Una vivienda de dos plantas concentró personas en la sala. Su fachada rodeada de verde por las plantas que se retuercen en sus paredes no resalta en la calle Cuauhtémoc, de la colonia Tecoac, parece una casa más de la localidad.

Para el mediodí­a del 18 de enero, dos dí­as después del ataque al centro nocturno “Blue Parrot”, la cuadra donde creció Rafael Peñaloza lució con sillas blancas cubiertas a cuatro metros de altura por una lona roja.

Sus padres no se despegaron del féretro que viajó desde Playa del Carmen hasta la localidad de San Marcos, perteneciente al municipio de Xico en Veracruz, en una camioneta gris pick up de la marca Nissan.

Familiares como primos y tí­os lucieron molestos de observar a personas desconocidas. A reporteros. Les pidieron que se fueran. Los vecinos se miraban unos a otros, no comprendí­an lo que pasaba.

LO VELAN SIN GUARURAS O FUNCIONARIOS PÚBLICOS

El funeral transcurrió sin presencia de guaruras, de funcionarios públicos tal y como menciona la versión de la Fiscalí­a General del Estado de Quintana Roo, dirigida por Miguel íngel Pech Cen.

De acuerdo con las primeras investigaciones, un hombre ingresó al bar con un arma de fuego y fue directo a disparar contra Rafael Peñaloza Vega.

Según la Fiscalí­a de Quintana Roo, el veracruzano recibió los primeros impactos de bala durante la agresión y luego hubo más disparos hacia otras personas que se encontraban en dicho lugar.

Peñaloza Vega, de acuerdo con autoridades del estado de Quintana Roo, iba acompañado de escoltas, al parecer elementos municipales de seguridad, quienes supuestamente habrí­an repelido la agresión.

A través de un mensaje transmitido por el Sistema de Radio y Televisión de Quintana Roo, el gobernador de citado estado, Carlos Joaquí­n González emitió condolencias y validó la versión del Fiscal Pech Cen.

“La intolerancia y conflicto de intereses entre dos individuos provocaron este hecho que nos llenan de indignación. Lamento las consecuencias en que desafortunadamente perdieron la vida; el señor Kirk Wilson, el señor Daniel Pecina, el señor Rafael Peñaloza Vega y dos personas aún no identificadas”, dijo en el mensaje televisivo.

En otra entrevista, transmitida por Grupo Televisa, el Fiscal Pech Cen exclamó;

“La familia señala al momento de recoger el cadáver, que es un empleado de una compañí­a telefónica que estaba de vacaciones en el lugar, y refiere el parentesco que por cuestiones de sigilo nos reservamos ampliar ese dato (…) parentesco importante con alguien en el estado de Veracruz, con algún funcionario público más que de la polí­tica (…) de un segundo funcionario dentro de la administración de Veracruz, no precisan si de la actual o la anterior”.

Hasta este miércoles, la FGE de Quintana Roo reveló tres posibles lí­neas de investigación; la primera con un conflicto entre particulares, ya antes descrito en este texto.

La segunda, una posible extorsión por el cobro de derecho de piso, mientras la tercera está relacionada con asuntos de narcomenudeo.

Lo desarrollado en las primeras horas del velorio de Peñaloza Vega, no exhibieron vigilancia en la localidad perteneciente al municipio de Xico, tampoco autos lujosos en sus inmediaciones, sólo llanto por sus familiares y desconcierto por sus vecinos.

CRIMEN ORGANIZADO SE ADJUDICÓ ATAQUE

Al siguiente dí­a de la balacera en el club de playa “Blue Parrot”, cuatro narcomantas aparecieron en diversos puntos de Quintana Roo. Los colgantes se atribuí­an el ataque donde cinco personas murieron y 15 resultaron heridas.

“Esto es una muestra de que ya estamos aquí­. Fue por no alinearte Philliph BPM. Es el inicio vamos a cortar las cabezas de Golfos, Pelones y Chapulines. El Fayo Z Vieja Escuela” se lee en las mantas.

Medios estatales de Quintana Roo publicaron que las narcomantas se instalaron en; la calle 11 Sur entre 85 y 90 de la colonia Bellavista, otra más a un costado del hotel Paradisus La Esmeralda, en la Quinta Avenida; la tercera frente al Sindicato de Taxistas y la cuarta en avenida 28 de julio con bulevar Playa del Carmen.

Para las 3 de la tarde del martes 17 de enero, la sede de la Fiscalí­a General de Quintana Roo fue atacada a balazos, activando el código Rojo de Seguridad Pública.

En información publicada por Milenio, el ataque se realizó por un grupo de diez personas a bordo de motocicletas que abrieron balearon el inmueble.

De este incidente resultó lesionado y muerto Humberto Mora Ochoa, agente de la Fiscalí­a.