cargando

En twitter:

Barandal
Lunes 13 febrero, 2017

Ahora, callada y sumisa

•La rectora del duartazgo
•La rectora de la yunicidad

PASAMANOS: Entre la rectora de la Universidad Veracruzana, UV, en el duartazgo y la yunicidad hay una distancia kilométrica. Años luz.
La rectora del sexenio anterior era aguerrida y combativa, luchando por el pago del subsidio federal y estatal retenido por la codicia y la voracidad sin lí­mite.

Luis Velázquez

La rectora del bienio azul es callada. Silenciosa. Sólo un chispazo en dos meses y dí­as, reclamando el pago, aún pendiente, de los 2,600 millones de pesos.
La rectora de entonces encabezó, digamos, una resistencia pací­fica, revolución silenciosa le llamó, presionando al prófugo de la justicia desde hace 119 dí­as para el pago del dinerito retenido.
Y la rectora de ahora sueña con reelegirse, olvidando la causa fundamental de su lucha anterior.
La rectora del sexenio ido encabezó una marcha de más de 50 mil personas por una legí­tima causa justa ante el ex gobernador elevado a la categorí­a de sí­mbolo universal de la corrupción pública, ni más ni menos que por el presidente del CEN del PRI y lí­der de los taxistas de la Ciudad de México, Enrique Ochoa Reza.
Y la rectora del bienio ni pí­o dice sobre el grave pendiente.
La rectora del pasado inmediato recibió, digamos, luego de su cabildeo feroz un abonito y así­, como el conejito atrás de la zanahoria, se resignó.
Pero la rectora del presente se ha desdibujado a sí­ mismo y como dice el Fiscal sobre la crí­tica incómoda e indeseada, “aguanta vara”.
La rectora del duartazgo se quejó de que el prófugo “hasta el derecho de soñar nos robó”.
Y la rectora de la yunicidad ha dejado de soñar.
La rectora de entonces soñó con un mayor presupuesto estatal para la máxima casa de estudios, tan prestigiada que fuera con su antecesor, el doctor en Economí­a, Raúl Arias Lovillo.
Y la rectora de hoy se resignó a que la LXIV Legislatura le achicara el presupuesto anual, aun cuando, claro, claro, claro, nomás “para tapar el ojo al macho”, espera le cumplan la promesita de que poco a poco, cada añito, vaya subiendo el 0.33 por ciento para llegar, oh paradoja, en el año 2023, al 4 por ciento.
Por eso, y ahora cuando ha anunciado que acatará la ley y se reelegirá, como está contemplado en la autonomí­a universitaria, habrí­a de preguntarse el lado en que cada miembro de la comunidad académica, integrada por estudiantes y maestros, se queda: si con la rectora de Javier Duarte o la rectora de Miguel íngel Yunes Linares.

BALAUSTRADAS: La rectora recibió el subsidio estatal con el equivalente al 3 por ciento del presupuesto total del gobierno de Veracruz.
Entonces, en los dí­as revueltos y turbulentos de la relación conflictiva con el prófugo de la justicia ofreció aumentar al 4 por ciento el subsidio.
Y la rectora envió a su Narciso Mendoza, el economista Hilario Barcelata, al ruedo espinoso clamando y proclamando que fuera del 5 por ciento.
Y el duartazgo contestó que era imposible, inverosí­mil, un kamikaze para el presupuesto oficial.
Y los dí­as se fueron en el debate innecesario y luego de tanto fuego cruzado el Congreso del cacique magisterial de la sección 32 del SNTE, Juan Nicolás Callejas Arroyo, el artí­culo diez de la Constitución local fue reformado y el subsidio aumentado al 4 por ciento, elevado, incluso, a rango constitucional.
Pero las coordenadas en la transición se revolcaron más y entonces, si en el año 2016 la UV recibirí­a 2,300 millones de subsidio, para este año quedó en 2,100 millones, es decir, fue achicado.
Por eso, en una sesión de la LXIV Legislatura, la rectora envió a su gente (ella, claro, se abstuvo de dar la cara como en el duartazgo) a plantarse con pancartas reclamando justicia, sólo justicia.
Total, que en la sesión siguiente, el Congreso corrigió, ajá, el errorcito, cometido quizá ex profeso, de tal manera que para este año el subsidio fue incrementado a 2,570 millones, con todo y que los diputados panistas de la Yunicidad se oponí­an, y en donde la diputada de MORENA, Daniela Griego, se fajó con todo “lanzando su espada en prenda” por la UV.
Pero…¡ah!, del año 2016 a la fecha, el aumentito sólo fue de 200 millones de pesos que nada significa, sobre todo por una circunstancia:
La Yunicidad ha entregado, como es su deber, el subsidio federal y estatal de los meses de diciembre y enero y febrero a la UV, pero sin aportar un solo centavo de la deuda que asciende a 2,600 millones de pesos.
Y la rectora, calladita, sin pronunciar una sola palabra.

ESCALERAS: Tampoco dijo nada de otra trastada.
El Congreso aprobó que a partir de la fecha el subsidio aumentará el 0.33 por ciento cada año para llegar en el año 2023 al 4 por ciento, un dí­gito menos de los que en el duartazgo la rectora exigí­a y reclamaba a través de sus cabilderos.
Por eso resulta inverosí­mil el cotejo entre la rectora del sexenio anterior y la rectora del bienio en marcha, porque su capacidad camaleónica es manifiesta.
Con Javier Duarte, la pelea abierta en su contra que casi casi recordó al Javier Barrios Sierra del 68 en la UNAM.
Y con el Yunes azul, la sumisión. “Tirada a su piso”.
Un académico dice:
Con el Yunes azul, a la rectora le irá súper bien, mucho se duda que a la máxima casa de estudios también.


Deja un comentario

Acerca del blog

Blog de noticias desde Veracruz.
Aquí, deseamos contar la historia de cada día.
Y cada día es un nuevo comienzo.
Y todos los días se empieza de cero...

Portal de noticias de Veracruz.