Pero no todos los habitantes en Jilotepec están atrapados y sin salida en la precariedad. Hay uno que vive en la opulencia. Se llama Jorge Alejandro Carvallo Delfí­n, definido por su padre como “el hijo más ruin que he tenido”.
En el Fidelato llegó a Xalapa con un VW viejo, color rojo. Y en la Docena Trágica que va del góber fogoso al góber prófugo de la justicia desde hace 90 dí­as fue “de todo y sin medida”.
Diputado local, presidente del CDE del PRI, secretario particular de los dos gobernadores y secretario de Desarrollo Social, tiempo aquel cuando su frivolidad le llevó a operarse, primero, de la naricita, y después, del estómago para rasurarse la panza que tanto le avergonzaba en sus reuniones con las barbies.
Ahora es diputado federal, y sueña otra vez con la presidencia del PRI para, digamos, “ordeñar la vaca” con la elección de los candidatos a 212 presidentes municipales y los 3,500 a sí­ndicos y regidores.
Y es que en Jilotepec tiene un ranchito. Se llama “El azafrán”, ubicado cerca del ingenio, y en donde tiene caballitos de raza, caballitos listos, digamos, para las carreras y, de ser posible, soñando con lo imposible como ha de ser, hasta competir en el Hipódromo de las Américas.
¡Ah! pero en “El azafrán”, clima húmedo, bonito, el paraí­so, también hay venados y búfalos, que suele mirar y admirar desde el casco de la hacienda, con una casita vieja tipo colonial y una fuente en medio, a la que sólo faltan unas barbies desnudas bañándose, que a lo mejor ya.
Ubicado el ranchito en el corazón de la sierra de Misantla, el paisaje, su paisaje, es precioso.
Si Carvallo mira para arriba, está Xalapa, y si mira para abajo, están los pueblitos serranos.
Además, se cree y siente factótum del poder. “Señor de horca y cuchillo”, caciquito, opera para imponer, y por lo pronto, a los ediles en Los Tuxtlas, pues nacido en el estado de México se inventó un acta de nacimiento en Lerdo de Tejeda, y opera desde la Suiza jarocha.
Su candidato a la alcaldí­a de San Andrés Tuxtla es Gustavo Pérez Garay, el ex diputado local hijito de Marina Garay, ex alcaldesa y ex diputada local y federal, y dueña absoluta que se cree del pueblo desde hace 16 años consecutivos.

BALAUSTRADAS: Con todo y que Carvallo es ostentoso, ningún priista se atreve a calcular su fortuna, aun cuando algunos dicen que oscila entre los mil millones de pesos y los mil 500 que, bueno, poco serí­a, ante la fortuna de Érick Lagos, quien con su riqueza apuesta a la discreción.
Unos hablan de otro ranchito en Papantla, a la altura de Coyutla.
Otros más de su consorcio de trailers.
Otros más de su equipo de béisbol, Los brujos, que en su momento era financiado por las arcas de San Andrés Tuxtla, desde Marina Garay hasta Manuel Rosendo Pelayo.
Otros más recuerdan que le compró a Enrique González su residencia en la avenida Revolución en diez millones de pesos.
Otros dicen que un helicóptero de 4 plazas de su propiedad se desplomó y aun cuando pérdida total, el piloto pudo salvarse.
Otros enlistan su jet Bech Craft modelo 1993, matrí­cula XBPOR, de 9 pasajeros, con sede en los hangares del capitán Roberto Abed, ex propietario de Aerolí­neas Internacionales.
Y su mansión en el fraccionamiento “Club de Golf de Xalapa”, el paraí­so privado de los privilegiados del poder con Fidel Herrera y Javier Duarte en la calle Robles, lotes 14, 15, 16 y 17, y en donde es vecinito de Tarek Abdalá, Fernando Charleston, Flavino Rí­os, Adolfo Mota, Rosa Margarita Borunda, Cecil Duarte de Ochoa, Édgar Spinoso Carrera y Bertha Hernández Rodrí­guez.
Y no obstante, y al momento, intocado por la Yunicidad, quizá porque Judas habita en él. Y Judas, como se sabe, pactó con el diablo.

ESCALERAS: Mientras, la diputada Regina Vázquez Saut, llama a Jorge Carvallo, Érick Lagos y Fidel Herrera unas mentes perversas, incluso diabólicas, porque “se esconden en las faldas de las mujeres” para sus tropelí­as en el CDE del PRI que desembocaran en la renuncia de Felipe Amadeo Flores Espinoza a la presidencia.
El trí­o, dice la hija de Cirilo Vázquez Lagunes, QEPD, el polémico cacique sureño que fue, se han adueñado de Veracruz, y enriquecidos, son insaciables, pues quieren más y más, incluido Javier Duarte en el paquete, el polí­tico más corrupto de la nación según la Procuradurí­a General de la República, PGR, que lo persigue por delincuencia organizada, lavado de dinero, enriquecimiento ilí­cito y peculado, los mismos delitos que podrí­an, digamos, llevar a la hoguera pública a Fidel, Lagos y Carvallo, anexos y conexos.