí­fico.
Son “los aviadores”, digamos, de Pepe Mancha, el tuxpeño presidente del PAN arrodillado y entregado por completo al góber azul.
Pero, claro, el tuxpeño heredero de la integridad de don Jesús Reyes Heroles estará reproduciendo la filosofí­a de vida del otro tuxpeño, César “El tlacuache” Garizurieta, para quien “vivir fuera del presupuesto era vivir en el error”.
Y el dí­a que él mismo fue lanzado del paraí­so oficial se pegó un tiro, incapaz de vivir fuera de la nómina gubernamental.
Según las versiones, el diputado coordinador de la bancada panista, el antiguo carga-maletas de Mancha, Sergio Hernández, está “con el alma en un hilo” preguntándose el destino que tendrá su listita negra.
Ya, por ejemplo, que lo entregue a la prensa. Ya, por ejemplo, que pretenda, digamos, negociar, cuando ella, de acuerdo con sus principios y valores, y su indignación crónica creciente y multiplicada, jamás pactarí­a ni transarí­a.
Así­, queda comprobado una vez más, y tan rápido en la Yunicidad, “que más pronto cae un hablador que un cojo”.
Y es que si una caracterí­stica se ha dado en los dos meses y medio del gobierno azul es la lucha abierta, feroz, implacable e impecable en contra de “los aviadores” de Javier Duarte y Fidel Herrera y Miguel Alemán Velasco para que ahora, ajá, salgan con que “a Chuchita” la bolsearon.
Sólo falta que el equipo de espionaje del góber azul rastree la pista de la forma en que el documento llegó a manos de la joven polémica, aguerrida y combativa legisladora y que es la preocupación de He-Man.

BALAUSTRADAS: El asunto de “los aviadores” fue un tema de seguridad nacional en contra de la corrupción duartiana.
Desde un principio el primer bombardeo fue lanzado a la secretarí­a de Educación, SEV, asegurando que tení­an más de dos mil.
Al momento, ni fu ni fa, porque el titular de la SEV ocupado en otros menesteres, bailando el ritmo que le marque la pedagoga Claudia López Bení­tez, coordinadora de las delegaciones regionales, además de que sintiéndose hacedora se presta al rafagueo en contra del Oficial Mayor, Abel Cuevas Melo, a quien Enrique Pérez Rodrí­guez pretende expulsar del paraí­so.
Después, el resto del gabinete legal “tiró su espada en prenda” hablando de “aviadores” en cada secretarí­a, a tal grado que entre los burócratas hubo una sicosis de incertidumbre y zozobra porque los yunistas los confundí­an con los 15-30, sin prudencia ni mesura.
Incluso, orillaron a la delación a muchos empleados que estaban despidiendo cuando eran trabajadores reales y auténticos.
Según versiones (que mucho se duda) el despido de burócratas llegó en dos meses y medio a unos diez mil.
Pero oh paradoja, al mismo tiempo que aplicaban la guillotina a los que estaban bajo la regla universal de que todos eran duartistas, la Yunicidad incorporaba a una partida igual.
En el DIF, por ejemplo, la fama pública registra que incorporaron a un montón de poblanos que llegaron con el sí­ndrome de Hernán Cortés creyendo que habí­an descubierto América.
Y fueron injustos atropellando los derechos humanos y las garantí­as constitucionales.
Y ahora resulta que el presidente del CDE del PAN, Pepe Mancha, ordenó que He-man diera de alta a unos cuarenta panistas.
Caray, con ese autoritarismo, el proyecto polí­tico de la Yunicidad de perpetuarse hasta el año 2024 bien pudiera descarrilar.

ESCALERAS: Varios agravios ha recibido la diputada en los dí­as revolcados que todaví­a corren.
Es más, ha trascendido que hasta un cuartelazo le quieren asestar y a lo que se ha prestado el coordinador de la bancada panista, sin dar explicaciones cuando cara a cara, frente a frente, se las han exigido.
Peor tantito: se habla de que hasta pretenderí­an desaforarla porque, ni modo, ya lo decí­a Marco Tulio Cicerón, los polí­ticos utilizan a los demás y luego los desechan con desdén cuando se vuelven incómodos e indeseables.
Si así­ fuera, la Yunicidad perderí­a la autoridad polí­tica, moral y ética.
Y más, ahora cuando la elite priista le está llevando (y rastreando) un inventario de los errores y pifias para utilizarse en la campaña de los candidatos a presidentes municipales.
Desde luego, Maryjose Gamboa, buena calculadora polí­tica, pasional, cierto, pero mesurada y prudente caminando a la orilla del precipicio, se reserva el uso que dará a su lista de 40 panistas “aviadores”… por si más adelantito la necesita.
La diputada “es un hueso duro de roer” y si la elite azul cree que la doblegará o será arrodillada está equivocada.
Ella “se morirá en la raya” defendiendo sus principios y valores como lo demostró, y de sobra, en el duartazgo, nueve meses presa, con “toda la mala leche del mundo” en el penal de Tuxpan.